Presunta miembro del "comando Nafarroa" niega pertenecer a ETA

Madrid.- La presunta integrante del "comando Nafarroa" de ETA María Jesús Arriaga ha negado hoy haber pertenecido a la banda así como que participara en el atentado que en mayo de 1985 dejó mutilado al teniente de Policía José María Izquierdo, hechos por lo que el fiscal ha pedido 30 años de cárcel.

La Audiencia Nacional ha juzgado hoy a Arriaga por el intento de asesinato el 7 de mayo de 1985 en Pamplona de José María Izquierdo con una bomba adosada a su vehículo que, al estallar, le produjo la mutilación de un brazo y las dos piernas.

Según el fiscal, Arriaga fue la encargada de conducir su propio automóvil y llevar hasta la calle de Monasterio de Fitero, en Pamplona, a sus compañeros de comando donde localizaron el automóvil del policía y donde, mientras ella esperaba, Legorburu le adosó a los bajos un artefacto explosivo para después regresar todos ellos al domicilio de la acusada.

Durante su declaración, Arriaga ha asegurado, a preguntas de su abogada, que en 1985 José Legorburu y Mercedes Galdós -ambos ya condenados por el atentado contra el teniente de Policía- la citaron a través de su hermano y le preguntaron si quería colaborar con ETA, a lo que ella se negó en un encuentro posterior.

La presunta etarra ha relatado que cuando éstos fueron detenidos tras el atentado y salió su nombre en los periódicos relacionándola con ellos, decidió irse a París, donde estuvo 12 años trabajando, y posteriormente se trasladó al sur de Francia, donde fue detenida en 2006.

Arriaga ha negado que viviera esos años en la clandestinidad y ha afirmado que siempre utilizó su documentación.

Legorburu y Galdós han comparecido hoy como testigos y han dicho que Arriaga no participó en el atentado y que nunca colaboró con el comando Nafarroa, a pesar de que en sus declaraciones ante la Guardia Civil y un Juzgado de Pamplona la implicaron y la reconocieron fotográficamente.

Legorburu ha señalado que lo hizo "para confundir" a la Guardia Civil.

"En todo escenario de confrontación hay daños colaterales y se implica a gente que no tiene nada que ver", ha indicado el etarra quien ha reconocido que no es "un comportamiento muy loable" pero que se trata -ha insistido- de "confundir" y permitir que "otra gente" se pueda marchar.

En su informe final, el fiscal Carlos Batista ha recordado al tribunal las declaraciones de los dos etarras coimputados que ratificaron posteriormente en dos ocasiones implicando a la acusada.

Además, se ha preguntado si es lógico que por aparecer su nombre en la prensa vinculándola con el atentado permaneciera 20 años en Francia sin tomar ninguna iniciativa para hacer valer su versión y dejar claro "que no tenía nada que ver" con el atentado.

Por el contrario, la defensa de la acusada ha considerado que no hay pruebas para condenar a Arriaga y que las declaraciones de los coimputados ante la Guardia Civil y un Juzgado de Pamplona, que hoy han negado, deben ser corroboradas mínimamente por algún hecho externo, por lo que ha pedido su absolución.