Política social. Erkoreka reclama un modelo social sin carácter universal, consensuado y sostenible

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Josu Erkoreka, reclamó hoy la construcción de un nuevo modelo social que no tenga carácter universal, que sea consensuado y pueda resultar sostenible.
Erkoreka advirtió al presidente del Congreso, José Luis Rodríguez Zapatero, que el actual “modelo no da más de sí. O se retoca o se hunde”. Esas reformas deberán hacerse por consenso porque si no se pondrá en peligro la sostenibilidad, argumentó.
El portavoz peneuvista se preguntó si alguien pensó en algún momento que el Estado del bienestar estaba para “arrullar” en sus brazos a los ciudadanos y atender todas sus necesidades. “Si es así, ya va siendo hora de aclararles” que el sistema social “no puede ser un chiringuito donde se ofrecen todo tipo de servicios a gusto de cada cual, con la etiqueta de gratis total”.
El PNV concibe el Estado del bienestar como una “red para evitar que el que tropieza y cae, se estrelle contra el suelo” y, en consecuencia, “no tiene que tener carácer universal” y puede modularse “atendiendo al poder adquisitivo de cada uno”.
El objetivo es la “concentración de recursos en quien realmente los necesita” graduando políticas sociales “que benefician por igual al presidente del banco y a su jardinero”, como ocurre con el cheque bebé.
La segunda pata de la reforma de un futuro modelo social sostenible es la lucha contra el fraude y, en último lugar, el nuevo diseño debe contemplar una reforma del sistema fiscal que habrá que afrontar “cuando comience a capear el temporal”.
En definitiva, el PNV quiere “sostenibilidad” en contra del “desmantelamiento” y pide a Zapatero que “no aplace” las reformas “aferrándose a posiciones numantinas” que pueden ser “rentables desde el punto de vista electoral” pero que pueden desembocar en el colapso del sistema.
Por eso, Erkoreka instó al Ejecutivo a “plantar cara a la falta de consensos mínimos sobre el modelo social que queremos y sobre cómo lo vamos a pagar”, conjurando así una crisis que podría servir para “desmantelar simultaneamente el edificio social y el edificio autonómico”.