PP y Podemos empujan (sin querer) al PSOE hacia la centralidad

    • Ambos partidos se han empeñado en alimentar el miedo y criticar a los socialistas por sus futuros pactos electorales
    • Los populares insisten en que llegará el desastre si el PSOE pacta con Podemos mientras el partido de Pablo Iglesias desliza la posibilidade la gran coalición
Pedro Sánchez, sobre el apoyo de Merkel a Rajoy ante las elecciones: "Lo respeto, lógicamente no lo comparto"
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El inicio del curso político ha deparado una semana intensa. Rajoy retomó la precampaña en Soutomaior como es habitual y atacó duramente a los socialistas. El desaparecido Pablo Iglesias tras sus vacaciones y lanzó dardos contra el PSOE. Como es lógico tanto PP como Podemos ven al PSOE su máximo rival. Los primeros para despegarse más en los sondeos, y los segundos para acercarse a los socialistas e intentar ser el partido de referencia en la izquierda.

Hasta aquí todo normal. Lo curioso es la táctica empleada por ambos partidos políticos. Es la misma pero tan exagerada que podría volverse en su contra. El PP quiere situar al PSOE en la extrema izquierda y en el caos en sus pactos con Podemos mientras que los de Pablo iglesias atizan a los socialistas con el fantasma de sus políticas de derechas y posibles pactos con el PP. Quien sea un poco avispado se da cuenta de que las dos cosas al mismo tiempo son prácticamente imposible.

La última vez lo vimos este sábado en Barcelona. Rajoy, aprovechando que estaba con su candidato García Albiol, al que le "robaron" la alcaldía tras un pacto de cuatro partidos, volvió a criticar a los socialistas. "Los populares son la única fuerza política capaz de garantizar la unidad de España frente a un PSOE preso de sus alianzas y enjuagues", aseguraba el presidente. Días atrás en el estreno de Carlos Herrera volvía a arremeter contra esos pactos. "Lo que ha ocurrido en algunos ayuntamientos me parece muy poco democrático y acaba generando muchas dificultades para gobernar" . Antes, en Soutomaior ya lo avisaba. La única amenaza es el PSOE: "Lo peor es esa coalición que algunos ya están preparando para evitar que gobierne el PP y esa es la única amenaza en el horizonte para la recuperación de España" . La estrategia por tanto está clara, Pedro Sánchez es capaz de pactar con los extremistas para quitarle de la Moncloa.

El PP quiere recuperar la centralidad, aunque con Ciudadanos y con el PSOE lo va a tener difícil. Lo resumía su nueva líder en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig: "El PSOE ha perdido la centralidad, lo único que busca es quitar al PP de las instituciones pactando con quien sea".

Y desde el otro lado del tablero acusan a los socialistas de lo contrario. Olvidándose de que han dejado Gobernar al PSOE en Castilla La Mancha, Aragón, Comunidad valenciana, Islas Baleares no siendo la lista más votada, Pablo iglesias reaparecía atizando a los socialistas y asegurando que van a ganar las elecciones.

"Felipe González ha resucitado la gran coalición escribiendo un artículo que le ha encantado a la vicepresidenta", aseguraba el líder morado. Para después recordar que PP y PSOE votan en Europa juntos más de una vez. "Los socialistas no demuestran su voluntad de cambiar, lo veo en el Parlamento Europeo donde votan el 80% de las veces votan con el Partido Popular, y lo veo aquí, conSoraya Saenz de Santamaría y Felipe Gonzálezdándose palmaditas el uno al otro".

Pablo iglesias ha vuelto de las vacaciones más sosegado, más tranquilo y ha dulcificado su imagen. Ahora ya no reniega de la unidad popular y abre la puerta a Izquierda Unida en Madrid, Aragón y Andalucía. Podemos apela a la vieja táctica comunista de la unidad popular al ver que se desvanece la opción del 'sorpasso'.

Ya allá por 1933 cuando los socialistas abandonaron la coalición republicana fueron tildados por sus compañeros comunistas de "twin brother" del fascismo, la mano izquierda del capitalismo contemporáneo. La estrategia quedaba resumida así: "El frente único tiene como objetivo combatir a los jefes de la socialdemocracia contrarrevolucionaria y liberar a los obreros socialdemócratas de su influencia". Algo así como que PP y PSOE son los mismo, el famoso PPSOE.

Precisamente por eso la exageración de esta táctica se puede volver en contra y situar al PSOE lejos de los extremos donde ambos partidos quieren colocarle. Entre ambos le están empujando a la centralidad, algo de lo que por otra parte los socialistas hacen gala cuando pueden.

Y si nos remitimos a la encuesta del CIStienen su derecho a hacerlo. Si el uno es extrema izquierda y el 10 la extrema derecha los ciudadanos se sitúan en el 4,56. La frase de que España es de centro izquierda se cumpliría, por tanto. Hasta hace unos meses el PSOE tenía un rival en esa busca de centralidad que era Ciudadanos. Pero en barómetro de julio vimos como los pactos pasaron factura a Ciudadanos que se alejó a la derecha. El partido de Rivera ha pasado de estar en Enero en el 5,1 a pasar al 6,18.

El PSOE apenas ha girado unas décimas desde enero. Del 4,6 al 4,38, es decir muy cerca de la centralidad, que no del centro. Muy lejos de esa centralidad quedan Podemos y el PP. El partido de Pablo Iglesias se sitúa en el 2,08 mientras que el PP en el 8,18.

Este efecto también se le puede volver en contra al PSOE, ya que puede aparentar que pactaría con cualquiera. No hay que olvidar que en la Comunidad valenciana gobierna con Compromis y en Baleares con el Mes, socios futuribles de Podemos en las Generales. Desde Euskadi el Partido Nacionalista Vasco con Urkullu a la cabeza ya se ha ofrecido a apoyar al PSOE en Madrid como el PSE apoya al PNV en el País Vasco. Los nacionalistas no ocultan que estarían más cómodos con Sánchez en Moncloa.

Y por último está Ciudadanos, con el que Susana Díaz está gobernando en Andalucía. Por estabilidad, centralidad política y diálogo es la opción de pacto que más gusta a muchos socialistas. Veremos qué pasa cuando las urnas hayan hablado. Socios al PSOE no le van a faltar.

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