Por el cerrojazo de los bancos privados

PSOE y PP pidieron 20 millones al ICO en créditos exprés para las elecciones

La entidad dependiente del Ministerio de Economía ayudó a pagar la mayor parte de las últimas campañas de Sánchez y Casado con seis líneas de préstamos. El resto de partidos no pidieron financiación pública.

Pedro Sánchez y Pablo Casado
PSOE y PP pidieron 20 millones al ICO en créditos exprés para las elecciones
EFE

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) ayudó a financiar, con créditos públicos, el maratón de campañas electorales de PSOE y PP durante 2019. La entidad dependiente del Ministerio de Economía, hoy Vicepresidencia, facilitó seis líneas de préstamos rápidos para que Pedro Sánchez y Pablo Casado pudieran pagar sus mítines, desplazamientos y encuentros con afiliados por todo el territorio nacional. El concreto, el organismo prestó 20 millones de euros a ambos partidos, que fueron los únicos que tuvieron la ayuda del 'banco público'. Es la primera vez que el ICO colabora con unas formaciones políticas que históricamente han sido financiadas por la banca privada pero que recibieron el 'portazo' en los últimos comicios.

Estos seis créditos del ICO al bipartidismo se concedieron en las sucesivas campañas, tanto para las municipales, autonómicas y europeas de mayo, como para las generales de noviembre, a un interés del 2,75%. La situación de PSOE y PP era de dificultad para poder obtener financiación de cara a las citas con las urnas y por eso decidieron llamar a la puerta del organismo que preside José Carlos García de Quevedo. Hubo una negociación y el ICO les puso dos condiciones: que fueran créditos 'rápidos', es decir, a devolver en doce meses, una vez que los partidos cobraran la subvención por resultados electorales, y que el solicitante, en este caso Ferraz o Génova, dispusiera también de la financiación de una entidad privada. 

El PSOE detalla en su cuenta de resultados que el ICO le prestó 10,3 millones de euros de financiación pública para poder celebrar esas campañas, una cifra que supone casi el 90% de los créditos que consiguieron los socialistas para pagar los actos y desplazamientos para los comicios. El principal préstamo fue de 4.386.753 euros. Se le concedió el 21 de junio, en plenas negociaciones con Unidas Podemos para poder conformar Gobierno y un mes antes de que Pedro Sánchez fracasara en su intento de investidura de julio. El segundo se aprobó el mismo día por valor de 5.566.842 euros. Y un tercero fue concedido por la entidad pública el 14 de noviembre, a menos de una semana de la cita con las urnas, por valor de 2.500.000 euros

La cifra contrasta con la financiación privada que logró captar el PSOE para dicha campaña. En total los socialistas consiguieron 13,8 millones, por lo que los bancos apenas aportaron un dos millones y medio. Fue Abanca quien se lo concedió. Ni Santander ni BBVA ni Bankia ni Caixabank, históricos financiadores de Ferraz, quisieron colaborar en esta financiación. A estos 13,8 millones de euros de financiación hay que sumar algo más de 6 millones de euros en microcréditos que aportaron cargos del partido, incluido Sánchez y algunos ministros, afiliados y simpatizantes.

El PP, por su parte, recibió 10 millones de euros en otros tres préstamos del ICO. Fue Génova quien directamente los negoció por importe de 4,9 millones, 4 millones y 4,7 millones, respectivamente. El partido presidido por Pablo Casado acaba de desvelar esta información en su balance anual y en él también consta que BBVA, Abanca y el Sabadell les ayudaron con algunos préstamos de menor cuantía, eso sí, a los del organismo público.

PSOE y PP sí firmaron el año pasado una serie de avales con entidades financieras que no tenía contraídos en 2018. Así, en la citada memoria económica de Ferraz se puede comprobar un acuerdo con Abanca por casi 1,4 millones de euros; otro con Colonya, Caixa Pollença, la caja de ahorros de Baleares, por 88.000 euros; y un tercero con Kutxabank por 35.000 euros. A estos tres nuevos avales o garantías hay que añadir otros cuatro que Ferraz ya tenía suscritos con anterioridad. Se trata de uno con el Banco Santander por 229.000 euros, otro con BBVA por 7.013, un tercero con Unicaja por 16.500 y un cuarto con Liberbank por 1.200 euros. En el caso de Génova los avales fueron contraídos en su totalidad con Abanca por un importe total de 1,6 millones.

