Los rescatadores de Julen: "Seguiremos al pie del teléfono por si suena"

  • Aseguran que no quieren ser unos héroes y que el resultado ha sido agridulce. Relatan sentirse abrumados "por felicitarnos solo por ir". 
Brigada de mineros
Brigada de mineros
EFE

"Seguiremos al pie del teléfono por si vuelve a sonar, esperemos que no". La brigada de mineros que rescató el cuerpo de Julen, el pequeño que se cayó a un pozo de más de 100 metros de profundidad,  ya está en su casa. Se han quedado con un sabor amargo "por el desenlace". Pero insisten: "no somos héroes". Ahora, cansados, quieren recuperar sus hábitos de vida "discreta". Ve motivos suficientes como para que la Brigada siga con su labor y asegura que "Santa Bárbara nos echó un cable porque no tuvimos casi demora".

Los ocho integrantes de la Bigrada de Salvamento que participaron en el rescate se encuentran "desbordados, cansados y con ganas de volver a la rutina". En estos términos se ha expresado el ingeniero jefe y director técnico de la brigada desde hace seis años, Sergio Tuñón, que hoy ha comparecido junto a los otros siete miembros del equipo que excavó durante más de 30 horas el túnel de casi cuatro metros que permitió conectar el pozo excavado para el rescate con el que albergaba el cuerpo sin vida del pequeño.

Su comparecencia en la sede de Hunosa, en Oviedo, ha tenido lugar al mismo tiempo que se celebraba en Málaga el acto religioso, previo a la inhumación del pequeño de dos años, cuyo cuerpo fue localizado pasadas las 1:30 horas del sábado por dos brigadistas acompañados por un guardia civil. "Normalmente trabajamos desde el anonimato y esto nos desbordó porque sin haber hecho nada nos generaba mucha presión que por el mero hecho de ir ya nos daban las gracias".

De la operación recuerda que el primer metro de la galería, en el que había que ganar altura, "fue muy duro".  A partir del tercer metro "iríamos muy poco a poco y con mucho cuidado sondeando por delante para ver donde podía estar la hipotética zona de cale". Ellos iban a intentar calar un metro por debajo del tapón. "Íbamos con un margen de maniobra muy intuitivo".  Hablando de las voladuras se intentó en todo momento que "la carga fuera la mínima posible". Buscaban resquebrajar la piedra para que "el martillo lo acabara de sanear". 

Los escenarios a los que se enfrentaban era tener la cuarcita por encima de la cabeza, "que era el escenario más optimista." El segundo, "el real,  era encontrarla a media altura". El tercero era "tener un frontón muy duro prácticamente imposible de picar".

También ha querido dejar claro que la Brigada debe continuar. "Yo creo que la timidez, como alguna vez se dijo, no tiene que estar reñida con nuestra satisfacción de que se haya puesto sobre la Brigada tras 107 años y creo que por fin se nos conoce y creo que no vamos a negar que sería bueno administrar eso para poder dar continuidad a otros tantos años como poco.

El cadáver del niño que hace 13 días se cayó a un estrecho pozo en la localidad malagueña de Totalán fue recuperado esta madrugada después de que la brigada consiguiese conectar a 71 metros de profundidad el pozo por el que había caído con el excavado paralelamente para proceder a su rescate.

Tras cumplimentar y declarar ante las autoridades, los ochos brigadistas tomaron en Málaga un avión fletado por el Ministerio de Defensa y llegaron al aeropuerto de Asturias.

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