Podemos llama a la puerta del CSN en pleno debate sobre el fin de las nucleares

  • El proceso para renovar el consejo se encuentra en sus fases iniciales a dos meses de que finalice el mandato del presidente del organismo
Central nuclear de Cofrentes (Valencia).
Central nuclear de Cofrentes (Valencia).
EFE

Unidos Podemos reclama su sitio en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La formación que dirige Pablo Iglesias ha solicitado al menos en dos ocasiones al Gobierno el comienzo de las negociaciones para designar  candidatos para sustituir a cuatro de los cinco consejeros que acaban mandato en los próximos meses. De momento, no ha obtenido respuesta. Según fuentes ministeriales, el proceso de renovación del CSN está "en sus fases iniciales". Pero los plazos se echan encima. Si la renovación no acelera, el presidente del CSN, Fernando Marti (PP), que cumple su mandato de seis años en diciembre, podría renovar por otros seis meses.

El proceso de designación de candidatos es largo: intervienen los partidos, el Gobierno y la Comisión de Transición Ecológica del Congreso, que debe examinar y dar el definitivo visto bueno -tres quintos- a los nuevos consejeros propuestos. Son meses de tramitación y con los recesos parlamentarios de Navidad y del verano, la posible prórroga de seis meses de Marti -presidente reprobado por el Congreso- dejaría en manos del PP el control de un organismo clave para el futuro del sector nuclear.

Podemos sabe que la composición del organismo es fundamental para impulsar el cierre de las centrales nucleares. En estos momentos, la relación de fuerzas en el organismo es de tres consejeros designados a propuesta del PP por dos designados a propuesta del PSOE. Los relevos cambiarían ese esquema; lo más probable es que el PSOE contara con dos consejeros, el PP otros dos -permanece Javier Dies Llovera, nombrado en 2015- y Podemos, uno. Sobre el papel, tres a dos a favor del cierre de las nucleares y contra la prórroga de la vida útil de las centrales más allá de los 40 años.

Sin propuestas

El diputado de Equo-Podemos, Juan López de Uralde, admite que las llamadas y contactos con el Gobierno no han dado fruto hasta la fecha. "Nadie ha hecho propuestas", explica. La sensación en la formación morada es que el Ejecutivo de Sánchez está tratando de ganar tiempos. En el seno del CSN, la lectura de los retrasos va un poco más allá y se vincula a presiones para impedir que Podemos siente un representante en el consejo. 

Gráfico nuclares.
Gráfico nucleares.

El momento es delicado. El Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera está elaborando la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. La norma debería recoger las propuestas que la propia Ribera perfiló antes de ser ministra, cuando presidió el Consejo Asesor para la Transición Ecológica de la Economía (CAPTE): acabar con la generación nuclear y térmica de carbón en la década de 2020-2030; sacar al petróleo de los usos energéticos en la década 2030-2040, y eliminar también el gas natural, la energía de transición, para 2050.

Pero las cosas no son tan fáciles. Lo sabe bien la propia Ribera, que en los últimos meses ha modulado su posición sobre el cierre de las nucleares. Al llegar al Gobierno, Ribera defendía el cierre del parque nuclear a medida que las centrales cumplieran los 40 años de vida útil para los que fueron diseñadas. Poco a poco, ha introducido matices en sus declaraciones; admite que el cierre está en el programa socialista, pero reclama más información para adoptar una decisión.

Almaraz y Vandellós

El tiempo no sobra para Ribera. Las centrales de Almaraz y de Vandellós tienen que tramitar el próximo año la prórroga de actividad. Los propietarios de Almaraz, -Iberdrola, Endesa y Naturgy-, tienen de plazo hasta el 31 de marzo para solicitar la prórroga de la licencia de explotación de la central, que cumple los 40 años de vida útil en 2023. También lo tiene que hacer Vandellós (propiedad de Endesa e Iberdrola).

Las compañías, en principio, deberían haber pedido la renovación del permiso en 2017, pero el exministro de Energía Álvaro Nadal atendió las demandas de las eléctricas y permitió aplazar hasta 2019 la decisión definitiva sobre la ampliación de la vida de ambas centrales.

Todos los elementos mencionados convierten al próximo año en un ejercicio que decidirá entre el punto y aparte y el punto y seguido. Si el PP extiende su control del organismo más allá de la próxima primavera, la coyuntura política y electoral puede dilatar aún más si cabe los cambios en el CSN. Y con esos cambios, los tiempos de la transición energética que defiende el Gobierno de Pedro Sánchez y también Unidos Podemos.

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