Los precios de la luz impulsan el plan de Ribera para cambiar el mercado eléctrico

  • Informes elaborados para el Gobierno indican que nucleares e hidroeléctricas cobran entre  1.000 y 3.000 millones anuales de más.
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La última semana del mes de abril ha confirmado, una vez más, que el mercado eléctrico español va a su aire. Mientras los precios en Europa registraron una bajada generalizada en los principales mercados (N2EX, IPEX, EPEX SPOT) de en torno al 17%, en España y en Portugal subieron un 3,1%  y un 0,7%  respectivamente. El mercado mayorista eléctrico español destaca por su carestía, lo que se traduce en subidas en el recibo de la luz de los usuarios. Los precios elevados son un factor de presión para que el nuevo Gobierno que forme Pedro Sánchez haga frente a una tarea pendiente y muy delicada: reformar el mercado mayorista eléctrico y con él, la estructura, también fiscal, del recibo de la luz.

La presión es fuerte porque, además de los 25 millones de clientes domésticos, las grandes empresas se quejan. El barómetro que elabora la asociación de grandes empresas consumidoras de electricidad (AEGE) recoge que el precio medio del mercado diario en el mes de abril  fue de 50,1 euros MWh, un 17,5% superior al precio medio de abril de 2018. La cotización de los futuros de electricidad para 2020 a 29 de abril fue de 55,75 euros MWh, un 12,1% superior a la cotización del mercado alemán.

Con esa situación. Los planes para reformar el funcionamiento del mercado se aceleran. La ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, ahora en funciones, admitió a finales de 2018  que el funcionamiento del mercado eléctrico y su fiscalización deben contar con “mejoras importantes”. Fundamentalmente porque no marcha bien. La reforma, según fuentes al tanto de los planes que esbozó Ribera al llegar al cargo tiene que preservar la estabilidad y confianza de los inversores”, pero sin permitir o facilitar  retribuciones excesivas.

Ribera preparó a finales de 2018 un guión para abordar los cambios necesarios en el mercado eléctrico.  Sobre la mesa de la ministra están las conclusiones de los expertos consultados por el PSOE sobre el  pool eléctrico. Una de esas conclusiones es que "los precios de este mercado (tal y como está ahora diseñado) no revelan adecuadamente los costes". En otras palabras, hay tecnologías que cobran por encima de lo que deberían. Con el sistema actual,  según los especialistas que han trabajado para Ribera el parque histórico de generación (nucleares e hidroeléctricas), ha sido sobreretribuido con entre  1.000 y 3.000 millones de euros anuales.

Gráfico luz.
Gráfico luz.

La subida de precios no es exclusiva de España. Circunstancias como el incremento de los precios de los derechos de emisión (CO2) afectan a todos los mercados. Pero parece claro que hay algo que no funciona bien porque, según los datos de la oficina estadística europea Eurostat, la alteración del precio de la electricidad en España es más agresiva que en el resto de los 28 Estados de la UE.

Es algo que también confirmaba un trabajo de investigación de la Facultad de Empresariales Universidad de Comillas. El estudio señalaba que los precios de la electricidad sufrieron un incremento entre 2008 y 2015 en promedio en los 28 Estados de la UE del 31,77%, mientras que en España fue del 69,03%. Por encima de Francia (33,88%) y Portugal (53,78%).

El cambio no será fácil. El mercado mayorista español, como otros mercados europeos, utiliza un mecanismo de fijación de precios marginalista. El precio final lo marca la oferta más cara que entra en el mercado. Es bueno para las compañías de electricidad, pero no tanto para usuarios y consumidores. Entre otras cosas porque aumenta la volatilidad de los precios.

Los cambios no van a ser fáciles. El engranaje de fijación de precios comenzó a tomar forma en 1997 con la liberalización del mercado eléctrico, la puesta en marcha en 2007 del Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel) con Portugal y la constitución de OMIE, las sociedad hispano-portuguesa que gestiona el mercado mayorista eléctrico. Y ningún Gobierno ha entrado a fondo en su reforma.

El ministro de Industria del PP José Manuel Soria, eliminó en diciembre de 2013 las subastas trimestrales que marcaban el precio de la energía para la tarifa regulada. Pasó a un sistema con variaciones de precios diarios y de cada hora para los contadores inteligentes. Era algo que en teoría iba a beneficiar al consumidor. Pero ni Soria ni sus sucesores, hasta la fecha, han entrado a fondo en el problema de cómo funciona el mercado mayorista.

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