Partido Popular y Ciudadanos han arremetido con dureza contra la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de proponer a Meritxell Batet para presidir el Congreso por el apoyo mostrado por la ministra en 2013 a la celebración de un referéndum en Cataluña.
La número uno popular al Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha criticado la nominación de Batet dado que como diputada "votó a favor del derecho a decidir" en el Congreso durante el debate de una iniciativa que fue apoyada por la mayoría de los representantes del PSC en la cámara baja.
Por su parte, la portavoz de la Ejecutiva de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha redoblado las críticas de Montserrat al asegurar que la futura presidenta del Parlamento "apoyó tres veces el referéndum separatista" en Cataluña.
Asimismo, la dirigente de Cs ha censurado también la posición de Batet sobre la prisión preventiva de los políticos que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo, al recordar que la ministra aseguró -ante los intentos del Gobierno de normalizar las relaciones institucionales y mantener el diálogo con la Generalitat- que "sería mejor que no hubiera presos".
Arrimadas ha lamentado que Sánchez conceda a Batet "el premio de ser presidenta del Congreso" cuando la dirigente del PSC ha planteado en alguna entrevista que habría que "sentarse a hablar" con los que "no reconocen como suyo el marco constitucional" en Cataluña.
Montserrat ha insistido en que el PSOE tiene un "pacto oculto" con los independentistas y que tras las elecciones del 26 de mayo pactará con ellos el Gobierno de España, en lo que será la "segunda parte del pacto de Pedralbes", en referencia al encuentro que Sánchez mantuvo con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en ese enclave.
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