Princesa saudí acusada de tráfico humano en EEUU queda libre al pagar fianza

  • Una de las esposas de un príncipe saudí detenida en California (EE.UU.) acusada de tráfico humano después de que una de sus sirvientas, originaria de Kenia, denunciara la situación ante la policía del condado de Orange, quedó hoy en libertad tras pagar 5 millones de dólares de fianza.

Los Ángeles (EE.UU.), 12 jul.- Una de las esposas de un príncipe saudí detenida en California (EE.UU.) acusada de tráfico humano después de que una de sus sirvientas, originaria de Kenia, denunciara la situación ante la policía del condado de Orange, quedó hoy en libertad tras pagar 5 millones de dólares de fianza.

La princesa compareció hoy ante el juez y quedó en libertad tras el pago de una fianza de 5 millones de dólares que, según las autoridades, fue abonado a través de un cheque del consulado saudí.

Según la cadena CBS, la princesa Meshael Alayban, de 42 años, quien quedó en libertad bajo fianza y que será instruida de cargos el próximo 29 de julio, tiene restricciones que le impiden salir del sur de California y le fue instalado un dispositivo para vigilar sus movimientos.

El pasado martes, la empleada doméstica se escapó en un autobús público y ayudada por uno de los pasajeros fue hasta una comisaría donde contó su situación de sometimiento.

Ese mismo día las autoridades hicieron una redada en las propiedades alquiladas por los saudíes y encontraron a otras cuatro personas, de nacionalidad filipina, que también se encontraban bajo los dictados de la princesa Meshael Alayban, una de las seis mujeres del príncipe Abdulrahman bin Nasser bin Abdulaziz al Saud.

Esas personas optaron entonces por abandonar a la familia de Alayban y se marcharon con los agentes por propia voluntad, según la policía.

La mujer keniana que destapó el caso había sido contratada para trabajar para Alayban en marzo pasado a través de una agencia de empleo de su país, con un contrato que estipulaba 5 días laborables a la semana y un salario de 1.600 dólares mensuales por un período de tres meses, después de los cuales podía regresar a Kenia.

Cuando la víctima llegó al domicilio de Alayban, la princesa le confiscó el pasaporte y le obligó a trabajar todos los días a cambio de 220 dólares, según publicó Los Angeles Times.

En una situación similar se encontraban los otros empleados domésticos del séquito de la princesa que fue puesta a disposición judicial.

Alayban entró con su séquito en EE.UU. el pasado mes de mayo.

Se calcula que en Arabia Saudí hay más de 1 millón de sirvientes provenientes de países en vías de desarrollo que reciben un trato vejatorio por parte de sus jefes, según los medios estadounidenses.

El profesor de Ley Islámica de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Khaled Abou El Fadl, aseguró que el Gobierno saudí alertó a sus ciudadanos más pudientes para que evitaran viajar fuera del país con sus criados ya que algunos aprovechan esas estancias para escapar.

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