Las protestas ante la delegación de Gobierno dejan 35 heridos, todos leves

  • Quince debieron ser trasladados a diversos centros sanitarios., pero ninguno de ellos sufrió heridas de gravedad.
Los Mossos d´Esquadra impiden el paso de manifestantes en las inmediaciones de la Delegación del Gobierno en Barcelona.EFE/ Enric Fontcuberta.
Los Mossos d´Esquadra impiden el paso de manifestantes en las inmediaciones de la Delegación del Gobierno en Barcelona.EFE/ Enric Fontcuberta.

Esta vez los Mossos no miraron para otro lado y defendieron la sede de la Delegación de Gobierno. Miles de personas se agolparon ante ella tras el envío a prisión de la cúpula independentista, y aunque hubo enfrentamientos ninguna persona resultó herida grave.

El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ha atendido la pasada noche a un total de 35 personas, dos de ellas por lesiones de carácter menos grave, tras los incidentes registrados entre manifestantes y Mossos d'Esquadra en la protesta frente a la Delegación del Gobierno por el encarcelamiento de líderes del "procés". Según ha informado hoy el SEM en un comunicado, de los 35 heridos, la mayoría de carácter leve, quince debieron ser trasladados a diversos centros sanitarios.

Dos de los heridos han resultado con lesiones de diversa consideración menos graves, han indicado las mismas fuentes. Algunos de los heridos tenían hematomas en las piernas como efecto de golpes de porra y uno presentaba un corte en el rostro.

En medio de momentos de tensión y empujones, algunos agentes de los Mossos d'Esquadra utilizaron anoche sus porras para evitar que los concentrados rebasaran el cordón de seguridad que se estableció en las calles adyacentes a la Delegación del Gobierno, situada en la confluencia entre las calles Mallorca y Bruc.

Miles de personas se concentraron ante la Delegación del Gobierno, acordonada por los Mossos d'Esquadra, que incluso dispararon salvas y mostraron lanzadoras de proyectiles de precisión para tratar de dispersar a los concentrados que trataban de desbordar el perímetro policial.

Las protestas, que se convocaron en Barcelona y en las otras tres capitales catalanas, se extendió a otras ciudades y también a algunas carreteras, como la C-17 y la N-II, donde varias docenas de personas cerraron la frontera en Puigcerdà con Francia, convocadas por los

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