
Más allá del esclarecimiento de los trabajos de espionaje de Villarejo, la Policía Judicial sigue trabajando en el rastreo de su fortuna. Los agentes tienen acreditado que, solo en España, el comisario jubilado amasó 20 millones de euros; sin embargo, todavía buscan fondos ocultos en el extranjero ante la sospecha de que movió gran parte del capital para complicar su investigación. Por ese motivo, los agentes de la Unidad de Asuntos Internos designados en la causa han recurrido a más de una decena de bancos para acotar el destino final de este patrimonio.
Un oficio policial del pasado 10 de julio, al que ha tenido acceso La Información, revela que en los cerca de tres años de instrucción del caso Tándem han acreditado el cobro en cuentas de su entramado empresarial de los encargos a clientes de la talla de BBVA, Iberdrola, los hermanos Pérez Maura o Susana Cereceda. Ahora bien, el estudio parcial de todos y cada uno de estos trabajos ha puesto de manifiesto que son "continuos" los movimientos y transferencias de capital entre cuentas de diferentes sociedades del agente encubierto y que incluso se valió de "cuentas puente" o préstamos entre firmas de su red para evitar la trazabilidad del dinero.
En palabras de los agentes policiales, "evidencia una operativa orientada a la transformación o enmascaramiento de los capitales cobrados consecuencia de las actividades investigadas". Por ese motivo, y ante la sospecha de que repatrió gran parte de la fortuna oculta en el extranjero a fondos en España, la Policía ha pedido ayuda a un total de once bancos. El requerimiento, del que se ha hecho eco la Fiscalía Anticorrupción, trata de esclarecer todos los datos relativos a un total de 37 cuentas bancarias que el comisario abrió en las entidades Santander, Sabadell, Bankinter, BBVA, Targobank, Bankia, Abanca, Ibercaja, Caixabank, Cajamar y Caja Rural del Sur.

Tras el dinero en el extranjero
Con todo, no es la primera vez que los investigadores del caso Tándem rastrean el pago de los encargos. Hace apenas unos meses, volvieron a recurrir a los bancos para apuntalar el destino final de los 10,28 millones de euros que el BBVA ingresó en cuentas del Grupo Cenyt para costear los trabajos contratados entre 2004 y 2017. Sin embargo, en esta ocasión el objetivo es llegar hasta el final de todos estos fondos más allá de la gestión hecha en cada uno de los encargos. De hecho, los agentes recuerdan en su oficio que en estos años de investigación han descubierto que Villarejo, para canalizar el cobro de estos trabajos ilícitos, creó "una compleja estructura societaria" que cuenta con un capital de 20 millones de euros.
A ello hay que sumarle otra "paralela" que puso en marcha en el extranjero. Los agentes admiten que, las dimensiones y el capital de este último entramado "permanecen pendientes de esclarecer por completo" y ello pese a las al menos siete comisiones rogatorias libradas desde la Audiencia Nacional a países como Uruguay o Paraguay. Los agentes sostienen que esta estructura de sociedades en el extranjero sirvió como destino para ocultar los pagos de sus encargos privados (como ocurrió con el proyecto King que se investiga en la pieza principal) y, a su vez, fueron utilizadas como canal para introducir en España los fondos obtenidos.
Recuerdan los investigadores, al respecto, la conversación que mantuvo el 7 de marzo de 2012 Villarejo, su socio Rafael Redondo y el empresario Francisco Menéndez Rubio, 'El Pagafantas'. La reunión se enmarca en las negociaciones para cerrar el proyecto King, relativo a un trabajo que Cenyt realizó para una rama de la familia del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, en plena guerra interna por la sucesión al trono. Este espionaje, que fue el primero de todos los investigados en la macrocausa Tándem, se presupuestó en 1,6 millones de euros, cuantía que se transfirió a cuentas controladas por Villarejo en Reino Unido, Panamá y Uruguay. "Llevo treinta años haciendo maldades y cobrando y pagando en todos los países del mundo", dijo el policía a sus interlocutores mientras trataban de fijar cómo canalizar el cobro de esta cuantía que venía directamente de Guinea.

Siete días de plazo
La Fiscalía Anticorrupción respalda la petición de los agentes y pide al magistrado que dé luz verde a la diligencia para acotar el rastreo de su patrimonio. En su escrito, del 17 de julio, los fiscales al frente del caso aseguran que las mercantiles del Grupo Cenyt presentan una estructura circular de particiones que dificulta la titularidad real de las cuentas y añaden que, hasta el momento, aparecen vinculados a la misma la mujer de Villarejo, Gemma Alcalá; su socio Rafael Redondo; su hijo José Manuel Villarejo Gil y su presunto testaferro Juan Carlos Escribano. Al respecto, los fiscales piden que el requerimiento judicial se efectúe de manera urgente y con un plazo máximo de siete días al tratarse de una causa con preso.
Como ya hicieran en otras ocasiones, advierten de que las entidades tienen que dirigirse a sus respectivos Servicios Centrales de Prevención de Blanqueo de Capitales y les recuerda que la información reclamada relativa a la titularidad de las cuentas y los productos contratados es "estrictamente confidencial", por lo que "en ningún caso" pueden dar traslado a los titulares de las cuentas de las diligencias solicitadas y que están pendientes de ser autorizadas por el magistrado Manuel García Castellón. Cabe recordar que parte de los 20 millones amasados por Villarejo provienen de lo que percibió por el BBVA (10,3 millones); Iberdrola (1,1 millones), Herrero y Asociados (302.000 euros) o los hermanos Pérez Maura, entre otros muchos. De estos últimos cobró cerca de 7,5 millones por frustrar la extradición de uno de ellos a Guatemala.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios