¿Por qué los políticos nunca dan la cara por los atascos, como si no costasen tiempo y dinero?

    • Es el pan nuestro de cada día, que nos hace perder no sólo el humor, sino mucho tiempo y mucho dinero.
    • Extraña que, por lo general, el cabreo ciudadano con los atascos sea inversamente proporcional a la exigencia de responsabilidades.
Restablecido el tráfico en Madrid después de 5 horas de atascos provocados por varios accidentes
Restablecido el tráfico en Madrid después de 5 horas de atascos provocados por varios accidentes

Este lunes ha ocurrido en Madrid. Pero en otro día fue en La Coruña, y mañana será en Zamora, Bilbao o Murcia. Esto es el pan nuestro de cada día de cualquier ciudad. Nos hacen perder tiempo, humor y dinero. Mucho dinero. Por eso me extraña que, por lo general, el cabreo ciudadano con los atascos sea inversamente proporcional a la exigencia de responsabilidades.

Una lluvia torrencial, un atentado terrorista, una gran manifestación suelen provocar complicaciones en la circulación. Está justificado y creo que a nadie se le escapa. Pero, ¿una simple lluvia otoñal?La M40 te quita las ganas de vivir. #AtascoMadrid— Sanh #SinMordazas (@Sannnhh) octubre 19, 2015

¿Qué tiene de raro que caigan cuatro gotas, u ocho, en otoño? Tenemos asumido que debemos soportar un atasco en los días de lluvias como si una cosa necesariamente tuviera que llevar a la otra.

¿Por qué?

"Con lluvias se circula más lento y puede haber más accidentes", se me objetará. "De acuerdo", respondo yo. Pero las autoridades deben tener previsto un plan y deben ser más diligentes los días de lluvia. Estoy dispuesto a admitir que nos podemos retrasar un poco más, pero no el triple, el quíntuple o el séptuple del tiempo habitual… ¡por cuatro gotas!

No se puede tardar tres horas en retirar un coche que se accidentó levemente ¡a las seis de la mañana!, como ha ocurrido en Madrid.Silencio administrativo

Hay lluvias y lluvias, repito. La que ha caído este lunes sobre la capital, al igual que ladel pasado 5 de octubre, no justifica que semejante desbarajuste. Y, sobre todo, semejante silencio administrativo, como si no hubiera pasado nada grave.Hoy otra vez Madrid parado.Un tramo de 2 km en más de 30 minutos #atascomadrid#solucionesya#dondeestalosdemovilidad#zarriodeciudad— Msg82 (@MSerrano82) octubre 19, 2015La filosofía de Steve Jobs

Traigo a colación una anécdota que tiene como protagonista a Steve Jobs, fundador de Apple, un personaje que, por otra parte, no me resulta especialmente simpático.

El que fuera CEO de esta compañía informática regañó a uno de sus ingenieros que no conseguía reducir el tiempo de arranque del sistema operativo. Desde que se pulsaba el interruptor hasta que el ordenador estaba listo para trabajar demoraba demasiado. Jobs insistió tozudamente en reducir el tiempo. El ingeniero le hizo ver que tendría que trabajar mucho, y que lo único que conseguiría sería ganar muy pocos segundos.

¿Pocos?

Steve Jobs tomó un papel y comenzó a garabatear operaciones. Multiplicó esos pocos segundos por las ventas estimadas de ese modelo de ordenador, que pueden figurarse eran millonarias.

Luego multiplicó la cifra resultante por el número de veces que un usuario medio iba a encender y apagar ese modelo de ordenador cada día. Luego lo multiplicó por la vida útil estimada de la máquina. Sumó el tiempo acumulado, que era igual a años, y lo volvió a multiplicar por el coste medio de hora de un trabajador cualificado, que era quien se suponía usaría ese ordenador.

Y presentó el resultado en las narices del ingeniero, diciéndole algo parecido a esto: "¿Te das cuenta de que no tienes que trabajar para ahorrar unos segundos, sino todos estos años, que se traducen en todos estos miles de millones de dólares"?Y encima, las gracietas

El Gobierno, siempre presto a poner un huevo allí donde falta, ha aprovechado la coyuntura para decir que si antes los atascos de Madrid se llamaban "embotellamientos", ahora hay que denominarlos "encarmonamientos".Traedme un bocata que esto no se mueve.— Mr. Be (@mrbebellota) octubre 19, 2015

Ja. Qué gracioso se pone usted, señor secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, don José Luis Ayllón.

"¡Cómo se pone la gente por un simple atasco!", me parece estar oyendo desde despachos oficiales.

Con los atascos sucede lo mismo que con los ordenadores. No perdemos media hora, una o dos. Hoy se han perdido en Madrid miles de horas de trabajo, miles de litros de gasolina, centenares de miles de euros.

Esto debería ir más allá del cabreo rutinario. Aquí hay alguien que se va de rositas y ya va siendo hora de que vayamos impidiéndolo. Nos pasamos escuchando a los políticos hasta en la sopa, y ellos ni siquiera aparecen cuando deben dar la cara. Es más, algunos aprovechan hasta para soltar gracietas.

Sigue @martinalgarra//

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