Soraya intenta frenar a Casado con la secretaría general pero este quiere batalla

  • La exvicepresidenta considera que ella es el mejor cartel electoral del partido y apuesta por una lista unitaria ante la segunda votación.
Soraya Sáenz de Santamaría durante la campaña.
Soraya Sáenz de Santamaría durante la campaña.
EFE

No se lo ha ofrecido aún a Pablo Casado, pero Soraya Sáenz de Santamaría, ganadora por la mínima en la primera ronda de las primarias intenta evitar quedar relegada en la segunda votación. Es consciente de que un pacto entre su rival y Cospedal puede dar un vuelvo al primer resultado, por eso esgrime dos armas para intentar cambiar el ritmo de los acontecimientos: Soraya exhibe que en el ADN del PP está apostar por la lista más votada (olvida que las primarias constan de dos vueltas) y que ella es mejor cartel electoral que nadie (los datos confirman esa afirmación). 

La candidata a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría, ha mostrado su disposición a ser generosa "en la definición de equipos", también con la Secretaría General que no tiene por que ocupar alguien de su candidatura aunque todavía no se la ha ofrecido a Pablo Casado: "No he hablado con él". Lo ha hecho en diferentes medios, de la COPE a El Mundo, en lo que es toda una ofensiva para intentar no perder el puesto de cabeza ante el 20 y 21 de julio, días en los que el PP decidirá su nuevo liderazgo.

 Casado ya ha contestado ante los medios para dejar claro que no ha llegado hasta donde está para no renovar el partido y ha señalado que el PP necesita una renovación y no las mismas ideas de los que han gobernado estos años. O lo que es lo mismo. Está dispuesto, por ahora, a dar batalla hasta el final. 

Soraya por su parte sigue apelando a la unidad del partido y destacando que no todo es juventud insistiendo en que su candidatura es transversal y la fortaleza del centro-derecha es aproximarse a las cosas desde puntos de vista diferentes y "sólo ampliando la base se ganan elecciones".

La exvicepresidenta también ha sacado la bandera del feminismo al asegurar que desea ser la primera presidenta del Gobierno: "Me veo una mujer fuerte del PP que puede plantar cara a Pedro Sánchez", dejando claro que el PP está preparado para el liderazgo femenino: en la primera vuelta de las primarias, el 63% de los militantes votaron a una mujer mientras que el 37% optó por candidatos varones.

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