El Gobierno ha comenzado a activar la maquinaria de los Presupuestos Generales del Estado de 2021. La ministra de Hacienda y responsable del proyecto de ley, María Jesús Montero, ha firmado esta misma mañana la orden que da el primer paso para la elaboración de estas cuentas públicas claves para la recuperación. El movimiento coincide con las negociaciones europeas de las que saldrán la cuantía y las condiciones del fondo europeo de reconstrucción.
Los Presupuestos son considerados como la piedra de toque para el Gobierno de coalición. La hoja de ruta para confirmar sus políticas y poner negro sobre blanco el grueso del acuerdo firmado por Sánchez y Pablo Iglesias el pasado 30 de diciembre. Con ese horizonte el Ministerio de Hacienda ya trabaja con el escenario de celebrar una reunión de la Oficina Presupuestaria que dirige Teresa Santolaria con los ministerios, organismos autónomos y empresas públicas para indicarles forma y plazos para enviar las correspondientes "fichas". Una parte de este trabajo, por cierto, está hecho con los PGE de 2019 que naufragaron.
A nivel político, los parlamentarios económicos del PSOE ya han recibido la instrucción de avanzar en propuestas e ir intercambiando documentos. Tanto los socialistas como en Unidas Podemos tienen claro que algunas partidas sufrirán cambios importantes. Por ejemplo, se da por hecho que el Ministerio de Sanidad impulsará su gasto y que el de Defensa, por ejemplo, lo contendrá. Todo ello se ajustará una vez que se conozca el montante de las ayudas comunitarias, admiten en Hacienda, un fondo cuyos recursos podrían comenzar a llegar a España en el segundo semestre de este 2020.
Los de este año, por tanto, son unos Presupuestos que se definirán de arriba hacia abajo. Es decir, una vez concretado el reparto del fondo europeo de recuperación, Hacienda podrá tener una mayor precisión de las cantidades para cuadrar el sudoku. También podrá definir el alcance de la reforma fiscal que viene y que abordará subidas de impuestos en cartera como el de Sociedades. "Hay que esperar a las ayudas europeas para concretar el alcance" del proyecto de ley, comentan en el equipo económico de Sánchez.
Otra clave de cara a la andadura de estos Presupuestos, decisivos para completar lo que queda de legislatura, es ERC y la clave catalana. Quim Torra ha presentado un recurso de súplica ante la sala segunda del Tribunal Supremo en contra del señalamiento de vista oral para el 17 de septiembre para estudiar su inhabilitación. El presidente de la Generalitat quiere alargar los trámites para alargar al máximo la resolución del alto tribunal. Si es inhabilitado el vacío conllevaría la convocatoria de elecciones en Cataluña, algo a lo que se comprometió él mismo tras aprobar los presupuestos autonómicos pero que todavía no ha concretado.
A nivel nacional la negociación política ha sumado un nuevo actor con los acuerdos que ha firmado el Gobierno con Ciudadanos para sacar adelante los últimos decretos del estado de alarma y la ley de la nueva normalidad. La formación liderada por Inés Arrimadas se ha abierto a negociar las cuentas públicas siempre y cuando la coalición cambie de rumbos. En el Gobierno han dejado clara cuál es su hoja de ruta y no es la misma que la naranja. Sánchez, en público, ha asegurado que está abierto a "acuerdos transversales", no descartando incuso al PP, con quien está negociando el decreto posCovid para ser aprobado el próximo miércoles en el Congreso.
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