El municipio de El Prat aún sueña con un trozo de 'pastel' presupuestario derivado del plan de los 1.700 millones que el Gobierno iba a invertir en la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Eso sí, lo hace proponiendo una alternativa 'verde' que pone en evidencia la diferencia en el modelo de desarrollo entre Aena-quien propuso alargar la tercera pista a La Ricarda- y En Comú, que es quien gobierna en el ayuntamiento de la localidad, con Lluís Mijoler, y en Barcelona, bajo el mando de Ada Colau. Un modelo de desarrollo que tiene la guerra declarada a los aviones por su hoja de ruta ecologista. Así se recoge en el informe que ha propuesto el Consistorio con la PTP (Promoción del Transporte Público) y que no se centra en la infraestructura del aeropuerto de la Ciudad Condal sino en fomentar la conexión de trenes entre los aeropuertos de Reus, Girona y El Prat como plan 'b' al alargamiento de pistas del aeropuerto.
Este proyecto se ha puesto de largo de forma casi simultánea a la celebración de la mesa de diálogo entre miembros del Govern y del Gobierno de España. De hecho, Pedro Sánchez habría entregado a Pere Aragonés un documento en el que se aparca la ampliación de El Prat, pero no la descarta. De hecho, el Ejecutivo afirma querer mantener sus planes de inversión y mejora del aeropuerto de Barcelona.
El 'plan b' de El Prat, que precisaría de una inversión de 236 millones de euros, se desglosa en cuatro proyectos principales: el que tiene un mayor importe es un nuevo ramal de acceso a las Terminales 1 y 2 del Prat, con un coste de 81 millones y que ya está en construcción. Los tres proyectos restantes son la construcción de dos estaciones en las inmediaciones de los aeropuertos de Girona y Reus, ya licitada esta última, de manera que ambos aeródromos acogieran la oferta 'low cost', y que tienen un importe 45 millones y 70 millones, respectivamente. Además, el proyecto valora poner en servicio la estación de alta velocidad de El Prat, construida ya. Todo ello, defiende el informe, para sustituir los vuelos de corto y medio recorrido y que no condicionaría el "desarrollo de la función de hub" del aeropuerto de Barcelona. El plan también asume la adquisición de entre 10 y 12 convoyes, que irían a cargo del operador que los asumiera, y que tendrían un coste total de 216 millones, aproximadamente.
La idea sería que este nuevo sistema redistribuyera la demanda de turismo y viajeros nacionales con una red de alta velocidad que conectara los principales aeropuertos catalanes con una frecuencia de media hora. El plan estima un tiempo total de desplazamiento de 75 minutos entre Girona y Sants, incluyendo los tiempos de espera, y prevé incluir una tarifa flexible o incluso simultánea en el billete de tren "con adquisición simultánea al billete de avión". De hecho, el plan incluso prevé que haya puntos disponibles para la facturación en las estaciones de partida y llegada finales. En cuanto al tiempo estimado entre las estaciones ferroviarias de Barcelona y los tres aeropuertos, el informe estima por lo menos una hora y cuarto de trayecto.
Para canalizar todo el flujo de pasajeros a los 'puntos calientes' de salida de turismo que serían estos tres aeropuertos, el municipio de El Prat también propone una mejora en las conexiones ferroviarias que recoja los miles de pasajeros diarios de la Península hacia Cataluña. Para ello, el informe promueve la mejora de la conexión entre Madrid y Zaragoza, defiende el impulso del corredor del Mediterráneo de alta velocidad de manera que atraviese la Comunidad Valenciana y haga más eficiente la conexión con Murcia y, por último, fomenta la necesidad de un mejor servicio en el eje norte de España para que no solo Logroño y Pamplona estén a menos de cuatro horas de Barcelona. Además, el documento hace un guiño internacional con la propuesta de más trenes directos con el sur de Francia como entrada de pasajeros europeos.
Se trata de una propuesta que supone el 14% del presupuesto del plan de Gobierno
Por si estas remodelaciones fueran pocas, el proyecto pretende 'exprimir' el sistema ferroviario con desplazamientos nocturnos. En efecto, el plan defiende que los trenes nocturnos eran "una fórmula muy utilizada de viaje antes de la masificación automovilística" y que suponen una buena alternativa para los desplazamientos que tengan un radio de entre 800 y 1.800 kilómetros-lo que supone entre 8 y 12 horas-. El informe critica en este sentido que Renfe solo tenga programados cuatro servicios de este tipo, que están suspendidos por la pandemia. Sin embargo, a la hora de desarrollar la propuesta en el punto 3.7 del informe solo se refieren a la óptima oferta nocturna para la interconectividad en países como Austria, Suiza, Francia, Alemania o Bélgica, sin aterrizar la iniciativa en el ámbito español. Tan solo nombran una sugerencia de una asociación, Luna Train, que estudia la conexión nocturna entre Frankfurt y Barcelona.
Como último punto, cabe destacar que la postura de la PTP y El Prat juega la 'baza' de las tendencias europeas para afrontar el cambio climático y así fundamentar su propuesta. De esta forma En Comú defiende su ideario y se alía con la PTP frente a las críticas de no tener un plan 'b' en El Prat. Una postura que ahora argumentan con una propuesta y que busca a estas alturas recoger las 'migas' de la inversión del Gobierno con una propuesta que supone el 14% del presupuesto inicial. Entre otras fuentes, por ejemplo, el documento cita un estudio de la Agencia Europea del Medioambiente para defender los altos costes ambientales del sector aéreo y, sobre todo, se hace eco de la agenda urbana de 2030 que integra el acuerdo de París, el pacto verde europeo de la UE y las políticas actuales europeas de impuso a la economía verde en el fondo Next Generation.
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