El PSOE admite dificultades de tesorería por el cerrojazo de todos los bancos, especialmente del Santander, a facilitarles créditos para su última campaña electoral. Solo las aportaciones personales de cargos electos, militantes y simpatizantes salvaron la financiación de los mítines liderados por Pedro Sánchez. Es una situación especialmente delicada para los socialistas, más si cabe estando a las puertas de tres nuevos comicios donde los socialistas se juegan mucho: Galicia, País Vasco y Cataluña. Estas cifras se encuentran contenidas en el balance de situación que acaba de elaborar Ferraz y que ha podido consultar La Información.
El PSOE recibió un total de 2,3 millones de euros en préstamos de entidades financieras para la última campaña electoral del 10 de noviembre. Se trata de una cifra muy inferior a la percibida en los comicios anteriores, los del 28 de abril, cuando el importe prestado por los bancos fue de 7,2 millones. Esta situación fue paliada por los socialistas gracias al sistema de microcréditos que idearon. Así, en los últimos comicios pudieron recaudar 4,7 millones, mientras que en las elecciones de abril la cifra fue de 2,4 millones.
El PSOE ya vaticinaba hace ahora un año que su tesorería iba a sufrir momentos de tensión por la situación financiera de las entidades privadas: "Resulta previsible que la evolución futura de los tipos de interés que se va a producir a lo largo de los próximos meses, con un aumento destacado de los mismos, va a tener un efecto negativo en nuestros costes financieros". Por eso los socialista recurrieron, junto al PP, a financiación del ICO para pagar una parte de sus gastos electorales.
¿Cuánto de esos 2,3 millones recibidos por los socialistas para el 10-N proviene de la firma pública presidida por José Carlos García de Quevedo? Ferraz no lo especifica. Y el ICO tampoco. El organismo solo puso dos requisitos a las formaciones políticas para financiarlas: que contaran ya con un préstamo de una entidad privada y que les darían un crédito teniendo en cuenta las condiciones de mercado. Aseguran que se trató de un "anticipo de las subvenciones" que contempla la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). El PSOE, por cierto, tiene derecho a 5,8 millones en concepto de "subvenciones por resultados electorales" tras el 10-N, lo que supone 3,5 millones menos que el 28-A.
Es importante destacar que los estatutos del ICO son claros y no contemplan que su finalidad sea financiar campañas electorales de los partidos políticos. En el artículo 2 de los mismos se puede leer que el fin del organismo oficial, dependiente de la Vicepresidencia económica de Nadia Calviño, es "el sostenimiento y la promoción de las actividades económicas que contribuyan al crecimiento y a la mejora de la distribución de la riqueza nacional y, en especial, de aquellas que, por su trascendencia social, cultural, innovadora o ecológica, merezcan fomento, con absoluto respeto a los principios de equilibrio financiero y de adecuación de medios a fines que el Instituto debe observar en todo caso". Hay que recordar que Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, arremetió con dureza contra sus hoy socios de Gobierno por recurrir a este tipo de financiación en la última campaña:
Es un escándalo que el Gobierno use el Instituto de Crédito Oficial (ICO) para darle préstamos a los partidos políticos en campaña electoral. Abro hilo y explico por qué 👇
— Nacho Álvarez (@nachoalvarez_) October 28, 2019
La situación del PSOE con los bancos sigue siendo complicada a pesar de que está intentando aplicar una "amortización intensa" de esa deuda. En el Presupuesto elevado al Comité Federal socialista para 2019 se preveía que a 31 de diciembre de 2019 Ferraz iba a seguir acumulando una deuda con las entidades financieras de 35 millones de euros. Son 5 millones menos que lo que debían al cierre del ejercicio de 2018 y 40 millones menos que lo que acumulaban en 2015. El equipo económico del PSOE considera necesario "mantener la firmeza en el control de la deuda para que el nuevo periodo electoral (...) no altere, de manera sustancial, nuestra posición crediticia en el corto/medio plazo".
La deuda de los partidos con los bancos
A 31 de diciembre de 2018 el PSOE seguía debiendo a los bancos 40,2 millones de euros de créditos concedidos. Y a 31 de diciembre de 2018 el PP acumulaba una deuda financiera de 22,5 millones. Ciudadanos, por su parte, no debía a cierre del año pasado ni un euro, mientras que Unidas Podemos y Vox no recurren a este tipo de financiación.
Santander ha cerrado el grifo a los partidos
El Banco Popular ha sido el principal financiador de PSOE y PP a lo largo de las últimas décadas. Los créditos se negociaban personalmente en la oficina especializada en financiación de partidos políticos, una sede autónoma abierta por iniciativa de Luis Valls-Taberner, el histórico presidente de la entidad, y ubicada a apenas unos metros del Congreso de los Diputados. Pero Santander, cuando compró el Popular, redujo significativamente esta práctica, cerrando el grifo de la financiación a las formaciones políticas. Lo mismo han hecho otras entidades como CaixaBank, BBVA o Bankia.
¿Por qué los bancos han dejado de prestar dinero a espuertas a los partidos? Las fuentes consultadas apuntan a tres motivos principales por el que las principales entidades han cerrado el grifo de la financiación a PSOE y PP. En primer lugar, señalan que las firmas transmiten sus "temores" a ser identificados como "los banqueros de" socialistas y populares. No quieren parecerse al Popular, que abría el grifo de los préstamos a la práctica totalidad de las formaciones políticas. También aluden a "problemas reputaciones" para las firmas crediticias. Y, por último, recuerdan el enfrentamiento con la cúpula de los grandes del Ibex de noviembre de 2017.
Ese mes marcó un antes y un después en la relación bancos-política. El punto de la discordia fue la Comisión de Investigación sobre la financiación de los partidos políticos que creó el PP en el Senado gracias a su mayoría absoluta y como respuesta a la Comisión paralela que había abierto el PP en el Congreso. En la Cámara Alta fueron citados los jefes de las tres principales entidades financieras del país: Isidro Fainé (CaixaBank), Carlos Torres (BBVA) y José Antonio Álvarez (Santander). Nunca llegaron a comparecer ante los grupos parlamentarios pero, según algunas fuentes, la mera citación marcó el principio del fin de cualquier entendimiento. Las mismas fuentes apuntan que esta relación va a ser "difícil de recuperar".
Hay que recordar que el PSOE ha pedido cambios en la financiación de los partidos políticos para evitar estas tensiones financieras. En la memoria anual del año pasado el gerente del partido, Mariano Moreno, apuntaba por escrito: "Creemos que la legislación en materia de financiación de partidos políticos deberá ser objeto de una gran transformación para recoger los cambios habidos en la realidad económico-financiera y para hacer frente a las transformaciones, derivadas de la posición de los operadores financieros, que han debido asumir las formaciones políticas". A continuación puede consultar el listado de créditos que tenía el PSOE con los bancos a 31 de diciembre de 2018, el último dato publicado:
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