Tras la polémica moción en Ceuta

Vox avisa que no aprobará Presupuestos a Ayuso o Moreno si Casado no rectifica

La abstención del PP en la declaración de persona non grata a Abascal agranda la brecha entre las cúpulas. Casado y Abascal, que fueron amigos, llevan nueve meses sin hablar. Vox estudia otra moción de censura.

Pablo Casado y Santiago Abascal
Vox avisa que no aprobará Presupuestos a Ayuso o Moreno si Casado no rectifica
EFE

La ruptura de relaciones de Vox con el PP por la moción en Ceuta en la que se declaró persona non grata a Santiago Abascal amenaza con provocar un tsunami político en varios de los gobiernos autonómicos y municipales en los que ambas formaciones tienen acuerdos puntuales. Los Ejecutivos de Madrid o de Andalucía son los principales feudos del PP donde la gobernabilidad se antoja inestable debido a este cambio de actitud por parte de Vox. Lo tienen claro: o los dirigentes populares rectifican su postura o no van a apoyar ninguna ley, según explican fuentes de la cúpula de un partido que se encuentra especialmente molesto con la actitud de Pablo Casado.

Vox retira el apoyo del PP a cualquier iniciativa. "Romper relaciones significa romper relaciones, no vamos a sentarnos a negociar nada con el PP", indica un dirigente de la formación de la que dependen los populares en una mayoría de sus gobiernos más importantes. "Que deshagan la moción", añade otra fuente. Es decir, Vox quiere que el PP presente otra moción rectificando la postura inicial del partido en Ceuta o que los dirigentes se posicionen en contra de esa declaración de persona non grata a Abascal. "Lo que no pueden hacer es insultar y, a la vez, pedir nuestro apoyo", concluye otro cargo de la formación.

La situación no es sencilla para varios barones y alcaldes populares. Empezando por Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso aún no ha conseguido aprobar unos presupuestos. La presidenta autonómica tiene previsto lanzar su proyecto de cuentas públicas a la vuelta del verano y será en ese momento cuando Vox exhiba su posición. Lo mismo ocurre en Andalucía, que sí tiene Presupuestos pero donde Juanma Moreno aún tiene en cartera varias leyes importantes. La principal es la nueva Ley de Impulso a la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía, conocida como LISTA, que regula el urbanismo en la autonomía. Los votos de Vox son claves para que puda ser aprobada definitivamente a final de año y el PP, junto a Cs, va a tener que recurrir a la abstención del PSOE para salvar las enmiendas. Juan Espadas es favorable.

Vox quiere que el PP presente otra moción rectificando la postura inicial del partido en Ceuta

Los motivos que ha llevado a Vox a tomar la decisión de romper relaciones son varios. Abascal es quien decidió dar el paso. El presidente de la formación consultó el movimiento político que podría complicar la legislatura a varios barones con su núcleo duro. Hubo unanimidad en que había que marcar distancias con un partido, el PP, que, según denuncian, lleva meses agraviando a quienes después recurren para aprobar leyes o conseguir investiduras. Es, dicen, la gota que ha colmado el vaso. Vox descarta, en cualquier caso, romper los actuales gobiernos del PP pero sí apunta a que "la relación a partir de ahora no va a ser la misma". Hay algún dirigente que, incluso, se ha posicionado a favor de ir más lejos pero, de momento, la formación prefiere esperar. 

Fuentes de la dirección nacional del PP matizaban este lunes el posicionamiento de la formación en Ceuta y manifestaban su rechazo a los cordones sanitarios. "No es nuestra forma de hacer política, y no vamos a participar nunca en ese señalamiento que el PP ha sufrido durante años", afirmaron, añadiendo que "desde el PP nos reafirmamos en que nuestro adversario político es Pedro Sánchez", y no Vox. Para la formación presidida por Santiago Abascal estas palabras son insuficientes y, como decimos, reclaman un posicionamiento más claro y una rectificación.

Hay que recordar que PP y Vox se distanciaron de manera clara tras la moción de censura presentada por el grupo parlamentario dirigido por Iván Espinosa de los Monteros. En el debate, con Abascal de candidato a la Presidencia del Gobierno, Casado rompió casi todos los puentes con quien, hasta entonces, había sido su amigo. Ambos lo reconocían. Fue un discurso duro, un cambio radical de posicionamiento político, que a Abascal le dolió especialmente. Una mención especialmente, esta: "El PP es nuestro partido, pero no es nuestra patria. Nuestra patria es España y por nuestra patria este partido, que usted conoce bien y que a usted le conoce muy bien, ha pagado un tributo de sangre, que ahora pisotean personas como ustedes. No sé cuál es su idea de patriotismo, pero yo no lo concibo como un insulto a los que dan su vida por la libertad de todos, especialmente cuando han sido tus compañeros".

Fue el momento de la ruptura personal de Abascal con Casado y ahora llega el momento de la ruptura entre formaciones. Las relaciones, en estos nueve meses que han pasado desde la moción de censura que salvó Sánchez sin problemas, han sido escasos. Vox apoyó sin problemas la investidura de Isabel Díaz Auso en Madrid, pero sobre poco más han hablado. Existen contactos entre portavoces o dirigentes medios, pero la relación al más alto nivel se encuentra desde octubre compleamente rota. 

Septiembre será un mes importante para pulsar la salud de las relaciones entre PP y Vox. Por tres hitos, esencialmente. La citada Ley de urbanismo de Andalucía, que marcará un antes y un después (hay que recordar que sobrevuela un posible adelanto electoral, aunque los populares oficialmente lo niegan), los Presupuestos de Ayuso y una posible nueva moción de censura en el Congreso. Vox ha pedido a Génova que la presente pero los populares se niegan a hacerlo. Abascal no ha descartado volver a repetir la jugada en otoño y obligar, de nuevo, al PP a elegir qué hacer: en la votación de octubre Casado y su grupo eligió el 'no'.

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