El verano retoma la polémica de las fiestas taurinas, con un argumento llamado dinero

  • Las últimas ediciones del Toro de la Vega han revitalizado la protesta contra las fiestas de verano donde intervienen toros.

    Los colectivos animalistas piden la supresión del toro en San Fermín, pero otros aficionados lo entienden como un atentado a la Fiesta.

El Ayuntamiento aboga por que la gestión de la Plaza de Toros busque "ser más amable con los animales"
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EUROPA PRESS

¿Qué habría sido de las fiestas de San Fermín si Hemingway no hubiera visitado Pamplona el 6 de julio de 1923? Seguramente seguirían celebrándose, pero sin muchos de esos visitantes extranjeros, que quedaron fascinados por sus escritos sobre estas fiestas.

Pero… ¿qué sería San Fermín sin los toros? Para muchos aficionados, perdería toda su esencia. Un repaso por la cartelería, la iconografía y las imágenes del San Fermín permiten prever serios inconvenientes a tal idea. San Fermín es el toro. Es el encierro. Y son las corridas de la tarde.

Pero los tiempos avanzan... y las sensibilidades cambian. Desde hace años aumenta el número de voces refractarias al uso de animales en las fiestas populares. Los colectivos animalistas, especialmente el partido político más votado sin representación parlamentaria, el PACMA, exige la abolición de las corridas y cualquier espectáculo que implique algún tipo de sufrimiento animal.

Por estas fechas han vuelto a lanzar a través de sus redes un vídeo en el que reivindican unos sanfermines sin toros o sufrimiento animal.

Fieles a sus espectaculares manifestaciones, los animalistas se han exhibido con los torsos desnudos portando cubos llenos de un líquido rojo, que luego se derramaron en la cabeza. Pretendían así denunciar la muerte de animales sólo por diversión.

¿Sólo por diversión? Detrás de los toros, hay algo más importante que la diversión de buena parte de los asistentes o la tradición. Detrás de los toros hay dinero. Mucho dinero.200.000 empleos entre directos e indirectos

Según cifras del ministerio de Cultura, los toros siguen siendo el segundo espectáculo de masas en España, sólo por detrás del fútbol. Entre 2014 y 2015 remontó un 12% la asistencia a los festejos taurinos. Más de 1,8 millones de espectadores acudieron a plazas de toros de primera categoría. Se vendieron 6.125.000 entradas. Cada año los toros generan unos 60.000 empleos directos y otros 140.000 indirectos.

(Te interesa leer: Los toros generan más IVA en España que el cine)

Sin embargo, estos números no impresionan a los colectivos animalistas, partidarios de que la economía orbite en torno a otras actividades que no perjudiquen el medio ambiente.

En Valencia, la prohibición del ‘bou embolat’ (el toro al que se le adhieren dos antorchas a los cuernos) en las pedanías de la ciudad ha causado grietas en el equipo del alcalde Joan Ribó. Hubo algunos concejales socialistas y otros de Compromís incómodos por las prisas adoptadas en la prohibición.

Quizá la premura estuvo motivada como reacción a la histórica manifestación pro taurina que recorrió las calles de la ciudad del Turia el 13 de marzo de este año. Bajo el manifiesto “No toleraremos ni la injuria ni el insulto”, miles de personas encabezadas por grandes figuras del toreo reivindicaron el carácter cultural de la fiesta del toreo.

Después de la prohibición del Toro de la Venga, una victoria incuestionable de la presión de los colectivos animalistas, San Fermín aparece como nuevo foco de reivindicación y protesta. Pero existen diferencias cualitativas -los toros no mueren a lanzazos, un método que resulta menos tolerable para la mayoría- y, sobre todo, cuantitativas: Hacienda recauda 130 millones sólo gracias al IVA. Poderoso caballero es don dinero.

Sigue @martinalgarra//

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