Pros y contras de los antivirales

  • Tamiflu y Relenza no curan la gripe A, sólo son útiles en las primeras 48 horas de la infección para disminuir el riesgo de complicaciones y pueden tener efectos secundarios graves en niños.

La utilidad de los antivirales no radica en que sean capaces de curar la gripe A, sino en que disminuyen el riesgo de complicaciones y de hospitalización en los pacientes graves o pertenecientes a los grupos de riesgo.

Existen dos antivirales eficaces para luchar contra la gripe A: oseltamivir (marca comercial Tamiflu) y zanamivir (Relenza). Ambos trabajan impidiendo que el virus se multiplique en el cuerpo humano. El segundo no se utiliza en niños, ya que es necesario inhalarlo.

Estos tratamientos no son eficaces a la hora de disminuir los contagios o de reducir la duración de la gripe A (menos de 24 horas), dos objetivos que sí logran frente a la gripe estacional.

España cuenta con 15,4 millones de tratamientos antivirales para combatir el impacto de la gripe pandémica, custodiados por médicos de hospitales y centros de salud. El ministerio de Sanidad y Política Social explica que dichos tratamientos no están en las farmacias para evitar un "e;acopio indebido"e;, ya que su uso inadecuado crea resistencias del patógeno.

A juicio de José María Molero, del grupo de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ese número de antivirales es suficiente, ya que cubriría al 30 por ciento de la población, que será como máximo aquella susceptible de tratamiento.

Su uso sólo es necesario en ciertos casos

Como la infección por el virus AH1N1 cursa de forma leve en la mayoría de pacientes, las autoridades sanitarias (estatales y la Organización Mundial de la Salud) establecen que los tratamientos disponibles se destinen únicamente a los casos graves o a aquellos pacientes que pertenezcan a los grupos de riesgo.

Molero explica que los médicos prescriben estas sustancias cuando aparecen los primeros síntomas de gripe A en los pacientes con una enfermedad crónica cardíaca o respiratoria.

También en los que padecen diabetes, insuficiencia renal o hepática, enfermedad neurológica que impide el correcto funcionamiento de los pulmones, en los pacientes inmunodeprimidos, en las mujeres embarazadas y en las personas obesas. Molero sostiene que estos medicamentos no son perjudiciales para el feto ni para las mujeres lactantes y sus bebés.

¿Se aconseja administrarlo a niños?

El médico explica que las dudas a la hora de utilizar un antiviral se plantean en los niños menores de dos años. Pese a que la OMS recomienda el uso de estos tratamientos entre los seis meses y los cinco años de edad, el experto señala que los efectos secundarios pueden ser graves. En algunos casos, el uso de zanamivir ha propiciado la aparición de encefalopatías y neuropatías en niños.

Molero es partidario de individualizar cada caso y de no utilizar el Tamiflu en los niños de dos a cinco años que no pertenezcan a un grupo de riesgo o que no experimenten un deterioro de su estado de salud porque los pequeños sanos son capaces de luchar contra el virus con su sistema inmunológico y un tratamiento menos dañino.

En el caso de los menores de seis meses a dos años (el zanamivir no tiene ningún beneficio en bebés de menos de seis meses), el riesgo de complicaciones y la mortalidad es mayor por la gripe A, por lo que la administración del antiviral es necesaria.  A pesar de ello, Molero pide que se defina mejor el uso de Tamiflu en niños.

Antivirales contra las complicaciones

Este tratamiento también lo reciben los enfermos de gripe A que sufren algún tipo de complicación, principalmente neumonía vírica. La OMS afirma que las personas sanas que no sufran complicaciones no han de tomar antivirales, pero indica que los casos graves se han de tratar de inmediato.

Esta organización también recomienda su uso en todos los casos graves de gripe A, aunque hayan transcurrido más de 48 horas desde que aparecieran los primeros síntomas. Ahora bien, Molero sostiene que la utilidad de los antivirales es máxima en los dos primeros días de la enfermedad. A partir de aquí, recomienda  tratar las descompensaciones del cuerpo del paciente (fiebre, frecuencia cardíaca, etc.).

El tratamiento suele durar cinco días. En el caso de obesos, se amplía a siete días o se duplica la dosis.

Efectos adversos

Según el prospecto de Relenza, algunos efectos que pueden darse, aunque normalmente son "e;muy raros"e;, son dificultad para respirar, inflamación de la cara, la boca o la garganta y erupción en la piel.

Los efectos adversos del Tamiflu son náuseas, vómitos, diarrea, dolor de estómago y de cabeza. En los adolescentes a partir de los trece años otras consecuencias, aunque menos frecuentes, son sangrado del tracto gastrointestinal, bronquitis, infecciones del tracto respiratorio superior, mareo, cansancio, dificultad para dormir, reacciones en la piel, alteraciones de la función del hígado de leves a graves, trastornos de la vista y alteraciones del ritmo del corazón.

"e;La gripe se puede presentar con una serie de síntomas neurológicos y de la conducta como alucinaciones, delirio y comportamiento anormal, teniendo en algunas ocasiones un desenlace mortal. Estos acontecimientos pueden aparecer en el escenario de una encefalitis o encefalopatía pero pueden ocurrir sin enfermedad grave evidente. Durante el tratamiento con Tamiflu se han comunicado convulsiones y delirio"e;, indica el prospecto.

En los niños entre 1 y 12 años pueden producirse los siguientes efectos adversos: inflamación de los oídos, inflamación de los pulmones, sinusitis, bronquitis, empeoramiento del asma ya existente, sangrado por la nariz, trastornos en los oídos, inflamación de la piel, hinchazón de los nódulos linfáticos, conjuntivitis, trastornos de la vista y alteraciones del ritmo del corazón.

Mostrar comentarios