El PP busca cinco votos 'in extremis' para aprobar los PGE y esquivar al PNV

  • El Gobierno y Ciudadanos rondan al PSOE para que destrabe la tramitación parlamentaria de las cuentas públicas al margen de los nacionalistas vascos.
Fotografía de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas
Fotografía de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas
EFE

'In extremis'. A un día de presentar el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2018 en el Congreso, el Gobierno busca sumar los votos que le faltan y asegurarse la aprobación de las cuentas públicas, para lo que ha pedido al PSOE que le ceda cinco votos "al azar" con los que dar esquinazo al PNV. El brazo tendido del PP al PSOE sigue la sugerencia de los propios nacionalistas vascos que le han recomendado buscar avales "en otros caladeros", tras negarse a desactivar el artículo 155 que desde noviembre pasado interviene la autonomía en Cataluña y condición para prestarle su apoyo

El PP tiene hasta finales de abril para convencer a Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu de que el PNV se una a PP, Ciudadanos, Foro, UPN y CC para anular las enmiendas a la totalidad del proyecto. Para sumar al diputado número 176 -el representante de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, quien ya adquirió un protagonismo inusitado por su papel clave durante la aprobación de los PGE 2017- tiene hasta mayo, cuando necesitará la mitad más uno de los votos (176) contra las enmiendas parciales. Pero mientras en Cataluña no se forme Gobierno, el 155 seguirá vigente y el PNV no moverá ficha. 

El enrocamiento de los nacionalistas vascos, institucionalizado este domingo durante el Aberri Eguna, obliga al PP a localizar alternativas que soslayen la cuestión catalana, un terreno en el que enfangarse durante la tramitación parlamentaria de los PGE diluiría el triunfalismo con que el ministro Cristóbal Montoro ha presentado los "presupuestos de la recuperación". 

"Si yo fuera Pedro Sánchez, prestaría cinco votos del PSOE al azar para eliminar ese chantaje del PNV y automáticamente decir y hacer un discurso duro de oposición, pero mucho más digno", ha alentado este lunes el vicesecretario de Política Social y Sectorial del PP, Javier Maroto, quien ha aludido a la "altura de Estado" mostrada por el líder del PSOE con su apoyo al 155 y le ha pedido que ejerza de nuevo esa misma responsabilidad permitiendo que los PGE salgan adelante. 

Pero el PSOE continúa instalado en su "No es no" y votará contra los PGE para 2018. Los socialistas consideran que estas cuentas consagrarían los recortes del gasto, la desigualdad y los bajos salarios y que desviarían el crecimiento de un nuevo modelo más sólido. Para los socialistas, además, la subida de las pensiones anunciada es "positiva, pero insuficiente" y exige garantizar por ley el poder adquisitivo de los pensionistas.  Pedro Sánchez ha remachado este lunes su oposición a los Presupuestos, entre otras cosas porque son unos presupuestos "ideológicos" que buscan "consolidar un Estado social mínimo, 'low cost'".

También Ciudadanos ha pedido un gesto al PSOE, al reclamarle primero que se abstenga y permita que las cuentas del Estado "avancen" y acusarle después de convertirse en "cómplice de los separatistas" si se niega a flexibilizar su postura. En palabras del secretario general del partido naranja, Albert Rivera, Sánchez debe darse cuenta de que "no pasa nada por abstenerse o negociar". Pero las últimas declaraciones de su secretario de organización, José Luis Ábalos, y del de Política Económica, Manuel Ecudero, no hacen atisbar cambios en su posición.

De cara a la opinión pública, el PNV lo tiene complicado y el PSOE, aún más difícil si el PP juega bien sus cartas. El Gobierno, además, se guarda un as en la manga: el llamado cupo vasco. El acuerdo sellado en mayo pasado a cambio del apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado de 2017 no comprometen de facto los futuros pactos fiscales del concierto económico vasco pero les dan aliento. El PNV podría ser tildado de insolidario por arriesgar la subida de entre el% 1 y el 3% de las pensiones y la puesta en marcha de otros epígrafes de tintes sociales como la mejora salarial de los funcionarios, la equiparación  salarial en las Fuerzas de Seguridad, becas, plan de vivienda, permisos de paternidad, el cheque bebé... y todo aquello que depende de la aprobación de las cuentas públicas este año. 

CUPO VASCO

Una herramienta capaz de desestabilizar Gobiernos

El Cupo vasco, el puño de hierro en las relaciones entre el Estado y el País Vasco, el guante de seda entre Gobierno central y autonómico es una herramienta tan flexible que cada cinco años se convierte en un pulso entre ambas administraciones, ya que fija la cuantía que el País Vasco, que tiene su propio sistema de impuestos, aporta a las arcas nacionales por servicios que proporciona el Estado pero que recauda Euskadi. Se trata de compensaciones fiscales con las que se busca, además, equilibrar la carga impositiva de los ciudadanos españoles con indiferencia de su lugar de residencia.

El PSOE no se salvará de etiquetas. El Gobierno le acusará de dejar en la estacada a los jubilados después de haberse puesto a la cabeza de la manifestación y haber hecho bandera de ellos durante meses y los socialistas pondrán en su boca la debilidad de un Rajoy incapaz de gobernar sin prorrogar cuentas. Todos miran a Cataluña, y el PNV... al PSOE, al que intentará presionar para que, si Cataluña no avanza, dé el paso como ya hizo con el 155. 

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