¿Qué quiere Varoufakis? Tras arremeter contra Tsipras rechaza unirse a Unidad Popular

    • El ideal de Varoufakis parece poco realista hoy: no aceptar el rescate, seguir en la UE y liderar desde Grecia un cambio en la política europea dando un giro a la izquierda.
    • Rechaza pertenecer a un gobierno de Unidad Popular, pero abre la puerta a estar en uno junto a Tsipras si su política económica es realista. Parece difícil que ambos se pongan de acuerdo.

     

Varoufakis, durante una rueda de prensa tras la votación
Varoufakis, durante una rueda de prensa tras la votación
Fotos: AFP

La pregunta ha surgido de forma espontánea. ¿Qué quiere Varoufakis?¿Realmente cree que es posible el proyecto de futuro para Grecia que él tiene en la cabeza? La sorpresa ha surgido con sus últimas declaraciones en las que ha dejado claro que no entrará a formar parte de Unidad Popular porque ¡no quiere salir de la Unión Europea, ni quiere el dracma!.

"Tenemos muchas similitudes y simpatías”, confiesa en una entrevista concedida al diario alemán 'Die Welt' al referirse al partido constituido por los díscolos de Syriza. "Me gustan y creo que les gusto", ha añadido, incidiendo sin embargo en que "desde el punto de vista político estamos demasiado lejos". En su opinión, su entrada en el partido "no sería una combinación sensata".

No cierra la puerta Varoufakis del todo a formar parte de un gobierno de Tsipras (que con las encuestas en la mano sigue ganando, aunque le puede pasar factura ese referéndum que pocos entienden hoy), y eso que le ha lanzado dardos continuamente desde su dimisión. La gente no entiende esta mezcla de amor-odio entre ambos.

¿Es Varoufakis el hombre puro de Tsiriza? Al menos eso señala Slavoj Zizek, filósofo y crítico cultural,  profesor en la European Graduate School en un artículo que arroja bastante luz sobre el personaje , al que considera el verdadero héroe de Grecia porque su idea siempre ha sido  aguantar en el Gobierno y cambiar la política europea de raíz con el apoyo de todo el sur de Europa.

¿Es esto real? A la vista de los resultados, con todo el norte de Europa en bloque pidiendo rigor en las cuentas públicas y dando luz verde a un tercer rescate ya a regañadientes no parece fácil. Y menos si la idea está liderada por un país sin política fiscal y con un sector público desbocado donde las instituciones funcionan más que regular.

Pensar que el sur de Europa se va a unir para plantar cara a las políticas de Alemania puede considerarse una quimera, aunque Unidad Popular defiende escapar de la UE que creen les va a condenar a la ruina permanente y apostar por nacionalizar la banca (sin ayudas la banca griega está en quiebra y se asoma al corralito),  por la inversión pública (difícil si no se tiene dinero), cancelación de gran parte de la deuda (ya se ha cancelado parte, pero la historia dice que es más que probable como indica el FMI que tenga que hacerse una quita mayor a largo plazo).

Otro punto sería el rechazo total de la austeridad fiscal (superávits primarios y presupuestos equilibrados), algo que la realidad puede convertir en una evidencia, ya que hay serias dudas que que Grecia crezca lo suficiente para cumplir estos requisitos.

Lo que está encima de la mesa es ver si realmente en Europa una política de izquierdas es posible. Una política ‘diferente’ que conviva con la globlación y las reglas de la UE. Y no es fácil. En ese dilema ha estado Grecia desde que Tsipras llegó al poder. La realidad se impuso a la ideología, el corralito era más temido que los recortes.

Sí, los votantes dijeron no al rescate, en eso tiene toda la razón Varoufakis que critica a Tsipras con dureza y le acusa de traición, de capitular, de dar una bofetada a la democracia. Cierto. Tsipras hizo lo contrario de lo que el pueblo votó, pero ¿acaso se le dijo al pueblo que el no al rescate era la salida de la UE? No, eso se le ocultó, pero esa era la opción B y Varoufakis es el primero en saberlo. De ahí sus contradicción. No quiero el rescate pero podría entrar en un Gobierno de Tsipras si recapacita. ¿Qué margen hay?

"Si los alemanes, los franceses, los holandeses, los españoles tomaran conciencia de la ausencia total de responsabilidad de sus dirigentes…”, dice Varoufakis. Sí, es un deseo, pero la realidad económica es otra. Por eso Varoufakis duda, porque no se atreve a liderar una propuesta que rompa con Europa, pero no tiene fuerza ni herramientas (la economía griega es un desastre desde hace mucho tiempo) para cambiarla. Varoufakis cree que Grecia nunca pagará el rescate (es posible que eso lo piensen muchos de los que se lo han dado), y que para entrar en un gobierno de Tsipras su política económica debe ser creíble. Visto lo visto, eso, ser creíble, resulta todo un reto para Grecia y sus políticos. Incluido Varoufakis.

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