Por cuestiones de seguridad, Carles Puigdemont ha abandonado Berlín para instalar su residencia en Hamburgo. El expresidente de la Generalitat alega haberse sentido "increpado" en varias ocasiones y, tal como ha señalado su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas, considera que estaba demasiado expuesto. De este modo podrá, además, estar más cerca del tribunal que debe decidir sobre su extradición, el de Schleswig-Holstein.
Así lo ha su abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, en una en declaraciones al programa "Més 324" de TV3, y ha explicado que el expresidente de la Generalitat ha decidido tomar una serie de decisiones al respecto, como el traslado de residencia para proteger a Puigdemont de la sobreexposición y de las actitudes por las cuales se ha sentido importunado. "En Berlín estaba demasiado expuesto. Estaba en un lugar demasiado conocido y recordemos que ya ha habido algún episodio de personas que han increpado al 'president Puigdemont' y por lo tanto se deben adoptar medidas", ha explicado Alonso-Cuevillas.
En esta línea, el letrado ha añadido que estableciendo su nueva residencia en Hamburgo podrá estar "más cerca del tribunal" que debe decidir sobre su extradición, el de Schleswig-Holstein. "Es conveniente que esté cerca del tribunal, pero también hay cuestiones de seguridad", ha insistido Cuevillas, quien ha añadido que en Berlín es demasiado conocido y ya había sufrido episodios tensos. La corte alemana debe pronunciarse acerca de la extradición de Puigdemont, solicitada por la justicia española por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos por el proceso unilateral a la independencia, a finales de este mes de junio o a principios de julio.
Ha sido este mismo tribunal alemán el que ha reclamado al juez Pablo Llarena, por iniciativa del equipo de abogados de Puigdemont, el informe del pasado 30 de abril por el que el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro contestó a su requerimiento sobre los datos que podrían sustentar la acusación contra varios de los investigados por el 'procés'.
El expresidente catalán fue capturado a finales del pasado mes de marzo mientras volvía en coche desde Helsinki, donde había dado una conferencia para, posteriormente, salir de prisión después de que la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein acordara su libertad bajo fianza de 75.000 euros. Ya en el mes de abril, Carles Puigdemont instaló su residencia en Berlín a la espera de que concluya el proceso de extradición y con el objetivo de regresar a Waterloo (Bélgica) junto al resto de dirigentes soberanistas que residen allí.
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