Portugal entrega por primera vez a un presunto etarra a España y aún tiene a dos

  • Lisboa.- El presunto etarra que Portugal ha entregado hoy, por primera vez, a España es uno de los tres detenidos en este país en relación al almacén de explosivos hallado en febrero pasado en la localidad lusa de Obidos.

Portugal entrega al etarra que conducía la furgoneta con explosivos de Zamora
Portugal entrega al etarra que conducía la furgoneta con explosivos de Zamora

Lisboa.- El presunto etarra que Portugal ha entregado hoy, por primera vez, a España es uno de los tres detenidos en este país en relación al almacén de explosivos hallado en febrero pasado en la localidad lusa de Obidos.

La entrega del detenido, Garikoitz García Arrieta, fue difundida por las autoridades españolas mientras en Portugal ni fuentes gubernamentales, policiales o judiciales, informaron en un primer momento del hecho.

García Arrieta y su compañera Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, fueron detenidos en Portugal el pasado 9 de enero cuando intentaban trasladar a este país desde España una furgoneta con explosivos y elementos para fabricarlos.

Tras diversas acciones judiciales el Tribunal Supremo luso aprobó su entrega a España el 31 de marzo, en tanto otra magistratura decidió que un tercer acusado de pertenecer a la organización terrorista, Andoni Zengotitabengoa, debía ser juzgado primero por los delitos que se le imputan en Portugal.

Pero las acciones que había interpuesto la defensa de los detenidos mantuvieron pendiente hasta ahora su entrega a España y han conseguido que la presunta etarra Iratxe Yáñez, siga de momento en Portugal.

En tres sentencias separadas, una del Tribunal de Relación de Lisboa y dos del Supremo, la Justicia lusa decidió hace casi cuatro meses que García Arrieta, Yáñez Ortiz de Barrón y Andoni Zengotitabengoa fueran entregados a España, aunque este último tras responder por sus delitos en Portugal.

Zengotitabengoa es sospechoso de montar el almacén de más de una tonelada de explosivos de ETA hallado en Obidos, a unos 100 kilómetros al norte de Lisboa.

Este presunto etarra fue detenido el 11 de marzo en la capital lusa cuando intentaba huir a Caracas, disfrazado y con un pasaporte mexicano falso.

La Policía lusa no ha encontrado a su compañero, Oier Gómez Mielgo, que vivía con él en la casa de Obidos donde aparecieron, el 4 de febrero, los explosivos después de que ambos abandonaran el lugar precipitadamente unos días antes.

Por su parte Ortiz de Barrón y García Arrieta fueron apresados tras huir de un control policial español cerca de la frontera cuando trasladaban hacia suelo luso la furgoneta con explosivos.

El 25 de febrero el Tribunal de Relación de Lisboa decidió entregar a estos dos acusados a España en cumplimiento de una orden de detención emitida por la Audiencia Nacional española, pero su defensa retrasó el procedimiento con una apelación ante el Supremo.

Todavía estaba pendiente, tras este fallo que la Justicia lusa se pronunciase sobre la decisión del Tribunal Central de Instrucción Criminal luso (TCIC) de inhibirse a favor de la Justicia española en su proceso contra García Arrieta y Yáñez Ortiz para que sean juzgados en España también por los cargos que tienen en Portugal.

A su vez el órgano judicial que falló sobre Zengotitabengoa -el Tribunal de Relación- aceptó que, una vez responda en Portugal de los delitos que se le imputan en relación al almacén de explosivos, sea entregado a España, donde tiene pendiente una sentencia de once años de prisión por actividades violentas relacionadas con ETA.

Zengotitabengoa está ahora procesado en Portugal por práctica, adhesión y apoyo al terrorismo pero los otros dos presuntos etarras sólo están acusados aquí de delitos de robo, uso de documentación falsa y resistencia a la autoridad.

La Policía está convencida de que el destino de la furgoneta que trasladaban a Portugal García Arrieta y Yáñez Ortiz de Barrón era el chalet de Obidos donde la organización terrorista había montado uno de los mayores polvorines hallados en toda su historia.

Entre otros explosivos, la casa guardaba 300 kilos de bombas listas para ser usadas y planos de ciudades españolas y tanto las autoridades de Madrid como las de Lisboa consideran que ese hallazgo impidió que se cometieran atentados en suelo español.

El Gobierno portugués reforzó en los últimos meses su cooperación con España y ambos países constituyeron en marzo un equipo conjunto de trabajo policial que tiene entre sus cometidos específicos la lucha contra el terrorismo de ETA.

Desde entonces se han producido varias reuniones entre los ministros y secretarios de Estado de las carteras de Interior de España y Portugal así como de responsables de las fuerzas de seguridad para coordinar esfuerzos en lucha antiterrorista.

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