Cataluña, luchas fraticidas, impaciencia... los hitos que alejan a Podemos del poder

  • Lograría hoy un respaldo del 16,1%, frente al 22,3% que le daban en el segundo semestre de 2016. Iglesias mejora su imagen, pero su partido se hunde.
Iglesias dice que le sorprendió el tuit de Errejón y admite que habría sido mejor abrir el debate "más tarde"
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EUROPA PRESS

Cuando Podemos nació en 2014 lo hizo dispuesto a asaltar los cielos. Surgía en un contexto de crisis económica que parecía no tener fin, que castigó con dureza a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, y aupado por millones de españoles cautivados por un nuevo mensaje que les hacía recuperar parte de la ilusión perdida. 

De hecho, Podemos, convertido más adelante en Unidos Podemos, sorprendió con cinco escaños en las elecciones europeas apenas cuatro meses después de nacer, logró ser la fuerza favorita en muchas encuestas, impulsó una moción de censura fallida y apadrinó una segunda para tocar el poder que tanto ansiaba y, desde luego, hizo tambalear el tablero político con sus pactos entre bambalinas y sus tira y afloja con los socialistas.

Sin embargo, hoy, apenas cuatro años y medio después de su fundación, atraviesa su peor momento en cuanto expectativas electorales y su imagen, que atrajo como un imán a antiguos votantes del PSOE y desencantados con la política, ha quedado diluida por algunos errores importantes y por otros que no se supieron calibrar. Las encuestas, tanto las elaboradas por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) como las realizadas para diversos medios dan un serio aviso a la formación de Pablo Iglesias.

¿Cuáles han sido los errores?

Según el informe elaborado por José Pablo Ferrándiz, Doctor en Sociología e Investigador Principal de Metroscopia, la coalición que lidera Pablo Iglesias presenta la peor trayectoria de los cuatro grandes partidos desde las elecciones generales de junio de 2016. La formación logró inmediatamente después de los comicios, en los que el Partido Popular fue la fuerza política más respaldada, situarse en segundo lugar en cuanto a voto estimado (22,3%), superando incluso su resultado electoral en 1,2 puntos.

Sin embargo, desde ese momento, comenzó su declive, que le ha llevado ahora a colocarse en cuarto lugar con apenas el 16,1% de los votos, según el último sondeo elaborado por Henneo /Metroscopia, en el que Pablo Casado ya había logrado el respaldo de los compromisarios para liderar el Partido Popular.

Según recoge el análisis de Metroscopia que lleva por título 'Así ha evolucionado el voto y la imagen de los líderes políticos', tres asuntos acontecidos en 2017 afectaron a la intención de voto a Podemos. En primer lugar, las luchas fraticidas en un partido que surgió como ejemplo de participación y democracia y que ha dejado en el camino a cuatro de sus seis fundadores -Juan Carlos Monedero, Luis Alegre, Tania González y Carolina Bescansa- y a uno de ellos, Iñigo Errejón, prácticamente marginado.

El Congreso de Vistalegre II fue clave para visualizar la ruptura total de la dirección, que hasta ese momento estaba representada por Iglesias y Errejón. Unido a esto, la obtención de cargos ha ido 'aburguesando' una formación, en la que distintas corrientes internas, como los anticapitalistas, piden las vuelta a los orígenes, lo mismo que los movimientos sociales que sirvieron de germen.

La postura de la formación de Pablo Iglesias en Cataluña, que en primer lugar se alineó con el independentismo para alejarse de los otros tres grandes partidos, luego jugó a la indefinición y, finalmente, apostó por un tercera vía para encauzar el diálogo ha dañado duramente a Unidos Podemos. Por una parte, su posición no le sirvió para aumentar su respaldo electoral en la comunidad y, por otra, contribuyó al descalabro a nivel nacional, donde muchos de sus antiguos votantes no entendieron su apuesta por reforzar el independentismo. 

Por último, la fallida moción de censura de Iglesias contra Rajoy no fue entendida por los ciudadanos, que castigaron en los sondeos a los dos principales actores, según reflejan los datos de Metroscopia. Mientras, la moción de Sánchez sí ha contribuido a mejorar la imagen de Iglesias (29%), que participó activamente para que saliese adelante, pero no para aumentar los votos de la formación morada. Es el único caso en el que sucede eso, ya que en los otros tres grandes partidos la evolución de voto estimado y de aprobación de su líder siguen pautas similares.

Rajoy, Casado, Sánchez, Rivera....

Según destaca el análisis, durante el segundo semestre de 2016, inmediatamente después del triunfo de los 'populares' en las generales-el tercero consecutivo- el PP siguió encabezando los sondeos, incluso con mejores resultados que los que les dieron las urnas. En los últimos de 2016 registraban el 35,6% de respaldo, el 2,6% más que en en junio, pero desde ese momento el declive comenzó. 

La moción de Iglesias le hizo tanto daño al líder de Podemos y a su partido como al PP en el Gobierno. Los ciudadanos tenían claro que debilitó al Gobierno de Rajoy y a su formación. Pero la puntilla la dieron la corrupción y la crisis de las instituciones en Cataluña. Durante 2017 se airearon numerosos casos de corrupción -el segundo problema para los españoles tras el paro- y en muchos de ellos los protagonistas eran personas vinculadas al PP.

Y la crisis catalana lo complicó mucho más. Los españoles empezaron a considerar que el Ejecutivo tuvo una respuesta tibia frente a lo que estaba pasando y esa sensación se evidenció en los resultados de las elecciones catalanas, en las que el PP  perdió siete escaños y se quedo con cuatro representantes autonómicos.

Finalizaba un año negro para el PP con un voto estimado del 28,4%, lejos del 33% que le dieron las urnas. Pero podía ser peor y la tendencia a la  baja se agudizó por el ascenso de Ciudadanos, aupado por su victoria en Cataluña y su respuesta contundente ante el independentismo, y por las protestas en la calle de pensionistas y mujeres. El promedio de respaldo en los cinco primeros meses del año se situó en el 21,3%, quedando en segundo lugar -por detrás del partido de Rivera- y casi al mismo nivel que el PSOE.

Curiosamente, el respiro en los sondeos para el PP vino de la mano de la moción de censura y del liderazgo de Casado. Sigue como segunda fuerza, ahora tras el PSOE, pero ha frenado su caída.

Mientras, Ciudadanos ha logrado evitar los altibajos sufridos en los otros tres grandes partidos y ha conseguido rascar votantes en PP y PSOE. Tras la irrupción de Casado y el 'efecto Moncloa' en la reactivación de los socialistas, la formación naranja han sufrido un ligero desgaste y ha pasado a un tercer puesto, pero con un 20% de respaldo, lo que deja un panorama muy abierto ante las próximas convocatorias electorales.

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