Presidente luso decide si encarga formación de gobierno a líder socialista

  • El presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, debe decidir si encarga al jefe del Partido Socialista, Antonio Costa, formar un nuevo gobierno, tras la caída el martes del ejecutivo de derecha.

Para el politólogo Antonio Costa Pinto, "lo más probable es que designe primer ministro a Antonio Costa, pero su decisión dependerá de la solidez del acuerdo que se le presentará".

La izquierda portuguesa, unida por primera vez en 40 años de democracia, domina el nuevo parlamento y aspira a formar gobierno para terminar con la política de austeridad.

El martes votó una moción de censura contra el programa de gobierno de derecha, provocando su dimisión tras apenas 11 días en funciones, por lo que el presidente debe designar a un nuevo primer ministro.

Cavaco Silva, un conservador que siempre se mostró reacio a designar un gobierno apoyado por la izquierda que considera "antieuropea" y "opuesta a la OTAN", podría exigir garantías suplementarias al líder socialista.

El mandatario también podría optar por mantener un gobierno de derecha que se limite a gestionar los asuntos ordinarios, a la espera de que se realicen nuevas elecciones, pero el primer ministro de derecha, Pedro Passos Coelho, quien dirige el actual gabinete minoritario, pareció descartar esta opción.

El parlamento no se podrá disolver hasta que no se cumplan por lo menos seis meses de legislatura, por lo cual no se podrán realizar nuevas elecciones a corto plazo. Por otra parte, la realización o no de estos comicios anticipados ya no dependerá de Cavaco Silva, sino del futuro presidente de Portugal, cuya elección está prevista para enero.

El PS firmó tres acuerdos distintos con el Bloque de izquierda, formación cercana al partido Syriza que gobierna en Grecia, el Partido Comunista y los Verdes.

Según el líder del PS, esta alianza permitiría a los socialistas formar "un gobierno estable, responsable, coherente y duradero", que la izquierda radical apoyará en el Parlamento, aunque sin integrar el mismo.

"No creo en la cohesión de esta nueva mayoría y el país tampoco" cree en ella, replicó Passos Coelho.

La izquierda lusa quiere relanzar la economía aumentando los ingresos de los portugueses, poniendo fin a los recortes de los salarios de los funcionarios en 2016, descongelando las pensiones o aumentando el sueldo mínimo de 505 a 530 euros mensuales.

Con esto confía en mejorar la actividad y en consecuencia las finanzas públicas, un ámbito en el que el PS espera rebajar el déficit público a 2,8% del PIB en 2016.

Al mismo tiempo, los socialistas abogan por una lectura "más inteligente y flexible" de las normas fiscales europeas, que propugnan un déficit inferior al 3% y una deuda pública limitada al 60% del PIB.

El programa de la izquierda suscita preocupación en el mundo de las finanzas, si bien Antonio Costa, de 54 años, secretario general del PS y exalcalde de Lisboa, aseguró en varias ocasiones que el apoyo de la izquierda antiliberal, muy crítica con la Unión Europea (UE) y sus reglas presupuestarias, no pondrá en tela de juicio los compromisos internacionales asumidos por Portugal.

No obstante, según el profesor de economía Joao Duque, "salvo que ocurra un milagro económico, los socialistas tendrán que optar entre las promesas hechas a los portugueses y los compromisos internacionales".

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