"Y ahora, ¿quién se atreve a rechistar a Pedro Sánchez?" El secretario general de los socialistas se la jugaba este domingo en unas primarias en Andalucía para decidir quién será el futuro candidato frente a su archienemiga Susana Díaz y el resultado ha sido mejor del que esperaban tanto en Moncloa como en Ferraz. Juan Espadas, el candidato respaldado por el sanchismo, ha arrasado con el 55% de los votos de la militancia frente al 38% para la expresidenta de la Junta. El tercer candidato, Luis Ángel Hierro, ha obtenido el 5,5%. Victoria contundente para un secretario general que, ahora sí, encara una etapa de cambios, tanto en el Gobierno como en el partido, con un horizonte interno despejado, sin rivales ni críticos, y a punto de tomar la decisión más complicada de su mandato: los indultos.
Sánchez ha vuelto a tirar la Manual de Resistencia para revivir. En su momento de mayor debilidad política, con la oposición en Colón marcando el ambiente que va a imperar lo que queda de legislatura, ha sabido dar un golpe sobre la mesa con contudencia. Había nervios en su equipo por la posibilidad de perder una contienda que hubiera hecho que el diseño de la estrategia y, sobre todo, la composición de equipos fuera diferente. Pero Espadas ha dado un golpe sobre la mesa y, de paso, ha aupado a Sánchez a un liderazgo indiscutible para los próximos años. El presidente, desde Moncloa, felicitó al ganador de estas primarias pasadas las 21:30 horas. Por cierto, en el PSOE no ha pasado desapercibido el "buen lío" en el que se ha metido Isabel Díaz Ayuso al involucrar al Rey en la pugna política de los indultos.
El alcalde de Sevilla, única gran ciudad en la que el PSOE conserva el poder, será el candidato a la Junta, y, previsiblemente, futuro secretario general de los soclialistas andaluces. Díaz ha despejado las dudas sobre su futuro y ha anunciado que no se presentará a la reelección. Se pone a disposición del ganador de la votación. El Congreso de la federación está previsto para finales de año. Precisamente la victoria de Espadas podría, además, llevar al presidente Juan Manuel Moreno a adelantar los comicios aprovechando la corriente crítica que abandera Casado y que tuvo su máximo apogeo en las elecciones del 4-M en Madrid. Las encuestas van a echar humor esos días y despejarán si los andaluces acuden a las urnas en septiembre. Desde el entorno de Sánchez avisan que ahora su objetivo es claro: "Volver a San Telmo".
Sánchez diseñará el PSOE a su imagen y semejanza, sin baronías críticas y, de paso, podrá evitar algunas mochilas, como las que sí tuvo en 2017 cuando recuperó la Secretaría General. Desde Ferraz ya avisan que "empieza un nuevo tiempo". Lo primero será recoser el socialismo andaluz tras años de enfrentamientos. Basta recordar cómo en 2018 un número destacado de simpatizantes sanchistas se quedaron en casa y no acudieron a votar en las autonómicas. El resultado: Susana Díaz perdió la Junta y el PP pudo gobernar con Cs y Vox. Ese será a partir de ahora el reto de Espadas, que tendrá que integrar equipos en la federación más numerosas para los socialistas.
La victoria de Espadas, y la de Sánchez, es también un aviso a los barones y exdirigentes que mostraron sus críticas en público hacia algunas decisiones de Sánchez. Es el caso, por ejemplo, de Emiliano García Page, el presidente de Castilla-La Mancha, que se mostró contrario a los socios de Presupuestos. O de Felipe González, que ha expresado en público su malestar con los indultos, recientemente. El secretario general manda y eso se notará en la futura Ejecutiva del PSOE.
De cara al Congreso Federal del PSOE, que se celebrará en octubre en Valencia, los movimientos internos ya han comenzado. Una de las claves se encuentra en la Secretaría de Organización y en la Vicesecretaría General, cargos que en este momento ostentan el ministro José Luis Ábalos y Adriana Lastra, respectivamente. ¿Habrá continuismo? ¿Habrá un intercambio de papeles? ¿O surgirá un mirlo blanco, como la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero? Sólo Sánchez responderá a estas cuestiones. Los cambios en el Gobierno también se encontraban pendientes de lo que sucediera en las primarias socialistas de Andalucía. Sánchez tendrá, por supuesto, manos libres para poder hacer las modificaciones en el Consejo de Ministros que considere oportunas.
Se avecinan días intensos para Sánchez. El presidente viaja mañana a Bruselas con esta victoria en el bolsillo para reunirse por primera vez con Joe Biden. El martes tiene un Consejo de Ministros importante, donde deberá decidir si impugna o no, la Ley de Vivienda de Cataluña. Y el miércoles es un día marcado en rojo: recibe a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para conocer el visto bueno al Plan de Recuperación español. Los fondos europeos son inminente. El viernes se verá con Mario Draghi en Barcelona y, entre medias, se encuentran los inminentes indultos.
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