Portugal recortará 4.700 millones de euros más entre 2014 y 2016

  • El Gobierno portugués anunció hoy que recortará 4.700 millones del gasto público entre 2014 y 2016 para hacer sostenibles las finanzas del Estado y cumplir las metas de reducción del déficit comprometidas en su rescate financiero.

Lisboa, 30 abr.- El Gobierno portugués anunció hoy que recortará 4.700 millones del gasto público entre 2014 y 2016 para hacer sostenibles las finanzas del Estado y cumplir las metas de reducción del déficit comprometidas en su rescate financiero.

El ministro luso de Finanzas, Vítor Gaspar, informó de las líneas generales de esas reducciones presupuestarias, que superan la cifra de 4.000 millones que había señalado el Ejecutivo y que se suma a los 1.300 millones de euros de ajustes que debe concretar en 2013.

Gaspar explicó en el Parlamento las previsiones que contempla la denominada "Estrategia Presupuestaria" de Portugal para el próximo trienio, en el que los presupuestos del Estado se reducirán en 6.000 millones de euros, equivalentes al 3,6 por ciento del PIB.

Según el ministro en 2014 el país recortará 2.800 millones de euros (1,7 % del PIB), 700 millones en 2015 (0,4 %) y 1.200 millones en 2016 (0,7 %).

El menor ahorro presupuestario del periodo se producirá en el año en el que están previstas elecciones generales en el país, que gobierna con mayoría absoluta la coalición conservadora que encabeza el primer ministro, Pedro Passos Coelho.

Con esos ajustes presupuestarios, Portugal espera cumplir las reducciones de su déficit fiscal comprometidas con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en mayo de 2011 le concedieron un rescate de 78.000 millones de euros.

Los dos organismos aceptaron suavizar las metas fiscales del país ante el aumento del desempleo y la falta de crecimiento.

Portugal debe cumplir ahora un déficit del 5,5 % este año, el 4 % en 2014 y el 2,5 % en 2015.

Gaspar informó además que el Ejecutivo espera bajar ese déficit al 1,2 % en 2016 y al 0,2% en 2017.

El ministro no especificó las áreas en las que se producirán los recortes, aunque en otras declaraciones anteriores de Passos Coelho y miembros de su Ejecutivo admitieron que deberán reducirse los servicios públicos, el número de funcionarios y los gastos y prestaciones sociales del Estado.

Gaspar señaló que la posibilidad de volver a aumentar los impuestos "parece excluida", pero subrayó que "el Estado al servicio de los portugueses solo podrá tener la dimensión que los ciudadanos estén dispuestos a pagar".

El ministro tampoco detalló los ajustes que se harán en las próximas semanas para compensar los 1.300 millones de ahorros presupuestarios que el Tribunal Constitucional declaró ilegales a principios de este mes de abril.

El Ejecutivo ya anunció hace una semana que habrá 800 millones de recortes en todas las áreas de la Administración y "reprogramaciones" de proyectos con fondos europeos y sociedades público-privadas aún por concretar.

La UE y el FMI esperan conocer en detalle los ajustes que compensarán el fallo del Constitucional para desbloquear el tramo correspondiente a abril de los fondos del rescate y dar su visto bueno final a una ampliación en siete años de los vencimientos de la ayuda financiera.

Gaspar mantuvo hoy la previsión de caída de la economía para este año en un 2,3 % e insistió en que se espera el regreso al crecimiento en 2014, año en el que Portugal ya no dispondrá de asistencia internacional y deberá financiarse de nuevo en los mercados.

Passos Coelho comentó en un acto público que a partir de ese año "habrá muy poco espacio para errar" y será necesario eliminar "definitivamente" los obstáculos al crecimiento del país.

"Será una nueva fase de nuestra historia democrática", subrayó el primer ministro, cuya popularidad está en baja y le supera en todas las encuestas la oposición socialista, desalojada del poder en las elecciones anticipadas que siguieron al rescate.

Los partidos de izquierda, que piden con insistencia la dimisión de Passos Coelho, mantienen una férrea oposición a la aplicación de nuevas medidas de austeridad, que consideran culpables del agravamiento de la recesión y el desempleo.

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