¿Por qué PSOE y PP recurrieron al ICO?

Las campañas electorales de 2019 marcaron un antes y un después en cuando a la financiación de los actos políticos y viajes por toda España. Los bancos privados cerraron significativamente el grifo de la financiación a los dos principales partidos políticos, que recurrieron al ICO para poder pagar mítines o viajes. En el caso del PSOE, por ejemplo, tuvo que alquilar jets a particulares para los desplazamientos del presidente del Gobierno. En Génova, aunque no tiraron de avión privado, sí que diseñaron una ambiciosa campaña con varios de sus dirigentes por todo el territorio nacional.

El maratón electoral del año pasado ha provocado que PSOE y PP disparen su deuda con entidades de crédito: Ferraz debe 46 millones y Génova, 37,8 millones

El maratón electoral del año pasado ha provocado, además, que el PSOE dirigido por Sánchez haya disparado su deuda con entidades financieras. En concreto, según la memoria económica de Ferraz, a 31 de diciembre los socialistas tenía acumulados más de 46 millones de euros en deudas con entidades financieras, tanto a corto como a largo plazo, una cifra que se sitúa por encima de los 40 millones con los que cerraron 2018. La Ejecutiva exigió a principios del año pasado intentar reducir la dependencia económica de los bancos, algo que no ha podido conseguir. En el caso del PP la deuda con entidades de crédito, tanto a largo como ha costo plazo, ha pasado de 25 a 37,8 millones en un año

El ICO no contempla la financiación de partidos

Los estatutos del ICO son claros y no contemplan que su finalidad sea financiar campañas electorales de los partidos políticos. En el artículo 2 se puede leer que el fin del organismo oficial, dependiente del Ministerio de Economía, es "el sostenimiento y la promoción de las actividades económicas que contribuyan al crecimiento y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional y, en especial, de aquellas que, por su trascendencia social, cultural, innovadora o ecológica, merezcan fomento, con absoluto respeto a los principios de equilibrio financiero y de adecuación de medios a fines que el Instituto debe observar en todo caso".

La quiebra del Popular sobrevuela la financiación de PSOE y PP

El motivo final por el que el bipartidismo ha tenido que recurrir a financiación pública se encuentra en la quiebra del Banco Popular. Desde la Transición la entidad había prestado dinero al bipartidismo en todas y cada una de las citas con las urnas, convirtiéndose en el principal sustento económico de socialistas y populares cuando debían encarar estos gastos extraordinarios. Se hacía personalmente en la oficina especializada en financiación de partidos políticos, una sede autónoma junto al Congreso de los Diputados abierta por iniciativa de Luis Valls-Taberner, el histórico presidente de la entidad. Pero Santander, cuando compró el banco, decidió reducir su funcionamiento, lo que supone que el gripo del crédito se cerrara significativamente. Lo mismo hicieron otras entidades como CaixaBank, BBVA o Bankia.

Las fuentes consultadas apuntan a tres motivos principales por el que los principales bancos cerraron el grifo de la financiación a PSOE y PP. En primer lugar, señalan que las entidades transmiten sus "temores" a ser identificados como "los banqueros de" los partidos políticos. No quieren parecerse al Popular, que abría el grifo de los préstamos a la práctica totalidad de las formaciones políticas. También aluden a "problemas reputacionales" para las firmas crediticias. Y, por último, recuerdan el enfrentamiento con la cúpula de los grandes del Ibex de noviembre de 2017.

Ese mes marcó un antes y un después en la relación bancos-política. El punto de la discordia fue la Comisión de Investigación sobre la financiación de los partidos políticos que creó el PP en el Senado gracias a su mayoría absoluta y como respuesta a la Comisión paralela que había abierto el PP en el Congreso. En la Cámara Alta fueron citados los jefes de las tres principales entidades financieras del país: Isidro Fainé (CaixaBank), Carlos Torres (BBVA) y José Antonio Álvarez (Santander). Nunca llegaron a comparecer ante los grupos parlamentarios pero, según algunas fuentes, la mera citación marcó el principio del fin de cualquier entendimiento. Las mismas fuentes apuntan que esta relación va a ser "difícil de recuperar" en el futuro.

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