Putin culpa al estalinismo y exonera al pueblo ruso en la matanza de Katyn

  • Moscú.- El primer ministro ruso, Vladímir Putin, denunció hoy las represiones estalinistas, pero negó la responsabilidad del pueblo ruso en los crímenes cometidos por la Unión Soviética, como la matanza de miles de oficiales polacos en Katyn.

Putin culpa al estalinismo y exonera al pueblo ruso en la matanza de Katyn
Putin culpa al estalinismo y exonera al pueblo ruso en la matanza de Katyn

Moscú.- El primer ministro ruso, Vladímir Putin, denunció hoy las represiones estalinistas, pero negó la responsabilidad del pueblo ruso en los crímenes cometidos por la Unión Soviética, como la matanza de miles de oficiales polacos en Katyn.

"Durante décadas se intentó mancillar con cínicas mentiras la verdad sobre la matanza de Katyn", aseguró Putin durante una ceremonia en memoria de las víctimas de las represiones políticas soviéticas de los años 30 del siglo XX.

Pero, añadió, "sería igualmente falso echar la culpa de esto al pueblo ruso. Creo que todos, tanto en Rusia como en Polonia, comprenden esto", según las agencias rusas.

Putin, que fue miembro de los servicios secretos soviéticos (KGB), a los que se acusa de cometer muchos de esos crímenes, hizo estas afirmaciones durante un acto oficial en un bosque cercano a la localidad rusa de Katyn al que fue invitado el primer ministro polaco, Donald Tusk.

"Estos crímenes no tienen ninguna justificación. En nuestro país ya se ha dado una clara valoración política, jurídica y moral a las maldades cometidas por el régimen totalitario. Y esta valoración no admite ninguna revisión", dijo.

El primer ministro ruso subrayó que "las represiones aplastaron personas sin tener en cuenta su nacionalidad, convicciones o creencias" y que "la lógica era una sola: sembrar miedo".

"Las víctimas abarcaban estratos sociales enteros: cosacos y clérigos, simples campesinos, profesores y oficiales, (...) profesores y obreros", dijo.

Putin subrayó que Rusia y Polonia vivieron en sus propias carnes como ningún otro país las mayores tragedias del siglo XX: las dos guerras mundiales y el totalitarismo.

"Nuestro pueblo, que sufrió los horrores de la guerra civil y la colectivización forzosa, comprende muy bien -tal vez, mejor que ningún otro-, qué significa Katyn para cada familia polaca", dijo Putin, que también recordó el Gulag y otras atrocidades ordenadas por los dirigentes soviéticos contra su pueblo.

Al mismo tiempo, llamó a Polonia a no politizar este asunto heredado por Rusia de la extinta URSS y que ha enturbiado las relaciones bilaterales durante los últimos años.

"La historia escrita con maldad y odio es tan falsa como la historia maquillada (...), debemos ir al encuentro, entendiendo que no se puede vivir solo en el pasado", señaló Putin, que criticó a los "politicastros" que "dividen los pueblos en buenos y malos".

Por su parte, Tusk aseguró que los polacos "siempre han creído que la verdad es la mejor arma contra la violencia" y que "todos los polacos, en alguna medida, nos sentimos parte de la gran familia de Katyn, y no sólo aquellos que perdieron aquí a sus seres queridos".

Tusk manifestó su confianza en que "la palabra verdad permita unir a ambos pueblos (Rusia y Polonia), que tanto sufrieron y hoy buscan una senda para la reconciliación".

"Aquí en Katyn debemos mostrar el coraje y la fuerza para decir que el camino de la reconciliación es no encubrir nada (...), abrirlo todo, recordar todos los nombres, para que el camino sea sencillo y lo más corto posible", dijo.

Por el momento, las autoridades rusas se niegan a desclasificar todos los materiales sobre la matanza de Katyn, en poder de los archivos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y la Fiscalía Militar.

"Todo lo que podíamos, ya lo hemos desclasificado (...) No creo que podamos hallar un compromiso en este asunto", sentenció hace varios meses el jefe adjunto de la administración del Ejecutivo ruso, Yuri Ushakov.

En tanto, el Parlamento polaco ha condenado la invasión soviética de Polonia de septiembre de 1939 y definió la matanza de Katyn como un "crimen de guerra" con "elementos de genocidio".

Katyn, cerca de la ciudad de Smolensk, junto a la frontera con Bielorrusia, es el nombre genérico bajo el que se conoce la matanza por los servicios secretos soviéticos en 1940 y 1941 de unos 22.000 oficiales y civiles polacos, asesinados en un tiro en la nuca en territorio ruso, ucraniano y bielorruso.

La matanza de Katyn fue negada durante medio siglo por la URSS, que acusó de ella a las tropas nazis, que en su avance hacia el Este descubrieron en 1943 las fosas comunes con los restos de los militares polacos asesinados.

Sólo en 1989 el último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, reconoció la responsabilidad de la URSS por aquella matanza, y en 1992 el primer presidente ruso, Borís Yeltsin, entregó al entonces jefe de Estado polaco, Lech Walesa, documentos que probaban la matanza de los 22.000 militares y civiles polacos.

En los últimos años la Justicia rusa ha rechazado una y otra vez las demandas y los recursos presentados por los familiares de los oficiales polacos ejecutados, que buscan su rehabilitación.

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