Iglesias afirmó en una rueda de prensa que ha comunicado al rey Felipe VI su voluntad "de formar un gobierno de cambio con el PSOE e Izquierda Unida (IU, eco-comunistas)", al tiempo que reclamó para sí la vicepresidencia de ese potencial gobierno.
Su proposición ha sido recibida con cierta contención por el líder socialista, Pedro Sánchez, que consideró que primero hay que hablar de "programa" y de "políticas", pero admitió que tienen que intentar llegar a acuerdos.
"Los votantes de Podemos no entenderían, como tampoco los votantes socialistas, que no nos entendamos", declaró Sánchez, reiterando su oposición a reinvestir al jefe del gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy.
Iglesias no había revelado hasta ahora su posición, la cual parece despejar el camino para una alianza de izquierdas en España, a imagen de la que llegó al poder en Portugal en noviembre.
El pacto parecía complicado porque Podemos exigía celebrar un referéndum de autodeterminación en Cataluña (noreste), rechazado por los socialistas. Pero ahora la formación ya no pone esta consulta como condición indispensable aunque la sigue defendiendo.
El tercer socio de este hipotético gobierno, el líder de IU Alberto Garzón, llamó a iniciar el diálogo cuanto antes para que haya "un gobierno de cambio" como en Portugal y Grecia, "la periferia europea machacada por la política de austeridad de la Unión Europea y de la troika" (UE-FMI-acreedores) tras "cuatro años de brutales recortes en España".
Las elecciones legislativas del 20 de diciembre dejaron un Congreso muy fragmentado, fruto del castigo de los electores al gobierno conservador por su política de austeridad y a los escándalos de corrupción estallados en los partidos tradicionales.
El Partido Popular de Rajoy, en el poder desde 2011, ganó pero sólo obtuvo un 28,7% de los votos y 119 de 350 escaños, que le dificultan enormemente la formación de un gobierno. Su idea es aliarse con PSOE y Ciudadanos (40 diputados), los únicos que de momento le garantizaron la abstención.
Los socialistas descartaron desde el principio un acuerdo con el PP, y se decantan por una alianza con Podemos y sus aliados (65 diputados), y los dos diputados de Izquierda Unida, lo que daría a esa alianza 156 escaños.
Para salir adelante necesitaría también de la abstención de los liberales de Ciudadanos o el apoyo de nacionalistas vascos y catalanes.
Iglesias, de 37 años, reclamó "responsabilidades de gobierno centrales y fundamentales" como Asuntos Exteriores o un nuevo ministerio de "plurinacionalidad" para su formación, así como la entrada en el ejecutivo de IU.
El aliado del primer ministro griego Alexis Tsipras pidió también la aprobación de medidas de emergencia social contra los desahucios y para ayudar a los desempleados sin prestaciones, así como medidas contra la corrupción una reforma de la justicia y del sistema electoral.
Insistió en que un gobierno que le incluya, pagaría sus deudas, pero pidió tiempo afirmando que "el déficit se tiene que reducir a un ritmo más lento".
Este viernes termina la ronda de consultas del rey Felipe VI antes de proponer un candidato para formar gobierno. En principio, Rajoy, que fue recibido por la tarde, debería ser el primer designado al haber ganado las elecciones, aunque no hay ninguna regla que lo estipule.
Rajoy tiene actualmente pocas posibilidades de ser investido, lo que supondría que tras una investidura fallida, lo pueda intentar otro candidato, en principio, Sánchez.
Así, algunos miembros del PP sugieren desde hace varios días que Rajoy renuncie a la investidura para evitar una derrota parlamentaria, afirmó uno de ellos a la AFP bajo cubierto del anonimato.
En su opinión, el dirigente socialista busca una humillación de su rival en el Congreso para poder presentarse como "la única alternativa".
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