Psoe. Ximo puig pide a madina y tapias una actitud “de suma” dentro o fuera de la dirección

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, pidió este viernes a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias una actitud “de suma” ante los retos que tiene por delante el PSOE, al margen de que estén o no en la nueva dirección encabezada por Pedro Sánchez.
En una entrevista en RNE recogida por Servimedia, no quiso desvelar si él estará en la Ejecutiva que salga del congreso extraordinario de este fin de semana.
El deseo de los socialistas valencianos, explicó, es “participar, corresponsabilizarnos” en un momento delicado para el PSOE y para España, y también para la Comunidad Valenciana, que tiene un “problema gravísimo de visibilidad” después de décadas vista como “espacio dominado por la corrupción, el despilfarro…”.
Sin embargo, precisó, que esté él en la Ejecutiva u otra persona en representación del socialismo valenciano es algo que corresponde decidir al secretario general.
No quiso desvelar la información de la que dispone sobre posibles nombres que integren esa dirección, más allá de mostrarse convencido de que será un equipo que trabajará de forma “coordinada y cohesionada”.
Sobre los contrincantes de Sánchez en la consulta a los militantes, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, aseguró que le gustaría que estuvieran los dos en la Ejecutiva, aunque el primero ya anunció que no estaría.
Cree que sería “bueno” para el partido, aunque lo importante es que, estén donde estén, tengan una actitud “abierta, de suma”, en un momento muy importante en el que las manos, las ideas, los esfuerzos compartidos, “no sobran, sino que faltan”.
En todo caso, considera que Pedro Sánchez se consolidará como “líder efectivo” de los socialistas y que será un candidato “ideal” cuando llegue el momento de preparar las elecciones generales.
Puig defendió el “ejercicio de coherencia” de Sánchez al decidir votar contra la elección de Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea, y se mostró convencido de que la defensa de los intereses de España puede y debe ser compatible con esa coherencia entre lo que se dice en una campaña electoral y lo que finalmente se hace.