Casado sortea la presión de los poderes económicos y fija el 'no es no' a Sánchez

Imagen de Pablo Casado en el Congreso de la Empresa Familiar / EFE
Imagen de Pablo Casado en el Congreso de la Empresa Familiar / EFE

Los 89 diputados del PP no van a facilitar la investidura de Pedro Sánchez. Es el mensaje que tiene previsto salir del Comité de Dirección que se reúne esta mañana en Génova a partir de las 11. Con este posicionamiento, los 'populares' sortean las presiones que les están llegando desde los poderes económicos en los últimos días para que el partido de Pablo Casado contribuya a solucionar la gobernabilidad del país y que ésta no descanse en los independentistas catalanes. Internamente también ha habido movimientos críticos.

No habrá abstención patriótica ni solución de Estado porque Sánchez ya ha escogido a sus socios de investidura y Gobierno. Este es el mensaje que transmitirán. El PP oficializará en este cónclave su ‘no es no’ a Sánchez y dejará claro que no hay ninguna posibilidad de poder negociar nada con un PSOE que prefiere a Unidas Podemos y a ERC para salvar el bloqueo. 

Fuentes cercanas a la dirección del PP confirman a La Información que en los últimos días se han intensificado las peticiones 'sotto voce' para que Casado contribuya a resolver el bloqueo. Se refieren a las presiones que vienen de la gran empresa, esencialmente de la gran banca que tiene sobre la mesa de la amenaza de un impuesto específico, y a las empresas familiares. Ese 'establishment', en definitiva, pendiente de la formación de Gobierno y que preferiría una participación del PP.

Lo que buscan con estas presiones es que el PP favorezca un Gobierno más moderado, alejado de posturas radicales y alineado, en definitiva, con los intereses de los empresarios. En la gran empresa no quieren a Unidas Podemos en el Gobierno y están tratando de mover sus hilos hasta el final. Este fin de semana, según han podido comprobar en Génova, ha habido un incremento de estos movimientos en la sombra para moverles de su postura.

Los poderes económicos también plantean a Génova que esa abstención patriótica podría contribuir a diferenciar a los populares de Vox. En la séptima planta de la sede nacional no comparten este planteamiento y consideran facilitar el Gobierno de Sánchez, aunque sea con condiciones, les haría perder buena parte de la credibilidad que han recuperado con la repetición electoral. 

Fuentes de la cúpula de Génova rechazan, en definitiva, una abstención de cualquier tipo porque "Sánchez no ha puesto nada encima de la mesa". Recuerdan que Pablo Casado llegó a descolgar el teléfono para contactar con el ganador de las elecciones y "no había nadie al otro lado". Este será el posicionamiento que saldrá hoy del Comité Ejecutivo popular.

Feijóo y Cayetana han hablado

Las presiones a Casado no son solo externas. También llegan de dentro. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ya habló de una solución de Estado en la que debería participar su partido para que el Gobierno de Sánchez no dependa ni de los independentistas catalanes ni de EH Bildu. La abstención del partido de Arnaldo Otegi también es necesaria tras perder el PNV su séptimo escaño en detrimento del PP. Según indican fuentes internas, el presidente de la Xunta es consciente de que esta salida auspiciada por el PP es compartida por otros cuadros del partido, aunque no la hayan manifestado en público. Feijóo ha aclarado, eso sí, que ahora mismo no se dan las condiciones para que el PP ofrezca una solución.

Que el PP pacte con Sánchez tendría sus ventajas y sus inconvenientes. Todo ha sido analizado en el partido de Casado. Punto a favor: ayudaría a marcar esa distancia con Vox de la que hablan los empresarios y situaría a los de Santiago Abascal como un partido antisistema junto a la CUP. Este sector del PP introduce en la solución de Estado a Ciudadanos, con lo que el pacto podría alcanzar los 219 escaños, mayoría absolutísima. Punto en contra: podría provocar una crisis en Génova sin precedentes al abrirse a un pacto con Sánchez, de quien siempre se ha renegado, y dejaría a Vox como líder de la oposición.

A favor de una gran coalición también se ha posicionado Cayetana Álvarez de Toledo. La portavoz en el Congreso durante la pasada legislatura -en la cúpula de Génova se da por seguro que repetirá- actúa por libre, aunque con el visto bueno de Casado y el secretario general, Teodoro García Egea. La solución para la número 1 por Barcelona es la de un "Gobierno de Concentración Constitucional".

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