En la votación de investidura definitiva

PP, Vox y Ciudadanos vuelven a reiterar que no darán un respiro a Pedro Sánchez

Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo, durante la segunda votación de investidura de Pedro Sánchez
Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo, durante la segunda votación de investidura de Pedro Sánchez
Juan Carlos Hidalgo / EFE

La bronca entre las bancadas de la derecha y la izquierda ha continuado en la segunda jornada de votación por la investidura de Pedro Sánchez. Entre citas históricas y reproches de todo tipo, PP, Ciudadanos y Vox han vuelto a mostrar en  el debate que no darán tregua al Gobierno de coalición por su pacto con ERC, acuerdo en el que aseguran también está Bildu. Pero los gestos contra Sánchez y los suyos no han venido solo desde la tribuna de oradores, sino que los diputados tampoco se han cortado en acusar de "falso" al presidente en funciones o de censurar sus palabras desde los escaños. Un rechazo que ha comenzado en la propia intervención del líder socialista, que no ha dudado en mostrar su enfado con la que será su oposición. 

Las hostilidades las ha abierto el propio Sánchez, que ha acusado a la derecha de "bloquear el país" a la vez que les ha acusado de "no saber perder la votación". "Es la España que bloquea, la que no tiene respuesta", ha dicho el jefe del Ejecutivo, que ha sido reprendido con gritos de "qué barbaridad" tras decir eso. Otro momento en el que la bancada de los tres partidos se ha levantado contra el presidente ha sido cuando les ha tachado de "no considerar admisible el pacto con Unidas Podemos", a lo que los parlamentarios de PP, Vox y Cs han reaccionado señalando que lo dijo él mismo". "Fuiste tú, lo dijiste tú", decían casi de forma unánime desde sus asientos.

Sánchez también ha sido el encargado de inaugurar las citas históricas, al recordar unas palabras del presidente en la II República Manuel Azaña, que dijo en su día "todos somos hijos del mismo sol y tributarios del mismo río". Una frase que ya utilizó Mariano Rajoy hace dos años. A esta han respondido tanto Pablo Casado como Santiago Abascal, que han rescatado otra cita de Azaña en la que afirmaba que "les tolero que ataquen la República, pero nunca les toleraré que ataquen a España". Algo que les ha servido para volver a cuestionar el acuerdo con ERC y reprochar al jefe socialista que Bildu no vaya a votar en su contra.

El más duro ha vuelto a ser el líder del PP, que ha reprendido a Sánchez por llamarle "ultra", asegurando que el único que merece ese calificativo son "usted y todos los que le apoyan". Casado, que ha empezado con un alegato a favor del rey al que sus diputados han reaccionado con 'vivas' a Felipe VI, ha afirmado que "las víctimas del terrorismo fueron ultrajadas" por la intervención de Bildu en la jornada del domingo. A esto ha sumado que el jefe del Ejecutivo "mintió" en la campaña electoral porque "sabía que diciendo la verdad no ganaría", señalando además que "su única patria es usted".

Según Casado, Sánchez ha puesto el futuro del país "en manos de golpistas y terroristas", insistiendo en acusarle de faltar el respeto a las víctimas de ETA. Para el líder del PP, el futuro Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos va a suponer la llegada al Consejo de Ministros de "la ideología más criminal de la historia", en referencia al comunismo y a la futura cartera ministerial del líder de IU, Alberto Garzón. Los diputados socialistas también han interrumpido a Casado como han hecho los del PP con Sánchez. Especialmente cuando el líder conservador ha dicho que lo visto en el Parlamento el fin de semana "dio miedo", lo que ha provocado la indignación y la risa a partes iguales entre esta bancada. 

Santiago Abascal se ha diferenciado al empezar su intervención condenando el asesinato de una mujer y su hija a manos de su marido este lunes en Cataluña. Algo que según el líder de Vox se solucionaría con su propuesta de Ley de Violencia Intrafamiliar, que sustituiría a la actual legislación contra la Violencia de Género. También ha repasado varias agresiones en grupo a mujeres, por las cuales ha señalado que todas ellas han sido cometidas por hombres inmigrantes. Esto ha provocado el revuelo en la bancada de la izquierda, con un rechazo aún más severo desde las filas de Unidas Podemos. Además, ha recordado el conflicto diplomático con Bolivia, avisando a los de Pablo Iglesias de que "ya están investigando sus nexos con algunos países de la zona"

La última en manifestar su rechazo frontal al futuro Gobierno ha sido Inés Arrimadas, que ha vuelto a apelar a que haya un "voto valiente" entre los diputados socialistas para rechazar la investidura de su líder por la supuesta connivencia con Bildu y por el pacto con Esquerra. Una reclamación ante la que los diputados del PSOE han respondido con negaciones de cabeza o gritos de todo tipo. 

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