Portugal en pos de un gobierno "estable y duradero"

  • El primer ministro portugués de centroderecha, Pedro Passos Coelho, quien logró mantenerse en el cargo a pesar de cuatro años de austeridad, enfrenta ahora otro desafío: formar un gobierno "estable y duradero", supeditado el eventual apoyo de la oposición socialista.

Ganador de las elecciones legislativas del domingo, pero ya sin mayoría absoluta, el centrista liberal de 51 años fue encargado el martes de noche por el presidente Anibal Cavaco Silva de negociar un acuerdo con el Partido Socialista (PS), que asegure el carácter perenne de su futuro gobierno.

Si bien la derecha se impuso con cierta amplitud ante los socialistas, con 38,6% contra 32,4% de los sufragios, ahora dependerá del PS para gobernar y se verá casi seguramente obligada a flexibilizar su política de rigor presupuestario.

"Llegó la hora de los compromisos", advirtió el jefe del Estado, quien nunca ocultó su preferencia por una gran coalición como en Alemania o Finlandia.

Sin embargo, esta opción fue descartada este miércoles por el jefe de la oposición socialista, Antonio Costa: una coalición con la derecha "no es imaginable salvo en una situación extrema, como una invasión marciana", ironizó.

Tras una reunión de su partido, que parece más dividido a causa de la derrota electoral, el exalcalde de Lisboa señaló que iniciará consultas con "el conjunto de las fuerzas políticas".

En tanto, el Partido Comunista Portugués (PCP), que obtuvo el 8,3% de los votos en su alianza con los Verdes, declaró en esta jornada estar dispuesto a apoyar un eventual gobierno formado por el PS.

"Una solución de gobierno del Partido Socialista contaría con nuestro apoyo", afirmó el dirigente del PCP, Jeronimo de Sousa, tras un encuentro con el líder socialista.

Por su parte, dispuestos a "gobernar durante cuatro años", el Partido Social Demócrata (PSD) del primer ministro y su socio minoritario, el CDS de Paulo Portas, firmaron este miércoles un acuerdo de coalición.

"Haremos todo para evitar que las elecciones no se conviertan en la antesala de la inestabilidad política", prometió Passos Coelho, que espera reunirse con Costa en los próximos días.

En la futura asamblea, la coalición de derecha contará con 104 diputados sobre un total de 226, contra 85 del PS. Los cuatro escaños restantes, correspondientes a los votos del exterior, serán atribuidos recién el 14 de octubre.

Esto impone la necesidad de alianzas o negociar compromisos puntuales en un parlamento dominado por la izquierda, con 121 escaños en total, que podría amenazar la durabilidad de un gobierno minoritario.

Costa ha dejado entender que no se unirá en lo inmediato con el Partido Comunista y el Bloque de izquierda (partido cercano al Syriza griego), para obstaculizar a la derecha, sin cerrar las puertas a eventuales acuerdos posteriores.

El presupuesto 2016, del cual el gobierno debe comunicar sus grandes líneas a la Comisión Europea antes del 15 de octubre, será una prueba crucial para un futuro acuerdo con el PS.

Si bien Costa, en el momento álgido de la campaña, amenazó con obstruir el presupuesto de un gobierno de derecha, se mostró más conciliador la misma noche de las elecciones.

Fragilizado por su derrota electoral, "el PS terminará avalando la política gubernamental para poder darse tiempo para arreglar sus problemas internos", estima el politólogo Antonio Costa Pinto.

La oposición socialista no tiene prisa en provocar elecciones anticipadas, puesto que podría ser sancionada en las urnas por sumir al país en una crisis política.

Además, una nueva asamblea no puede disolverse durante un plazo de seis meses, por lo que las elecciones anticipadas no podrían convocarse hasta abril de 2016.

Desde el advenimiento de la democracia en 1974, Portugal ha conocido varios gobiernos minoritarios, tanto de izquierda como de derecha, pero sólo uno finalizó su mandato, el del socialista Antonio Guterres (1995-1999).

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