Pablo Casado se enfrenta a una nueva crisis interna, esta vez para configurar el grupo parlamentario del PP en el Congreso. Es la siguiente gran decisión que tiene que tomar el presidente de una formación que peleará con Ciudadanos por convertirse en el 'azote' de Pedro Sánchez durante la próxima legislatura. La decisión, que solo puede tomar Casado apoyado por sus más fieles colaboradores, no va a ser fácil y va a generar polémica. Y es que ya se están empezando a registrar movimientos de los 'pata negra' del partido intentando evitar que fichajes estrella como Cayetana Álvarez de Toledo o Daniel Lacalle ocupen puestos de renombre en el equipo.
Los 66 diputados electos del PP ya están comenzando a recoger sus maletines de parlamentarios pendientes de que la decisión de Génova de cómo va a quedar configurado el consejo de dirección del grupo parlamentario. Estos días los contactos entre ellos y los barones regionales se aceleran conscientes de que los elegidos tienen que levantar los ánimos en unas filas que atraviesan un momento delicado. Por eso hay filias y fobias y todas las miradas se dirigen hacia Álvarez de Toledo.
Diferentes fuentes reconocen "presiones de todo tipo" para evitar que la única diputada del PP por Cataluña se convierta en la nueva portavoz en sustitución de Dolors Montserrat. El veto también se amplia a Daniel Lacalle al que, según las mismas fuentes, en el partido tampoco quieren en la cúpula del grupo. Algo similar ocurre con Adolfo Suárez Yllana y con Edurne Uriarte. Los fichajes estrella de Casado, en definitiva, no son bien recibidos en un partido que ahora apuesta por la unidad y por los nombres de la casa.
Son días de movimientos en la sombra, de comidas, de presiones y de sugerencias de nombres. En el 'casadismo', el grupo de fieles que hicieron campaña por él en las primarias contra Soraya Sáenz de Santamaría, lo tienen claro. Su apuesta como portavoz es Guillermo Mariscal, un diputado veterano a pesar de su juventud y que es amigo personal del presidente del PP. Creen que sus 'galones parlamentarios' le posicionan como un excelente candidato. También suena el nombre de la valenciana Belén Hoyo, aunque a sus 34 años consideran que todavía no le ha llegado el momento de ocupar responsabilidades tan importantes.
Lo que sí está claro es que el 'casadimo' tendrá un papel destacado en el nuevo y reducido grupo parlamentario del PP. Nombres como Jaime de Olano, Mario Garcés, Víctor Píriz, la propia Hoyo, Alberto Herrero, Mariscal y Antonio González Terol tendrán un papel destacado en el periodo de sesiones que arranca el próximo martes. "Necesitamos primero un portavoz de perfil conciliador y, a la vez, duro con el Gobierno, que sepa negociar y que tenga buenas relaciones con los medios", consideran fuentes del sector.
El nombre de la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, también es citado como una de las diputadas populares que tendrá galones en la próxima legislatura. Así como la exministra Isabel García Tejerina. Las miradas se dirigen ahora a ellas como responsables de las campañas de las municipales, autonómicas y generales. Carlos Rojas también es otro diputado que debería tener responsabilidades importantes por su trayectoria.
Otro de los dilemas a los que se enfrenta Casado durante estos días es decidir el destino de los exministros de Rajoy que siguen en el Congreso. Tejerina tendrá poder, pero no queda claro el papel de Ana Pastor y de Rafael Catalá. Algunas voces han apuntado a la todavía presidenta del Congreso como futura portavoz parlamentaria, pero desde su entorno más cercano se descarta ese papel. Y sobre el extitular de Justicia también hay serias dudas de que pueda aguantar en un hemiciclo tomando un papel secundario y, a la vez, formando parte de varias empresas privadas, como el despacho Herbert.
Desde algunas baronías, especialmente desde la Galicia de Alberto Núñez Feijóo, se mira con lupa la configuración del comité de dirección del grupo popular. No quieren más errores y por eso existen presiones para que los 'outsiders' no formen parte del núcleo de dirección en el Congreso. Cualquier decisión que tome Casado dejará damnificados y críticas, por lo que en el PP afirman que los nombres de los nuevos dirigentes parlamentarios se elegirán prácticamente "por eliminación".
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