Pujol declara imputado el martes para aclarar el origen de su fortuna oculta

  • Medio año después de confesar que su familia ocultó una fortuna en el extranjero, el expresidente catalán Jordi Pujol está citado a declarar el próximo martes como imputado por fraude fiscal y blanqueo de capitales, junto a su esposa y tres de sus hijos, ante la juez que investiga el origen de esos fondos.

Barcelona, 25 ene.- Medio año después de confesar que su familia ocultó una fortuna en el extranjero, el expresidente catalán Jordi Pujol está citado a declarar el próximo martes como imputado por fraude fiscal y blanqueo de capitales, junto a su esposa y tres de sus hijos, ante la juez que investiga el origen de esos fondos.

La titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona imputó el pasado mes de diciembre a Pujol, su esposa Marta Ferrusola y sus hijos Marta, Mireia y Pere, en la causa que abrió a raíz de la carta pública en la que el expresidente de la Generalitat confesó que su familia mantuvo oculta en el extranjero durante más de 30 años una fortuna que, según su versión, heredó de su padre Florenci.

En esa carta, publicada el 25 de julio pasado, Jordi Pujol pedía perdón por su "error" y explicaba, sin dar más detalles, que varios miembros de su familia habían regularizado días antes una herencia de su padre que guardaban en el extranjero.

La juez que investiga el origen de los fondos -a raíz de denuncias presentadas por formaciones políticas y sindicales- ha citado a declarar como imputados a la esposa y a los tres hijos de Pujol que, en julio pasado, regularizaron a través del Banco de Madrid tres millones de euros que tenían ocultos en Andorra.

Al expresidente catalán lo ha imputado, argumentó la magistrada en su auto, por haberse hecho responsable de la fortuna oculta en el extranjero en la carta que hizo pública el pasado verano, en la que recalcaba que el legado lo dejó su padre a su esposa e hijos y que él siempre se desentendió del mismo.

La juez quiere interrogar a los Pujol por indicios de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales, porque cree "sospechoso" que los fondos provengan de una herencia de más de treinta años sin documentar, aunque admite que por el momento no hay elementos que permitan vincular la fortuna oculta a comisiones ilegales por la adjudicación de obras de la Generalitat.

De hecho, la defensa de Pujol entregó hace unas semanas a la juez -que se lo reclamaba desde agosto- el testamento de Florenci, en el que no constan los fondos supuestamente legados.

Además, la defensa recurrió la imputación de los Pujol, pero el pasado viernes la juez acordó mantener los interrogatorios alegando que, aunque por el momento no cabe presumir que el origen de los fondos sea ilícito, no se puede "aceptar a ciegas", sin más comprobaciones, lo que el expresidente aseguró en su comunicado y, posteriormente, en el Parlament catalán.

El expresidente de la Generalitat compareció el pasado septiembre en la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament, pero fueron pocas sus explicaciones sobre el origen de la fortuna: insistió en que no era un político corrupto y garantizó que los fondos ocultos no habían "salido del erario público".

Jordi Pujol añadió ante los diputados catalanes pocos detalles más respecto a su carta de confesión, aunque precisó que el fondo tenía 140 millones de pesetas en 1980 -año en que murió su padre- y aclaró que él nunca lo había administrado, porque primero lo hicieron dos amigos de su padre y luego uno de sus hijos.

El resto de su comparecencia en la cámara catalana lo dedicó a reñir a los grupos de la oposición, a los que acusó de hablar con "frivolidad" y lanzar "intoxicaciones".

La magistrada, sin embargo, cree que siguen sin despejarse las incógnitas sobre el origen de la fortuna de los Pujol y así lo argumentó en el auto en que decidió mantener las imputaciones, en el que lamenta "las escasas explicaciones ofrecidas sobre esos fondos y la nula acreditación de las operaciones realizadas con ellos durante más de treinta años".

Las denuncias que motivaron la apertura de diligencias para esclarecer el origen de la fortuna de los Pujol se dirigían también contra sus otros cuatro hijos Jordi, Josep, Oleguer y Oriol Pujol, pero por el momento la juez los ha mantenido al margen de las imputaciones.

Sin embargo, tanto Jordi como Oleguer permanecen imputados por la Audiencia Nacional en sendas causas por delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, mientras que el exdiputado de CiU Oriol Pujol -el único hijo del expresidente que hizo carrera política- está imputado por una juez de Barcelona por cohecho y tráfico de influencias en el llamado "caso ITV".

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