Que cruzó con una empresa alemana

​La Policía analiza los 'mails' de la asesora de Pablo Iglesias para recuperar su móvil

  • El juez del caso Villarejo encarga a Asuntos Internos que indague esta cadena de correos de Dina Bousselham tras recibir su tarjeta dañada. 
dina bousselham
dina bousselham
EFE

El magistrado del caso Villarejo, Manuel García Castellón, ha reactivado la investigación relativa al presunto robo del teléfono móvil de Dina Bousselham, exasesora de Pablo Iglesias. Para ello ha requerido a la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional que examine detenidamente unos correos electrónicos que la propia exdirigente regional de Podemos ha aportado al caso Vilarejo. Se trata de unas comunicaciones de las que ella misma dio cuenta en su declaración en sede judicial la pasada semana y que vendrían a probar que intentó recuperar a todas luces el contenido de la tarjeta telefónica que recibió de manos de Iglesias completamente ilegible. 

En una providencia del pasado 20 de mayo, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 encarga a la Policía Judicial de esta macrocausa el "análisis técnico" de esta cadena de mensajes que cruzó con una empresa extranjera con la que contactó para intentar recuperar el contenido del dispositivo sustraído. De acuerdo con la versión que ella misma prestó como testigo en la Audiencia Nacional, Pablo Iglesias le hizo entrega de la memoria en verano de 2016, medio año después de que él la recibiera de manos del entonces presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio. 

Su testifical en el marco de la pieza décima del caso bautizada con el nombre de pila de la exdirigente de Podemos, abrió un nuevo frente en la investigación puesto que ahora el objetivo no está solo en esclarecer quien le sustrajo el teléfono en 2015 sino también que pasó en ese tiempo para que la memoria la acabara recibiendo ilegible. Según dijo ella misma, cuando el vicepresidente segundo del Gobierno la recuperó, ésta estaba intacta; incluso la visionó con Asensio. Por ese motivo, se abre ahora una nueva vía de investigación en el marco de la cual se tratará de esclarecer qué paso los primeros meses de 2016 y quién está detrás del destrozo del contenido del teléfono. 

Por ese motivo, el magistrado García Castellón advirtió al término de la testifical que prestó el pasado 18 de enero que su declaración había terminado únicamente "por el momento". Entre las diligencias que estudian acordar los investigadores pasa volver a citar al propio Iglesias, el cual se personó como perjudicado en esta pieza después de que los agentes hallaran entre todo el documental intervenido en los domicilios de Villarejo, un 'pendrive' con el volcado del contenido del móvil. Iglesias expuso entonces ante los investigadores del caso Tándem que el robo del teléfono de su exasesora formó parte de una estrategia liderada por las cloacas del Estado para conseguir información del partido y desprestigiarles atribuyéndoles una financiación irregular. 

No obstante, las líneas de investigación también avanzan en otra vía. Ahora la Policía Judicial examinará todas las comunicaciones que Bousselham se habría cruzado con la empresa tecnológica para poder acceder al contenido del dispositivo. El mismo fue robado mientras hacía la compra en unos grandes almacenes con su pareja en octubre de 2015. Según alegó Bousselham en su primera declaración en sede judicial, alguien sustrajo la chaqueta a su pareja y en ella se encontraba el dispositivo. Por medios que todavía se desconocen, esta tarjeta llegó a Interviú pero desde la revista declinaron publicar nada de lo que guardaba por considerarlo material confidencial y privado de la exasesora de Iglesias. 

Así fue como contactaron al líder de Podemos y le dieron de vuelta la tarjeta. Sin embargo, para entonces, parte del material que almacenaba Dina en su teléfono ya había sido publicado en prensa. En concreto, algunos medios se hicieron eco de 'pantallazos' de su teléfono relativos a conversaciones por chats privados entre Iglesias y su compañero de filas, Juan Carlos Monedero, a quien dijo que azotaría a la periodista Mariló Montero hasta que sangrara. Los investigadores preguntaron a la política por esas capturas de pantalla en su última visita en sede judicial y ella reconoció que las hizo para enviárselas a personas de su círculo íntimo. El fiscal Anticorrupción al frente del caso le planteó la posibilidad de que ella estuviera detrás de su difusión ante una posible enemistad con Iglesias pero Bousselham lo negó rotundamente. 

Los detalles de la denuncia

Entre las contradicciones que afloró esta declaración destaca igualmente el cambio de versión que ha protagonizado. Ni en su declaración inicial ni ante Asuntos Internos informó acerca de una ampliación de denuncia por el robo del móvil que hizo en verano de 2016. Sin embargo, tras sacar a relucir estos hechos en sede judicial, el magistrado no pudo evitar preguntar le los motivos por los que amplió la denuncia inicial de 2015 si ya había recuperado el contenido del su teléfono. Según las fuentes consultadas presentes en la sesión, Bousselham se limitó a decir que actuó de este modo porque todavía no había podido acceder a todo el material que almacenaba en su dispositivo pero negó que este hecho concreto obedeciera a órdenes del partido. 

El avance de la investigación iniciada por la Policía Judicial también puso de manifiesto cómo el material confidencial que acabó publicándose en prensa coincidía con el incautado a Villarejo en el momento de su detención. Los agentes requisaron en los domicilios intervenidos abundante información sobre las estrategias de comunicación del partido así como los documentos 'Seguimiento Pablo Iglesias 30 de abril' y 'Seguimiento Pablo Iglesias 4 de mayo'. También se encontró referencias de publicaciones en las que se hacía alusión a un informe bautizado como PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) en el que se apuntaba a una presunta financiación irregular del partido.  

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