El Camino de Santiago recibe miles de peregrinos cada año que hacen la travesía hasta la catedral de la ciudad gallega impulsados por diferentes motivos, tanto espirituales como turísticos. Y los últimos que van a sumarse pueden causar sorpresa, aunque puede ser una buena manera de expiar sus culpas.
A partir del lunes, varios internos del centro penitenciario de A Lama (Pontevedra) recorrerán el tramo de la ruta portuguesa del Camino, entre Pontevedra y Santiago de Compostela, donde el miércoles a mediodía asistirán a la misa del peregrino.
Según ha informado Instituciones Penitenciarias en un comunicado, los reclusos estarán acompañados en todo momento por profesionales del programa PAIEM, para la atención de internos con enfermedades mentales.
El objetivo de la salida es fomentar la cohesión grupal de los internos y su relación con los terapeutas fuera del centro penitenciario, así como promover su salud mental, reforzar su adaptación social o "dotar de sentido" a su proceso rehabilitador. De este modo, este tipo de presos con problemas mentales, podrán hacer un recorrido que a mucha gente cambia la vida y que quizá les sirva para expiar sus culpas y encontrar un hueco en la sociedad.
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