El preso que 'murió y resucitó' que pide una indemnización de 50.000 euros

  • Fue introducido en una bolsa de plástico de las utilizadas para el transporte de cadáveres y trasladado en un vehículo funerario.
Gonzalo Montoya durante la entrevista en Telecinco.
Gonzalo Montoya durante la entrevista en Telecinco.
Telecinco

Gonzalo Montoya, un hombre que se encontraba en prisión, fue declarado muerto por tres médicos diferentes . Cuando le iban a practicar la autopsia despertó repentinamente, pues había sufrido una catalepsia (una paralización corporal por el que te muestras incapaz de despertar y moverte). Ahora Gonzalo ha pedido una indemnización de 50.000 euros porque nadie le hizo un estudio cardiológico y le dieron directamente por muerto.

"Creo que sí. Es injusto, quiero una respuesta porque yo no estaba muerto. Eran ellos los que querían matarme", manifestó Gonzalo en declaraciones al programa de Telecinco 'Ya es mediodía'. Un caso desde luego insólito en el que se tendrá que pronunciar la Audiencia Provincial de Oviedo.

Montoya fue dado por muerto por error en la prisión de Asturias el 7 de enero de 2018 y ahora reclama a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias una indemnización de 50.000 euros por los daños morales y los perjuicios causados , tanto física como psíquicamente, a él y a su familia. El error se produjo a primera hora de la mañana en el recuento diario de internos, cuando los funcionarios del centro penitenciario encontraron a Gonzalo en la celda 34 del módulo 8 inmóvil y sin señales de respiración. Ante esta situación, se avisó a los médicos del Centro Penitenciario, que tras examinarle concluyeron que había fallecido.

Tras comunicarse el fallecimiento al Juzgado de Instrucción número 1 de Oviedo, que se encontraba en funciones de guardia, fue introducido en una bolsa de plástico de las utilizadas para el transporte de cadáveres y trasladado en un vehículo funerario al Instituto de Medicina Legal de Asturias (IMLA) para que se le realizase la autopsia.

Allí, cuando el recluso iba a ser colocado en la mesa de autopsias, comenzó a emitir sonidos y a moverse, por lo que el personal del IMLA abrió la bolsa, encontrándole allí consciente y con dificultades para respirar, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Según su abogado, fue dado por muerto debido a la falta de comprobación "médica y técnica" necesaria para confirmar "la realidad del fallecimiento", ya que "un simple electrocardiograma" o una monitorización de la función cardíaca hubieran permitido descartar la muerte "de inmediato".

Recientemente, la Guardia Civil detuvo por un robo con fuerza en un taller de reparación de vehículos de la localidad asturiana de Meres a este expreso junto a otro varón y otra mujer.

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