Presidente independentista catalán acude al juez imputado por "desobediencia"

  • El presidente regional de Cataluña, el independentista Artur Mas, acudió este jueves para declarar ante un juez de Barcelona que lo investiga por presunta "desobediencia civil" al organizar en 2014 una consulta simbólica sobre la secesión de esta región española.

Sobre las 09H45 (07H45 GMT), Mas llegó a la sede judicial acompañado por su ejecutivo, unos 400 alcaldes de la región y otros dirigentes nacionalistas mientras cientos de militantes concentrados para darle apoyo gritaban "¡Todos somos Mas!".

Antes de entrar a la sede judicial, el presidente, pendiente de ser reelegido tras la victoria de su coalición en las elecciones regionales del 27 de septiembre, saludó a los manifestantes alzando cuatro dedos de su mano derecha, un símbolo de las cuatro franjas rojas de la bandera catalana.

"¡Fuera la justicia española!" o "¡Esto no es justicia, es inquisición!", respondían los militantes.

La jornada tenía una especial relevancia para el independentismo, que recordaba el 75º aniversario del fusilamiento por parte de la dictadura de Francisco Franco del presidente catalán Lluís Companys, que en 1934 había llegado a declarar una efímera república catalana de pocas horas.

El propio Mas, acompañado por la alcaldesa de Barcelona, la indignada Ada Colau, acudió temprano al castillo de Montjuic en Barcelona para depositar unos ramos de flores donde su antecesor fue ejecutado en 1940. Antes, se había celebrado una marcha de manifestantes con torchas que reunió a unas 300 personas en su homenaje.

Mas es objeto de una querella por desobediencia, malversación, usurpación de funciones y prevaricación en la organización el 9 de noviembre de 2014 de una consulta simbólica sobre la independencia de esta rica región de 7,5 millones de habitantes.

La investigación también concierne a su exvicepresidenta Joana Ortega y la responsable de Educación del ejecutivo regional, Irene Rigau, que declararon el martes ante el juez.

Aquella consulta, sin valor legal, pretendió reemplazar al referéndum férreamente rechazado por el gobierno conservador español de Mariano Rajoy, pero prohibida por el Tribunal Constitucional que consideró que el ejecutivo regional no tenía competencias para organizarla.

Unos 2,3 millones de personas habían participado en la consulta y un 80% apoyó la independencia.

Estas comparecencias se producen mientras la coalición Junts pel Sí (Juntos por el Sí), impulsada por Mas y vencedora de las elecciones del 27 de septiembre, negocia con la ultraizquierdista CUP para formar un gobierno regional de corte separatista que emprenda un proceso para declarar la independencia en 2017.

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