Las reuniones bilaterales mantenidas casi hasta el último momento por los equipos negociadores del PSOE y Podemos en La Rioja han fracasado. Tras intensos encuentros durante las últimas horas para acercar posiciones entre ambas formaciones, Podemos ha decidido no apoyar por segunda vez a la candidata socialista a presidir el gobierno riojano, Concha Andreu, colocando a la comunidad autónoma en un limbo político de desgobierno que deberá resolverse en el mes de septiembre y, de paso, ha lanzado un 'aviso a navegantes' para la investidura de Pedro Sánchez.
La diputada de Podemos en la cámara local, Raquel Moreno, ya tumbó el pasado martes con su voto negativo las aspiraciones de Andreu, que sí estuvo respaldada por los votos (15) del PSOE y por el de la diputada de IU, Henar Moreno. En aquella ocasión, Partido Popular (12), Ciudadanos (4) y Unidas Podemos (1) votaron en contra.
La misma matemática se ha repetido en la votación celebrada en la mañana del jueves, lo que supone, a la postre, que Andreu no supera el corte necesario para ser investida presidenta de La Rioja. "No ha sido posible un acuerdo, pero las propuestas están encima de la mesa". dijo Andreu. Habrá que esperar y dedicar el verano a acercar posiciones mientras se mira de reojo a lo que pueda suceder a nivel nacional en el Congreso de los Diputados y con la investidura, o no, de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
En el fondo del asunto entre PSOE y Unidas Podemos en La Rioja se encuentra el pulso sin tregua por los sillones. El PSOE se ha mostrado dispuesto a ceder a Podemos dos viceconsejerías y una dirección general, mientras que las aspiraciones de Raquel Moreno se elevan a ocupar puestos en el Ejecutivo autonómico, haciendo así valer un voto que puede poner y quitar candidato.
A nadie se le escapa que el forcejeo entre PSOE y Podemos no es casual y se entronca, muy probablemente, en las negociaciones que se mantienen a nivel nacional entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En este caso, el tablero es muy semejante: el PSOE se muestra abierto a plasmar un gobierno de colaboración, que incluso puede incorporar personalidades con demostrado perfil técnico propuestas por Podemos, mientras que la dirección morada se cierra en banda y antepone hablar de ministerios y de nombres antes de ponerse a pactar programas. En esa ecuación, Pablo Iglesias no sería una variable, sino que se presenta como una constante en el Consejo de Ministros que Pedro Sánchez se niega a aceptar.
El PSOE, a nivel nacional, ha roto por el momento las negociaciones con Unidas Podemos a la vista de las dificultades para llegar a un entendimiento. Mientras, la formación morada de Pablo Iglesias ha planteado un referéndum que respaldará, salvo sorpresas, su propuesta para que diputados de UP entren en el Gobierno de España como condición imprescindible para apoyar la investidura de Sánchez.
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