Casado se declara incompatible con el Gobierno de coalición

El PP (sin Cayetana) descarta negociar los PGE y congela la renovación del CGPJ

Génova renuncia sentarse a dialogar con Sánchez unas cuentas públicas que preteden incluir una subida de impuestos, a pesar de que Álvarez de Toledo lo sugirió. La renovación de RTVE queda pendiente.

Sánchez y Casado sellan un acuerdo para la sanidad pero rompen por la economía
El PP 'postCayetana' descarta negociar los PGE y congela la renovación del CGPJ.
EFE

El PP está aprovechando el verano para aquilatar su estrategia de cara a lo que queda de legislatura. A Pablo Casado y la cúpula del partido no les importa que Pedro Sánchez lleve más de cien días sin llamar a Génova y han empezado a asumir un papel de "oposición útil", lo llaman. A pesar de que hay varias vías de contacto abiertas entre el Gobierno y Génova, la clave de bóveda de la legislatura, los Presupuestos, es una línea roja para los populares. Fuentes de la dirección confirman a La Información que, pese a la salida de Cayetana Álvarez de Toledo de la portavocía del Grupo Parlamentario en el Congreso, descartan abrir una negociación con el Ejecutivo de coalición. Es un giro más al discurso pronunciado hasta ahora. El PP de Casado se declara así incompatible con el Gobierno de PSOE y UP.

El PP 'postCayetana' no va a recoger el guante que lleva semanas lanzando el Gobierno. Renuncia, de esta forma, a conocer qué proyecto de ley presupuestaria tiene previsto aprobar el consejo de ministros. Lo explican fuentes de la dirección del partido: "Descartamos negociar los PGE porque nuestras posiciones económicas son incompatibles". Es decir, todo lo contrario a lo que sugirió Álvarez de Toledo en su sonoro 'portazo' de la portavocía cuando sugirió que se podría abrir una nueva etapa de entendimiento entre Sánchez y Casado tras su destitución fulminante.

El PP concluye que hay demasiadas líneas rojas para sentarse a negociar siquiera. Una de ellas es la subida de impuestos. Lo repitió la dirección del partido en el curso de verano de El Escorial que reunió a Luis de Guindos, Fátima Báñez, Miguel Arias Cañete, Daniel Lacalle y Manuel Pizarro. También Antonio Garamendi, presidente de CEOE. Y lo confirmó el propio partido en la votación de las conclusiones del grupo de trabajo económicos en la Comisión de Reconstrucción del Congreso. Precisamente los planes del Gobierno de coalición pasan por todo lo contrario: una reforma fiscal en la que se contempla una subida del Impuesto de Sociedades, del IRPF a las rentas altas o un recargo al diésel, sin olvidar la tasa a los ricos que Unidas Podemos no ha olvidado a pesar de que Sánchez la ha frenado.

A pesar de las distancias, vías de comunicación entre Gobierno y PP existen. No solo en el ámbito sanitario, con Ana Pastor a la cabeza, que fue capaz de llegar a un acuerdo antes de las vacaciones. Las riendas económicas las lleva la vicesecretaria Elvira Rodríguez, en contacto fluido, aunque esporádico, con la vicepresidenta económica Nadia Calviño. De momento, confirman fuentes de ambos bandos, no han existido conversaciones pero desde Génova insisten en que la respuesta que recibirá el Gobierno será un no, "con Cayetana o sin ella".

Fuentes empresariales apuntan que lo ideal para la economía serían unos "Presupuestos de emergencia y reconstrucción" para abordar el incierto futuro que se avecina, pese a las ayudas de 140.000 millones de Europa. Pero en el mundo empresarial, tanto en el Ibex 35 como en la CEOE, son conscientes de que el acuerdo se antoja altamente improbable y complicado. Tanto Sánchez, que ha convocado en varias ocasiones a destacados representantes de la gran empresa, como Casado mantienen una relación de tú a tú con estos presidentes y consejeros delegados, insisten desde Moncloa y Génova. Los 'stakeholders', como los llaman en el equipo económico del Gobierno. De hecho, hay que recordar que, tal y como se contó en estas páginas, el líder del PP reunió el apoyo de la élite empresarial para la primera ruptura con Sánchez en pleno estado de alarma.

La de los Presupuestos no es la única negociación que el PP da por imposible. Fuentes de Génova aseguran que Casado ha congelado la negociación con el Gobierno para la renovación del CGPJ, conversaciones que ya se habían activadado entre el ministro de Justicia Juan Carlos Campo y el consejero madrileño Enrique López. Unas conversaciones que el Ejecutivo esperaba retomar con la vista puesta en cerrar un acuerdo para septiembre. También está pendiente, por cierto, la renovación de RTVE y el relevo de Rosa María Mateo, administradora provisional que dijo que dimitiría cuando hubiera Gobierno, y el PP es necesario.

Se trata, en definitiva, un cambio de cromos pero no de estrategia. La "oposición útil" no pasa por favorecer al Gobierno que está haciendo una "gestión nefasta" de la pandemia y que cuenta en su equipo con "un partido envuelto en un posible caso de corrupción", dicen los populares. Es algo que dejará claro este jueves el propio Casado en la Junta Directiva Nacional convocada a las 12 de la mañana de forma telemática y en la que se confirmará el adiós de Álvarez de Toledo de la portavocía parlamentaria.

La destitución de Cayetana Álvarez de Toledo y el ascenso de Cuca Gamarra ayudan, en cualquier caso, a posibles negociaciones en otros ámbitos ajenos a los PGE. De hecho fuentes del PP recuerdan que la exalcaldesa de Logroño logró importantes pactos con los socialistas en su época en la política municipal a pesar de que gozaba de mayoría absoluta. Lo mismo ocurre con Ana Pastor, negociadora con el PSOE, y Guillermo Mariscal, número dos de la exportavoz en el Congreso y que jugó un papel fundamental para el pacto en el grupo de UE de la Comisión de Reconstrucción parlamentaria.

Un detalle que tampoco ha pasado desapercibido en las filas populares es el ascenso de José Luis Martínez-Almeida a la portavocía del partido. Aquí existen dos interpretaciones. Por un lado hay quien piensa que se trata de un espaldarazo de Génova al alcalde de Madrid de cara a la batalla por presidir el PP de Madrid frente a la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso. Pero hay quien tiene otra visión: la designación para un cargo de nueva creación es un "dardo envenenado" para el regidor madrileño que estará obligado a mojarse en el ámbito nacional y a pisar charcos. Hay quien lo ve, por tanto, como una maniobra para anular sus posibles aspiraciones de futuro.

Un último detalle. Donde no ha sentado nada bien lo sucedido en las últimas horas en el seno del PP es en el aznarismo, el grupo que rodea al expresidente del Gobierno y en el que se encuadra a la propia Cayetana. Desde Génova recuerdan que Casado fue elegido tras unas primarias y que hizo un esfuerzo por aglutinar a algunos miembros de este 'clan', como Gabriel Elorriaga, Alfredo Timermans, Carlos Aragonés o Pilar Marcos. Pero la ya exportavoz protagonizó varias escenas que no gustaron nada en Génova. Se tenía la sensación de que "iba por libre" y que, en algunas ocasiones, hacía caso omiso a los mensajes que le llegaban desde Génova. Hasta este lunes. 

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