¿Por qué Mandela era un ser tan especial?

    • Diez anécdotas explican que Mandela fue un ser especial.
    • Experimentó la soledad y el dolor en la cárcel, al salir, demostró al mundo y a sí mismo, que otra forma de ser con el otro era posible.
Diez razones por las que Mandela era un ser tan especial.
Diez razones por las que Mandela era un ser tan especial.
Por Bryan Pearson (corresponsal sudafricano)

1. Por no guardar rencor por los 27 años pasados en las cárceles del apartheid.

2. Por su insistencia para que la "reconciliación" fuese la espina dorsal de una comisión de la verdad creada para curar las heridas de Sudáfrica después de décadas de odio racial.

3. Por ser capaz de tener gestos hacia los otros como ponerse una camiseta de los Springboks durante su presencia en la final de la Copa del Mundo de rugby en 1995. El equipo era mayoritariamente blanco.

4. Por haber dejado la presidencia sudafricana al final de su primer mandato, al contrario de lo que hacen tantos dirigentes del mundo, que una vez que prueban las mieles del poder, se aferran a él hasta que los destruye o hasta que destruyen a los países que gobiernan.

5. Porque hacía que todo el mundo que le rodeaba se convirtiera en mejor persona, porque no era una persona común.

6. Porque Mandela conseguía cambiar el humor de las masas. Los gritos de venganza se extinguían en murmullos, sofocados por un clamor de aprobación. Asistí a un mitin en el gueto de Alexandra, en las afueras de Johanesburgo. La tensión era extrema. Mandela tomó la palabra ante una muchedumbre encolerizada tras una enésima matanza de negros atribuida a la "Tercera fuerza", grupos parapoliciales que alentaban enfrentamientos para torpedear el proceso de desmantelamiento del apartheid.

De repente dejó de hablar. Señaló con el dedo a una mujer blanca que estaba de pie entre los participantes y dijo con una sonrisa: "Esa mujer que está allí me salvó la vida". La invitó a subir al escenario y la besó con cariño. Contó que en 1988, cuando estaba encarcelado en la prisión de Pollsmoor, cerca de Ciudad del Cabo, fue hospitalizado por una tuberculosis y esa mujer, que era enfermera, lo curó.

7. Porque era sensible en cualquier lugar y con cualquier persona: Asistieron a un encuentro prácticamente todos los jefes de Estado y de gobierno de la región. Los periodistas se pasaron toda la mañana esperando una rueda de prensa que no llegaba. Una periodista de radio tuvo que irse a buscar a su hijo al colegio, rezando para que la conferencia no comenzara en su ausencia.

Afortunamente para ella, volvió justo a tiempo, acompañada por el niño cuya "camisa Madiba" contrastaba con los trajes de los demás. Al entrar en la sala con los demás dirigentes, Mandela vio al niño. Sin dudarlo un segundo, fue hacia él y le estrechó la mano diciéndole: "¡Qué amable por haberse tomado el tiempo de venir pese a su agenda apretada!" El niño quedó encantado, y la madre también.

8. Porque era humano. Nos impresionaba la facilidad con la que se adaptaba a su nuevo papel de hombre de Estado. Nos conmovía cuando, de vez en cuando, dejaba entrever su lado humano. Durante su divorcio, confesó públicamente que su mujer, a la que amaba tanto, Winnie, no había pasado ni una noche con él desde su salida de la cárcel. El activista Strini Moodley, encarcelado en Robben Island, cuenta que Mandela siempre tenía una fotografía de Winnie junto a él en su celda. Un día Moodley le pidió la fotografía para hacer un boceto. "Puedes quedártela por el día, pero por la noche vuelve conmigo", le contestó Mandela.

9. Porque estaba pendiente del prójimo: Durante la campaña electoral, Mandela nunca se olvidaba de preguntarles a los periodistas si habían dormido bien y si habían desayunado. Conocía a muchos reporteros y fotógrafos por su nombre. Solía pararse a hablar con ellos.

10. Porque demostró que perdonar libera más que nada: Uno de los momentos más emblemáticos en sus esfuerzos por reconciliar a los sudafricanos fue su visita a Betsie Verwoerd, la viuda del artífice del apartheid Hendrik Verwoerd, el hombre que lo envió a la cárcel.

Bajo el mandato de Verwoerd, que fue primer ministro de 1958 hasta su asesinato en 1966, el Congreso Nacional Africano (ANC) y el Partido Comunista fueron declarados ilegales. Obligado a pasar a la clandestinidad, Mandela fue detenido y condenado a cadena perpetua en 1964 por "actos de sabotaje" y "complot para derrocar al gobierno". El "Té con Betsie" tuvo lugar en casa de ella, en un enclave blanco conocido como Orania, al nordeste de Ciudad del Cabo, en agosto de 1995.

(*) El autor de este testimonio, el sudafricano Bryan Pearson, fue corresponsal de la AFP en Sudáfrica de 1990 a 1999.

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