Presidente del Senado francés pide reconocer la muerte de argelinos en 1961

  • El presidente del Senado francés, Jean-Pierre Bel, pidió hoy el reconocimiento oficial de la tragedia del 17 de octubre de 1961, cuando entre varias decenas y varios cientos de manifestantes argelinos fueron asesinados por la policía, dirigida entonces por Maurice Papon.

París, 17 oct.- El presidente del Senado francés, Jean-Pierre Bel, pidió hoy el reconocimiento oficial de la tragedia del 17 de octubre de 1961, cuando entre varias decenas y varios cientos de manifestantes argelinos fueron asesinados por la policía, dirigida entonces por Maurice Papon.

Medio siglo después de aquella "trágica represión", Bel hizo este llamamiento junto con el presidente del grupo interparlamentario de amistad franco-argelina, Claude Domeizel, según informan en un comunicado.

Ambos rinden homenaje a las "víctimas olvidadas" de aquella manifestación pacífica y desean que se reconozcan oficialmente los crímenes cometidos, añade la nota.

El 17 de octubre de 1961, convocados por el Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, varios miles de manifestantes pacíficos acudieron al centro de París en familia, incluso con niños, pese al toque de queda impuesto a los "franceses musulmanes de Argelia" por el entonces prefecto de policía Maurice Papon.

Este político fue condenado en 2007, a los 96 años, por complicidad en crímenes contra la humanidad durante la ocupación nazi.

En aquellos hechos, entre varias decenas de manifestantes y varios centenares, según los historiadores, murieron víctimas de la brutal represión que se desató contra ellos.

Para hacerlos desaparecer, numerosos cuerpos fueron lanzados al río Sena, donde hoy el candidato socialista a las elecciones presidenciales de 2012, François Hollande, lanzó unas flores en homenaje a las víctimas.

En la Gran Mezquita de París, en presencia de numerosos cargos públicos, se rezó esta jornada en memoria de los fallecidos.

Además, al caer la tarde, 5.000 personas, según los organizadores, y 2.000, de acuerdo con la policía, partieron del bulevar Bonne Nouvelle, donde a la altura del cine Rex el cortejo de 1961 fue brutalmente frenado.

El ministro del Interior, Claude Guéant, estimó que Francia no debe presentar en ningún caso excusas por aquellos hechos, que los manifestantes piden que sean reconocidos como "crimen de Estado".

En otros puntos de París y sus alrededores se formaron otros cortejos en memoria de las víctimas, a las que hoy los medios galos dedicaron amplio espacio.

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