Investidura fallida. Son las dos palabras que bien podrían resumir el panorama político de esta semana. Pedro Sánchez no ha conseguido los apoyos suficientes, tras no haber llegado a un acuerdo con Unidas Podemos, por la diferencia de ambos partidos en el reparto de carteras.
Han sido 24 horas a contrarreloj en la que las negociaciones no han cesado entre los socialistas y los morados, quienes, finalmente, se han abstenido en la segunda votación. Algo meramente simbólico, ya que era insuficiente para que Sánchez obtuviera la mayoría simple, que consistía simplemente en recabar más síes que noes.
Ahora, la XIII Legislatura continúa sin avanzar en un tablero político en la que, de nuevo, todos los partidos políticos vuelven a la casilla de salida.
¿Nuevas elecciones?
Tras la no investidura de Sánchez, el siguiente paso más inmediato será que El Rey, tras una nueva ronda de consultas con los principales líderes, proponga de nuevo un candidato. El plazo para pactar una nueva investidura es de 60 días.
Por tanto, la fecha marcada en rojo en el calendario será el 23 de septiembre. Es decir, si se llega a este día sin ningún acuerdo, la presidenta del Congreso firmará la disolución de las Cámaras y se procederá a la convocatoria de unas nuevas elecciones. Serían, por cierto, las cuartas en los últimos cuatro años.
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