Posada rechaza ser el "controlador" de la actividad de los diputados pero "escuchará" a los grupos


El presidente del Congreso, Jesús Posada, rechazó este martes ejercer de "controlador" de las actividades de los diputados, pero aseguró que está "dispuesto" a escuchar los posibles cambios que puedan plantearle los grupos parlamentarios en relación a un mayor control y justificación de los gastos.
Lo dijo antes de participar en la Junta de Portavoces de la Cámara Baja tras la polémica por los gastos del presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, y tras la dimisión del diputado del PP por Teruel Carlos Múñoz. "Son hechos verdaderamente anómalos que han puesto en cuestión esta situación", aseguró.
"Que sean las direcciones de los grupos las que controlen las actividades de los grupos, pero yo no pienso ejercer de controlador de la labor de los diputados", aseguró.
El presidente del Congreso defendió que no le "parece" que tenga que ser la Presidencia del Congreso o el Congreso en general "quien tenga que hacer ese control cuando se está tratando de actuaciones políticas que se hacen desde cada partido y de los condicionantes que cada grupo plantea".
"Estoy dispuesto a escuchar todo lo que me propongan los grupos políticos, verlo a fondo y ver si necesitamos hacer algún cambio, pero desde luego no soy partidario de controlar la actividad del diputado que, en algunos casos, tienen un carácter si no secreto, sí discreto", afirmó.
Posada aseguró que él no tomará "ninguna decisión sin que haya una propuesta de los grupos" algo que dijo que se verá "en próximos días". "Me parece bien que cualquier grupo adopte la actitud que le parezca conveniente", reconoció al ser preguntado por si el PP debería tomar la iniciativa en este sentido.
Insistió en que "los grupos pueden estar mejor preparados" y son "más idóneos para controlar la actividad de los diputados" que la Presidencia del Congreso o los servicios generales del Congreso que, dijo, "no pueden controlar la labor política que realizan los diputados".
"Yo no quiero que eso ocurra", admitió después de poner en valor que los diputados tienen que "hacer viajes para averiguar cosas", "para tener entrevistas", "para ver situaciones". "Eso es lo que pensó el legislador y eso es lo que en estos 35 años ha funcionado bastante bien", dijo para insistir en que "es algo que está funcionando desde 1977" y que un diputado "elegido por una provincia es diputado nacional".
"HECHOS ANÓMALOS"
Posada defendió que los casos de Monago y Múñoz son "hechos verdaderamente anómalos que han puesto en cuestión esta situación". "Estoy absolutamente convencido de que es una minoría minoritaria, no sólo por mi situación actual, por lo que veo, llevo 20 años de diputados y sé cómo han actuado los diputados", afirmó.
Además, defendió que los diputados y senadores puedan acudir a los actos de sus respectivos partidos políticos en su condición de parlamentarios, esto es, que sus viajes sean con cargo a la Cámara Baja y Alta.
"Una de las labores de un diputado y un senador es acudir a los actos de partido, intervenir en los actos de partido, ésa es su labor política", defendió para insistir en que es "razonable" que cuando "un diputado está actuando en un acto de partido" está haciendo "su labor política".
Posada descartó que en estos casos los parlamentarios "actúen en representación del Congreso", "sino que actúan políticamente y en un acto político del partido, están actuando políticamente".

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