Así protegerán los escoltas a Rajoy en la campaña de la crispación

  • El servicio de seguridad de La Moncloa ha consensuado con el presidente del Gobierno en funciones cómo será la campaña del 26J.

    Rajoy y Moragas han planeado actos a pie de calle, mezclándose con los ciudadanos, decisión que tiene sus riesgos.

El espontáneo que ha irrumpido en el acto de Rajoy y le ha gritado: "Sois la mafia"
El espontáneo que ha irrumpido en el acto de Rajoy y le ha gritado: "Sois la mafia"
Europa Press
Fernando H. Valls

Tras dos desagradables incidentes en las últimas horas, en los que el equipo de seguridad de Presidencia del Gobierno ha tenido que emplearse, en el entorno de Mariano Rajoy han surgido algunas dudas sobre si una campaña a pie de calle es lo más acertado en este momento. Es la campaña de la crispación y el jefe del Ejecutivo en funciones está sufriendo en primera persona lo cabreados que están algunos colectivos.

Primero fue un puñetazo en Pontevedra, antes del 20D. El martes un espontáneo llegó a estar a apenas dos metros de Rajoy. Y el miércoles se suspendió un paseo por las calles de Alfafar después de un nuevo altercado. Y el jueves fue Xavier García Albiol fue acosado por unos manifestantes y tuvo que refugiarse durante 20 minutos en un local. Los políticos están siendo 'escrachados' y algunos han puesto su punto de mira directamente en la figura del inquilino de La Moncloa.LINVID20160524_0003

El equipo de protección del presidente del Gobierno ha alertado de que durante la próxima campaña se podrían producir nuevos incidentes violentos. No lo descartan ya que la situación en las calles es de tensión y la presencia de políticos en algunas zonas genera la irrupción de manifestaciones contrarias a su presencia. ¿Es posible, por tanto, que alguien pueda volver a agredir a Rajoy? "Sí, es posible", explica un miembro de seguridad de La Moncloa consultado por lainformacion.com.Cómo será la campaña de Rajoy y su seguridad

El jefe de campaña del Partido Popular, Jorge Moragas, ha decidido que Mariano Rajoy protagonizará una campaña pegada a la calle. Van a prescindir de vallas y banderolas, pero no de los paseos por pueblos, de los discursos en plazas a lo David Cameron, de los selfies y de los abrazos con los españoles. 

Esta decisión conlleva sus riesgos, tal y como le han hecho saber desde el Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno. Son guardias civiles y policías, dependientes de la Unidad de Seguridad de la Guardia Civil y se la Comisaría Especial del Cuerpo Nacional de Policía, que se encargan de la seguridad integral del jefe del Ejecutivo cuando sale de La Moncloa.

La jefatura de este equipo de escoltas ha hecho saber al gabinete del presidente del Gobierno en funciones que con una campaña a pie de calle se arriesgan a nuevos incidentes, ya que la seguridad al cien por cien nunga es posible de garantizar. 

Este equipo de profesionales ha acordado con su protegido, en este caso Rajoy, cómo quieren que sea la campaña. Y Moragas ha elegido una campaña a pie de calle. "El grado de seguridad siempre se consensúa con el protegido", explican. Es decir, los escoltas advierten de los riesgos y es el VIP quien elige asumirlos o evitarlos.Qué hacen en caso de incidente

El equipo de seguridad que rodea a Rajoy ha actuado durante la última semana con la máxima profesionalidad, al igual que hizo con motivo de la brutal agresión en Pontevedra. Pese a que las cámaras se suelen fijar en cómo un grupo de profesionales se abalanza sobre el agresor (lo que se conoce como la acción), lo más importante para ellos es asegurar al VIP (lo que se conoce como reacción).

Ellos lo llaman "reducir la silueta" y consiste en rodear al protegido, en este caso a Mariano Rajoy, para garantizar su integridad. Lo que hacen es evaluar al VIP para comprobar que no se encuentra en peligro. 

Los profesionales de la seguridad de personalidades destacan el grado de protección máxima de los que gozan el presidente de Estados Unidos, el de Israel y el Papa.Cómo es la relación de Rajoy con los escoltas

La relación de Rajoy con los escoltas de Moncloa no es fluida, aseguran las fuentes consultadas. Esto no quiere decir que se lleve mal, matizan, sino que el presidente en funciones ejerce de "gallego", añaden, y no suele comentar muchos asuntos con ellos.

Sí lo hacían, en cambio, sus dos predecesores. Tanto José María Aznar como José Luis Rodríguez Zapatero mantenían charlas con sus equipo de seguridad, especialmente durante los desplazamientos (usaban el helicóptero). Se cuenta que el socialista se apoyó en ellos durante algunos viajes cuando peor lo estaba pasando al frente del Gobierno, lo que el definió como "Pearl Harbor" y cuando España estuvo a punto de caer por un ataque coordinado de los mercados.Cómo se protege a un presidente del Gobierno y al ReyEl dispositivo policial que rodea al presidente del Gobierno y al Rey está compuesto por decenas de agentes que intentan garantizar la seguridad total de sus protegidos. Durante la campaña electoral o los actos oficiales los agentes tienen que multiplicar su actividad al multiplicarse los paseos por el exterior.Las dos máximas autoridades del Estado disponen de un dispositivo de seguridad compuesto por tres círculos concéntricos que rodean al VIP. Suele ser un profesional quien abra paso al protegido mientras que por la espalda le custodian otros dos compañeros.Este círculo está rodeado por otro, compuesto generalmente por otros tres agentes. Se forma así un pasillo de seguridad circular entre los dos grupos de escoltas, explica a lainformacion.com un profesional que protege a un exjefe del Estado y que participó en el dispositivo de seguridad durante su etapa en La Moncloa.La comitiva puede estar acompañada por algún agente mas, por los flancos, añade el mismo profesional.En el caso de los actos oficiales, al dispositivo se pueden sumar agentes de los GEO o de la UIP.Durante la campaña, el equipo de seguridad de Presidencia del Gobierno coordina con las diferentes delegaciones del Gobiernolas visitas que realiza Rajoy. Hay que tener en cuenta que durante los paseos callejeros el peligro se multiplica, ya que aunque haya un itinerario inicial se pueden modificar los trayectos en función de las circunstancias.

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