Los ministros y el PSOE activan el modo electoral por el fiasco de los Presupuestos

  • El mensaje sobre un adelanto de las generales: "Cuanto antes, mejor". Moncloa ya ha sondeado a barones sobre cuándo prefieren los comicios. 
Pedro Sánchez este martes en el Congreso
Pedro Sánchez este martes en el Congreso
EFE

"Más que un debate de Presupuestos fue un discurso de despedida". Así resumen en el Gobierno y en el PSOE la intervención de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el Congreso en el debate más importante al que se ha enfrentado el Gobierno de Pedro Sánchez. En Moncloa y en los diferentes ministerios ya han asumido que podrían estar viviendo las últimas horas de la legislatura y, aunque defienden que "hasta el rabo todo el toro" (en boca de un cargo socialista), el ambiente en general es de derrotismo ante un trabajo no culminado y que llegará a su fin antes de lo esperado por la cerrazón de los independentistas. Ho ha habido giro sorpresa de última hora, las cuentas públicas de Sánchez naufragaron este miércoles en la votación de las enmiendas a la totalidad y abren la puerta a un adelanto electoral que diferentes fuentes califican como inminente. Moncloa ya ha movido ficha con algunos barones pensando en cuál es la mejor fecha para celebrar esos comicios que serían a cara o cruz.

En el seno de los 17 ministerios se ha generado un ambiente de mucha inquietud a la vista de que a medida que pasan las horas cobra más y más fuerza la posibilidad de un adelanto electoral, especialmente después de que hace dos días se apuntara tal posibilidad desde La Moncloa. La diferencia entre la situación de la semana pasada y la actual, aparte de las malas perspectivas del debate sobre los Presupuestos y el enfrentamiento con los independentistas catalanes, es que "ahora el presidente sí está escuchando a quienes le recomiendan adelantar las elecciones", explican a La Información fuentes gubernamentales.

Todo apunta a que no habrá una decisión a favor o en contra hasta que este miércoles se produzca la votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, pero en los pasillos de Moncloa circula un argumento que se maneja y que pesa cada vez más: si se tiene que gobernar sin aprobar las cuentas y sin margen para llevar a cabo las líneas estratégicas que se ha marcado Sánchez, "cada día que pase va a ser peor para el Gobierno". Con ese escenario, en el entorno más directo del presidente cada vez son más los partidarios de celebrar los comicios generales cuanto antes. Sánchez es el único que puede tomar esa decisión, pero las voces que aconsejan ese adelanto inminente crecen por momentos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el presidente Sánchez
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el presidente Sánchez. / EFE

Del lado favorable al adelanto, sus defensores argumentan que se cuenta con la "Agenda del cambio" como base para el programa electoral. Además, se podría organizar una campaña desde una posición más fuerte por parte del Gobierno que la que tendría en otoño, tras recibir un varapalo de los independentistas, con -probablemente- la sentencia del juicio del procés sobre la mesa y con los datos de la economía y del paro a peor. El adelanto evitaría además un posible batacazo socialista en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, como ya ocurrió en Andalucía el 2-D. Del lado negativo, la oposición podría cargar contra el Ejecutivo por haber confiado en los soberanistas, "pero eso es algo que se va a sufrir en cualquier caso", advierten fuentes no oficiales cercanas a Moncloa. Pero el contraargumento sería sencillo: "No cedimos a su chantaje".

14 o 28 de abril, esa es la cuestión

En la bancada del PSOE no se ha hablado  de otra cosa en las últimas horas. Mientras los 84 parlamentarios escuchaban a la ministra Montero, los comentarios se repetían: ¿cuándo vamos a elecciones? "El debate no es si Sánchez convoca, sino cuándo", explicaba un diputado del área económica. Dos fechas hay sobre la mesa de los estrategas gubernamentales: el 14 y el 28 de abril. La decisión final es del presidente y en el PSOE ya se maneja la posibilidad de darla a conocer en cuestión de horas, una vez confirmado hoy que los Presupuestos naufragan.

Moncloa cuidó al máximo el discurso de la ministra Montero. La primera parte de su intervención fue política, afeando a los independentistas que fueran a votar junto a PP y Cs, y dando por asumida la derrota. De hecho, según explican fuentes gubernamentales, la intervención recibió el visto final del gabinete presidencial, que hizo las últimas aportaciones. Era importante tirar de argumentario y por eso el sanchismo quiso cuidar al máximo todo detalle. "Hemos sentado las bases para las próximas campañas electorales", resumía otro diputado las palabras de Montero, que llegó a acusar a ERC de cometer un "error histórico" al votar en contra de las cuentas públicas. Este es su discurso:

En la bancada socialista también hubo comentarios hacia la predisposición de los ministros en el debate parlamentario. En los corrillos con los diputados dieron "sensación de despedida", dice un parlamentario. "Deben saber ya algo porque tenían una actitud de fin de ciclo", aseguraba otro. Lo que no pasó desapercibido en el grupo parlamentario es el rostro de los miembros del Consejos de Ministros que tenían justo enfrente, debajo de la fila donde se sientan Pablo Casado y los pesos pesados del PP. Nadia Calviño, Pedro Duque, María Luisa Carcedo, Meritxell Batet, José Guirao, Luis Planas y Teresa Ribera. Todos tenían "cara de circunstancias", aseguran. "Parecía el juicio del procés", bromea otro socialista.

Los barones, un escollo

Otra de las claves que maneja en estos momentos el presidente del Gobierno es la postura que mantienen los barones socialistas, muy preocupados por las concesiones que hasta ahora se han ido haciendo al independentismo y las consecuencias que pueden tener en sus citas electorales en mayo. Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias o Valencia temen que les ocurra lo mismo que a Susana Díaz en Andalucía y piden al Gobierno que sea más contundente contra el secesionismo, aunque eso le haya costado ya los Presupuestos.

Según el análisis político que se maneja, ante un adelanto de las generales a abril y una hipotética victoria de las fuerzas de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox), los dirigentes territoriales del PSOE siempre pueden utilizar la baza del "miedo a la derecha" para defender sus bastiones, aunque antes se haya perdido La Moncloa. Y si Sánchez adelanta la cita electoral y gana, siempre se podrían beneficiar de ese efecto arrastre en sus comunidades.

El PSOE, en cualquier caso, ya ha activado la maquinaria electoral. Ferraz y Moncloa han marcado en rojo dos domingos del mes de abril -el 14 y el 28- con la Semana Santa de por medio. De hecho, desde el entorno de Sánchez se han producido en las últimas horas diferentes consultas a los territorios para consensuar un 'día D'. La respuesta que han recibido es el ya mencionado 'cuanto antes'.

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