La presunta yihadista detenida en Gandía niega que quisiera viajar a Siria y se escuda en que "era un poco tontita"

  • El fiscal pide nueve años de cárcel para la joven que dijo que "lo único aceptable es cortar cabezas"
EUROPA PRESS

Raja El Aasemy, la presunta terrorista detenida detenida en Gandía (Valencia) en septiembre de 2015, ha rechazado este lunes que quisiera viajar a Siria para combatir en las filas del DAESH y, durante su declaración en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional en su contra se ha escudado en su desconocimiento sobre el Estado Islámico (EI) afirmando que "era un poco tontita".

La acusada, para la que el Ministerio Fiscal pide nueve años de prisión por delito de integración en organización terrorista, asegura que cuando se trasladó a España en 2014 procedente de Marruecos "era muy occidental" si bien entró en contacto con una joven que le adentró en la religión árabe y posteriormente en el Estado Islámico, pese al rechazo de amigos y familiares.

El Aasemy, que se ha negado a responder al Ministerio Fiscal, ha explicado a preguntas de su defensa que esta persona, conocida como Laila, le ofrecía "una imagen muy buena del Califato". Debido a su influencia, ha dicho, se adentró en este ámbito y llegó a llevar burka dos semanas aunque luego se lo quitó porque le parecía "incómodo".

Sin embargo agentes de la Guardia Civil han declarado en calidad de testigo afirmando que la joven portaba esta prenda en el momento de su detención, en la que se incautaron además de un ordenador portátil, pendrives, teléfonos antiguos y una cámara de fotos.

La investigación posterior puso de manifiesto que tenía cuatro cuentas diferentes de Facebook, dos en Youtube (con 81 vídeos de contenido yihadista), una en Google Plus y otra en Twitter, según han indicado los agentes en el procedimiento que instruye la Sección Primera de la Sala de lo Penal que preside el magistrado Fernando Grande-Marlaska.

"SOY TERRORISTA Y ME ENORGULLECE"

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal Vicente González Mota argumentó que la joven, de 19 años de edad, utilizaba las redes sociales para difundir vídeos en los que se ensalzaba el DAESH y adoctrinar así a terceros. En uno de los mensajes enviados en las redes sociales llegó a decir: "Soy terrorista y me enorgullece" o "lo único aceptable era cortar cabezas".

Tres de los vídeos incautados y que se han visionado al inicio de la vista muestran entrenamientos de jóvenes terroristas en Siria, decapitaciones practicadas por niños o información relativa al EI acompañado todo esto por cánticos y leyendas incitando a la lucha y amenazando con represalias a quienes vayan en contra del Califato.

Las conversaciones telefónicas intervenidas revelan que se ofrecía como contacto de la organización terrorista y su intención de "emigrar" con una "hermana del Líbano". Incluso llamó al Consulado de Marruecos en Valencia para gestionar su pasaporte con el cual pretendía viajar al país africano, de ahí a Turquía y cruzar la frontera con Siria.

Otro agente ha hecho mención a su actividad en un foro islámico, restringido únicamente para fieles con un alto nivel de compromiso con el Estado Islámico, "con el fin de realizar adoctrinamiento constante". Allí la acusada reconoció su simpatía con el Califato y dijo: "Si no vuelvo perdonadme".

UN SEGUNDO JUICIO, CONFORMIDAD

Por otra parte, un segundo acusado por delitos de terrorismo yihadista, Said Melloul, ha aceptado este lunes una pena de tres años de prisión, por delitos de enaltecimiento y amenazas, además de 15 años de inhabilitación.

Melloul, de nacionalidad marroquí, fue detenido en Badalona en julio de 2015 ante las sospechas de que se dedicaba a la captación y adoctrinamiento de nuevos militantes para la organización terrorista DAESH.

En sus mensajes convocaba reuniones y encuentros con jóvenes musulmanes en las localidades de Badalona y Santa Coloma de Gramenet, a los que mostraba videos del DAESH, con el fin de convencerlos y adoctrinarlos para que apoyaran la causa de esta organización terrorista, defiende la Fiscalía.

Entre la documentación intervenida en su domicilio, se hallaron múltiples manuales orientados al adoctrinamiento y entrenamiento de yihadistas. Su actividad delictiva en las redes sociales la realizaba mediante la utilización de numerosos perfiles que reiteradamente abría y cerraba, tanto en Facebook como Twitter, algunos de ellos con identidades falsas.

En los perfiles de los que se servía a través de las redes sociales, había publicado gran cantidad de material videográfico de extrema crueldad, así como textos en los que constantemente informaba y ensalzaba las acciones violentas que realiza el DAESH. La información la obtenía de algunos de los canales oficiales de la organización terrorista, actuando como intermediario, agrega el Ministerio Público.

Tras la ronda de testigos y periciales, el procedimiento ha sido suspendido y se reanudará este jueves.

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