Quien está forzando otras elecciones catalanas no es la CUP, sino Artur Mas

    • Poco después de las elecciones catalanas hablé con Antonio Baños, portavoz de la CUP, y me dijo claramente que no apoyarían una investidura de Artur Mas.
    • La promesa se cumplió, cosa extraña entre la mayoría de los partidos políticos, y la CUP es la formación que menos tiene que ganar con un adelanto electoral.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Poco después de las elecciones catalanas hablé por teléfono un buen rato con Antonio Baños y me dijo claramente que la CUP no apoyaría una investidura de Artur Mas. Bromeé con él y le pregunté si estaba dispuesto a apostar 100 euros. "Eso es una pasta, pero yo apuesto a que no lo va a ser… y ¡ojo!, 100 euros son una cosa seria para un catalán, ¿eh?", respondió.

Lo publiqué en esta entrevista (ver aquí). Y hoy se ha cumplido la promesa. Es posible que Baños hubiese cambiado de opinión tras las elecciones o sus conversaciones con el President en funciones. Se especula con la posibilidad de que dimita pronto. Pero lo cierto es que la formación que representaba, la CUP, ha cumplido lo prometido en campaña.

Cosa harto extraña entre la mayoría de los partidos políticos, por cierto.Una formación heterogénea

El hecho de que haya pasado tanto tiempo para aclarar la decisión definitiva lo atribuyo a la inexperiencia de la CUP para solventar una papeleta tan complicada. Estamos hablando de una formación política menos homogénea de lo que parece, que toma las decisiones importantes en largos procesos asamblearios, y que concentra dos tendencias muy difíciles de conciliar: nacionalismo e igualitarismo.

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Seguramente este proceso les va a costar muy caro desde el punto de vista electoral. Se podrá estar en desacuerdo con los planteamientos de la CUP, pero no cabe duda de que han antepuesto sus principios y sus compromisos electorales al interés por conservar los escaños.

Nada asegura que puedan retener los votos obtenidos el pasado 27 de septiembre. Ningún partido se lo pondrá fácil. Aparte de las consabidas críticas de los partidos constitucionalistas, CDC y ERC no tardarán en culparles por frenar el proceso independentista.

Esto es lo irónico. Culparán del adelanto electoral al que tiene menos que ganar con él, aparte de Mas. Gracias a las nuevas elecciones, tanto PSOE como PP y Ciudadanos cuentan con una oportunidad imprevista por volver a tocar algo de poder en Cataluña. ERC ampliará su margen a costa de los pedazos de la extinta CiU. Y la marca catalana de Podemos, reforzada por el éxito de las elecciones generales, pescará en el río revuelto de la CUP.

Pero que nadie se engañe. El culpable de este adelanto es Artur Mas, el mismo que convocó unas elecciones plebiscitarias para verse obligado a repetirlas en seis meses.

Sigue @martinalgarra//

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