Relación fraguada durante la pandemia

Moncloa mantiene una vía abierta con Cs desde mayo para allanar los PGE

Presidencia informa semanalmente al partido presidido por Inés Arrimadas de la evolución de la pandemia y de otros aspectos económicos. Unidas Podemos ha suavizado su posición y acepta la negociación.

Cs apoyará el nuevo decreto tras el Estado de Alarma
Sánchez y Cs mantienen desde mayo un contacto discreto para allanar los PGE
Moncloa

Pedro Sánchez se está trabajando con intensidad la vía Ciudadanos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2021. Moncloa mantiene una relación constante y fluida con la formación presidida por Inés Arrimadas desde el pasado mes de mayo, según confirman fuentes de ambas partes, lo que hace que la negociación de las cuentas públicas con la formación naranja no vaya a arrancar de cero. Todo lo contrario. Prácticamente todas las semanas Presidencia y Cs han intercambiado información, papeles e impresiones en una entente discreta que se fraguó durante el estado de alarma y que ha sido cultivada a lo largo de los últimos cuatro meses. 

Miércoles 5 de mayo. Moncloa y Ciudadanos negocian la cuarta prórroga del estado de alarma en plena desescalada. Pasadas las ocho de la tarde llega un acuerdo 'in extremis'. En ese pacto Arrimadas y su equipo negociador logran arrancar a Sánchez una negociación de tú a tú: "El Gobierno mantendrá contactos semanales con Cs para informar sobre la crisis sanitaria, así como dialogar y, en su caso, consensuar medidas de implementación del Plan para la transición hacia una nueva normalidad, también conocido como plan de desescalada". No era el primer pacto, ya que hacía un mes que ambas partes venían acordado prórrogas del estado de alarma y decretos leyes, pero sí el más importante desde que se inició la pandemia.

Desde entonces esa relación Gobierno - Cs se ha mantenido de forma fluida, prácticamente con periodicidad semanal, incluido el verano. Las conversaciones, siempre discretas, han sido protagonizadas por Félix Bolaños, secretario general de la Presidencia del Gobierno, y José Antonio Montilla, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes; y por Edmundo Bal, portavoz adjunto de Ciudadanos; Marina Bravo, secretaria general; Carlos Cuadrado, vicesecretario general; y José María Espejo-Saavedra, vicesecretario general adjunto. Incluso ambos equipos han mantenido dos reuniones presenciales el 12 de junio y el 2 de agosto en las que han intervenido la vicepresidenta primera Carmen Calvo y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias.

Sobre el contenido de las conversaciones las fuentes consultadas explican que se han abordado "asuntos de diversa índole": desde la prolongación de los ERTE hasta la famosa ley del metro y medio (hay que recordar que el Gobierno rebajó la distancia de seguridad de 2 metros a 1,5 por exigencia de Cs en el famoso decreto de nueva normalidad). También han hablado de Presupuestos y de la necesidad de aprobar un proyecto de ley "nuevo" y, junto a él, "otro techo de gasto".

Sánchez se reunirá esta tarde en Moncloa con Inés Arrimadas para allanar un pacto de Presupuestos totalmente inédito. Hace un año Ciudadanos estaba dirigido por Albert Rivera y aún quedaba un mes para que levantara el veto a un posible acuerdo con el PSOE. En los últimos meses, en cambio, la formación naranja ha salvado al Gobierno de coalición en varias ocasiones y mantiene una relación de tú a tú que anticipa acuerdos no solo en el tema económico. La suma PSOE, Unidas Podemos y Cs daría a Sánchez encarar la negociación de cuentas públicas con 165 escaños.

Pero para llegar a esa suma hace falta aún pactar en el seno de la coalición un "Presupuesto de Gobierno". Este martes la ministra de Hacienda y portavoz dejaba atrás la tirantez interna de las últimas horas afirmando en público, tras la rueda de prensa del consejo de ministros, que "los Presupuestos son Presupuestos del Gobierno; eso significa que las dos fuerzas políticas del mismo tienen que sentirse cómodas". Problema zanjado y ambos partidos contentos. Más tarde habrá que acoplar ese proyecto o borrador a las exigencias de Cs, si es que esa negociación es fructífera, y eso se tendrá que hacer con Nacho Álvarez, número dos de Pablo Iglesias en la vicepresidencia segunda, como negociador.

La vicepresidenta tercera Nadia Calviño ya ha dado pistas de cómo puede ser el proyecto de ley que salga del consejo de ministros. El área económica del Gobierno trabaja en un escenario de congelación de las principales subidas fiscales que contenían los Presupuestos pactados en 2019 con Unidas Podemos y que fracasaron por la negativa de ERC a apoyarlos. Impuesto de Sociedades, con un recargo a bancos y energéticas, IRPF a las rentas más altas o diésel eran algunas de las figuras que iban a cambiar al alza, tal y como confirmaron socialistas y morados en su acuerdo de coalición del mes de diciembre. Pero la situación ha cambiado y el tándem Calviño-Montero contemplan ahora únicamente "retoques puntuales" en alguna figura fiscal, tal y como recordó la propia vicepresidenta.

Podemos está generando el caldo de cultivo para rechazar de plano estos planteamientos más cercanos al liberalismo naranja que al espíritu de la coalición. Su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, insistía la semana pasada en una amplia reforma fiscal y urgente para que grandes empresas y rentas altas paguen más impuestos, poniendo sobre la mesa las cartas negociadoras de los morados de cara a las próximas semanas.

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